Políticas
20/9/2025
Bahía Blanca: las ramas artísticas presentes en la marcha educativa del 17 de septiembre
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Foto: Corresponsal
En una reacción masiva de lucha para enfrentar el Decreto 647/25 del gobierno de Javier Milei y el FMI, que vetó la ley N° 27.795 de Financiamiento a la Educación Universitaria -porque la educación es un gasto innecesario en su plan de ajuste y motosierra-, la juventud trabajadora sale a las calles y hace oír su voz abarrotando la avenida Alem una vez más en una movilización multitudinaria histórica, al nivel de las que tomaron lugar en abril y octubre del 2024.
Esta ley establece un régimen de financiamiento para las universidades públicas, y mejoras salariales mediante un mecanismo de actualización presupuestaria para docentes y no docentes en momentos de ajuste en que las universidades hacen malabares para mantener las luces encendidas. Una resistencia surge ante los salarios docentes de miseria que no llegan a la canasta básica y los presupuestos universitarios que no alcanzan para cubrir gastos operativos. Varios sectores de la juventud trabajadora convergen en defensa de la educación pública en asambleas universitarias interclaustros a lo largo y ancho de todo el país y en una gran movilización que le arrancó al congreso el rechazo al veto de Milei.
Las ramas de la educación artística se suman a la lucha
“Consideramos que la suprema tarea del arte en nuestra época es participar consciente y activamente en la preparación de la revolución…” (León Trotski en Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente).
Los estudiantes de los terciarios de arte tenemos la necesidad de sumarnos a esta lucha en defensa de la universidad pública con nuestros propios reclamos, adherimos a las asambleas y nos movilizamos contra el ataque de este gobierno fascistoide, pero tampoco desconocemos el brutal ajuste que practica el gobernador Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires ni el silencio desconcertante sobre los edificios e infraestructura de las escuelas de arte, donde no solo la situación salarial es urgente, sino también la situación edilicia. Nuestras sedes no son edificios escolares, sino casonas antiguas donadas o alquiladas y “acondicionadas” para los terciarios. Las aulas-taller sobrepobladas no dan abasto, los cupos son limitados y cada año son más los ingresantes que quedan fuera de las escuelas de arte.
Al convivir en instalaciones inapropiadas, con constantes cortes de agua y luz, agujeros en los techos, hongos negros en las paredes, docentes sobreexplotados y una precariedad que ya llegó a una situación límite en el Conservatorio de Música, que perdió su sede luego de la inundación de marzo, se hace necesario una gran intervención de los estudiantes de las ramas artísticas.
Este miércoles 17 de septiembre estuvieron presentes en la marcha universitaria compañeros del Centro de estudiantes de Artes Visuales, de Artes Escénicas y del Conservatorio de Música, la Asociación Argentina de Actores, la Unión de Músicos del Sur, la Asamblea por Ciudad de las Artes, entre varias otras organizaciones y compañeros docentes y estudiantes de las ramas artísticas que, a pesar de depender de provincia, vemos en la marcha universitaria reflejados nuestros mismos reclamos, producto del mismo ajuste.
En las cinco escuelas de arte de Bahía Blanca tenemos un reclamo común: el Proyecto Ciudad de las Artes. Necesitamos un establecimiento adecuado para el abordaje del estudio de las ramas artísticas, no más ajuste, no más negligencia. Conceptos de un complejo edilicio para las escuelas artísticas existen desde los años 90, que fueron formalizados en 2008 como proyecto, al que el Concejo Deliberante local ha dado luz verde en su momento, y hasta el día de hoy no ha visto ningún avance. Las Escuelas de Arte hemos esperado décadas. El proyecto Ciudad de las Artes ha sido cajoneado a nivel municipal y no cuenta ni con las tierras ni con los fondos necesarios para su realización. No hay ni un amague de voluntad política para esta inversión ni por parte de Nación, ni por parte de Provincia. Esta proyección de 2006 cumple este octubre dieciocho años de su original aprobación por el Consejo Deliberante: Ciudad de las Artes está cumpliendo la mayoría de edad en años de inacción y negligencia. Trabajadores de la cultura bahiense estudiamos y trabajamos en condiciones precarias y nos sumamos a la lucha por la Ley de Financiamiento Universitario, ¡el triunfo arrancado en la cámara de diputados tiene que fortalecer nuestro reclamo también hacia la provincia para la construcción de una Ciudad de las Artes.

