Sergio Berni, actual senador bonaerense por Unión por la Patria, reapareció para declarar su apoyo a la reforma del Código Penal que promueve Cúneo Libarona, ministro de Justicia de Javier Milei. Asegurando ser más duro que Milei y Bullrich, afirmó que va a acompañar y que celebra que el gobierno del ultraderechista lleve estas reformas al Congreso.

El exministro bonaerense -defendido a capa y espada por Kicillof a lo largo de todo su primer mandato- vuelve a escena después de la atroz muerte de Umma, la hija de nueve años del custodio de Patricia Bullrich, asesinada en una balacera e intento de asalto. La oportunidad elegida por Berni para lisonjear al gobierno de Milei equivale a un apoyo en sus términos a la reaccionaria Ley Ómnibus.

Berni aprovechó la volteada para hacer públicas sus críticas al gobierno provincial en la persona de la vicegobernadora Verónica Magario, aliada estrecha de Kicillof. Según declaró, fue Magario quien cajoneó la reforma policial privando a la provincia de Buenos Aires de una política de “prevención contra el delito”. Con su estilo, Berni hizo causa común con quienes desde el mileísmo agitan la intervención federal de la provincia.

Desarrollando su apoyo a Cúneo Libarona, Sergio Berni insistió en la necesidad urgente de que se apruebe la baja de la edad de imputabilidad. Señaló que no puede haber delincuentes reincidentes y reclamó que una vez cumplidas las condenas, los presos liberados continúen bajo control. Un estado policial con la impronta de los liberfachos.

Está muy claro que la ofensiva de Berni no se detiene en Magario sino que golpea de lleno al actual ministro Javier Alonso, su reemplazante al frente del Ministerio de Seguridad bonaerense. Un puntinazo directo contra Kicillof. Por estos días, el excapo de la Bonaerense patrocinó una eventual presidencia del PJ a cargo de Guillermo Moreno. Es sabido que Kicillof aspira a encabezar al peronismo desde la gobernación que preside.

Según Alonso, el gobierno de Kicillof tuvo una rápida respuesta tras el asesinato de Umma y ya habría un detenido mientras sigue la búsqueda de sospechosos. Las referencias a que “no alcanza con la baja de punibilidad” convergen con uno de los pilares de la política derechista en materia de represión ciudadana. El propio ministro dio datos que retratan la falta de horizonte de una juventud castigada por la desocupación, la precarización laboral, los salarios de hambre y la imposibilidad de acceder a la vivienda.

Según Alonso, en el 74% de las cárceles de la provincia la población carcelaria tiene menos de 24 años. Tributando a la derecha, Alonso se justificó diciendo que los jueces tienen instrumentos jurídicos para enviar a menores a cárceles de máxima seguridad: la juventud en el centro de la represión.

Los elogios de Berni no son de ocasión. Como Milei, el exministro de Kicillof se jacta de haber sido uno de los primeros en defender a las fuerzas de seguridad (música para los oídos de Bullrich y Villarruel), lo que remite directamente a la doctrina Chocobar -que apoyó abiertamente- y a la impunidad estatal para los efectivos policiales responsables por la muerte del joven Astudillo Castro.

El derechista Berni navega por las aguas de confluencia con el ultraderechista Milei.

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