Boleta única de papel: victoria opositora frente a un gobierno en bancarrota

Foto: Cámara de Diputados de la Nación

La sesión sobre la boleta única de papel pasó de ser una mera maniobra a una victoria opositora, que debilita, aún más, a un gobierno en retroceso. Como era de esperar, el tratamiento de la ley no escapó a la crisis política general que se vive en el país, en donde se busca exacerbar la grieta para ocultar la pelea al interior de las coaliciones y esconder que ambos bloques son financiados por los mismos grupos económicos o, como dijo Romina Del Plá, “son todos funcionarios de Techint”.

Los llamados libertarios no solo no escapan de esta lógica, sino que son una de sus expresiones más claras: se la pasan hablando contra la casta, pero callan frente a las corporaciones empresariales, que es a quienes responden y quienes les pagan el sueldo del que viven todos los días.

El bloque del PO discutió abstenerse frente a un proyecto que no va a cambiar la naturaleza del régimen político electoral existente. Es que, tal como dijimos a lo largo de todo el debate, la cuestión del financiamiento es central para pensar cualquier sistema electoral. Esta BUP continúa con los partidos patronales financiando sus aparatos con el dinero empresario y volcando los recursos estatales para sus campañas, en lugar del financiamiento único estatal y paritario para todos los partidos, como reclamamos desde la banca.

Es que, a diferencia de lo que señalan nuestros críticos, no hay contradicción alguna entre haber votado el emplazamiento del tema a comisión y la abstención frente al dictamen. Somos decididamente contrarios a la actual boleta partidaria que tiene consecuencias ruinosas, favorece los aparatos y los punteros, pero no podemos votar porque sea reemplazado por esta propuesta que no modifica lo esencial.

La abstención se ubica, entonces, como una impugnación general a un régimen político en decadencia. La oposición patronal, que busca colocarse como adalid de la democracia y el republicanismo, no pasa la menor prueba: no aplica el sistema electoral que dice defender en ninguna de las provincias que gobierna, en las que se vale de las mismas maniobras que el peronismo, como son los lemas, los acoples y cuanta trampa electoral exista.

El dictamen enviado ahora al Senado le otorga potestades discrecionales a los juzgados federales de los distritos, en donde la influencia de las fuerzas dominantes es enorme. Son esos juzgados los que podrían definir los tamaños de fotos, de logos y todo el diseño de lo que sería una eventual boleta única de papel que, además, favorece el voto a lista completa en las generales.

El régimen político busca maquillar su descomposición cambiando levemente la forma de votación, pero no lo puede lograr en medio de un del ajuste del FMI para el que no existió grieta alguna y llena de padecimientos a los trabajadores de nuestro país.

Como dijo Romina Del Plá al cerrar su intervención: “Nuestra preocupación central es enfrentar esta crisis que se agudiza, que nos lleva a una inflación imparable, a una pérdida del poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones de miseria, aumento de la precarización laboral y, frente a este cuadro, la necesidad de presentar un programa alternativo y opuesto al régimen del FMI, como hacen los trabajadores del Neumático, docentes y periodistas, que ponen sobre la mesa la necesidad de un paro nacional”.

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