A dos años largos del escandalete que provocaron sus “advertencias” sobre un supuesto golpe de Estado en marcha -teñidas de un fuerte olor a provocación política- Eduardo Duhalde se reunió con el macrista Néstor Grindetti, intendente de Lanús y aliado de Patricia Bullrich. Allí hablaron de un gobierno de coalición como “salida” a la crisis argentina.

A esta convergencia derechista con la “Piba” Bullrich y Mauricio Macri, Eduardo y Chiche Duhalde la llaman cínicamente colocarse por fuera de la grieta. Para Grindetti, lanzado a encabezar la boleta como candidato a gobernador bonaerense del PRO, el encuentro con Eduardo Duhalde fue “muy enriquecedor” reivindicando la trayectoria del exgobernador y presidente designado por la Asamblea Legislativa en el 2001. Una vuelta a sus orígenes en la derecha peronista.

Duhalde buscó mediante la foto con el intendente amarillo Grindetti medrar con la ebullición del PJ bonaerense donde los viejos y nuevos barones privilegian su reelección o la de sus delfines. En el centro de la crisis política del peronismo provincial están Cristina (por ahora fuera de juego) y Máximo quien “preside” el PJ de la provincia de Buenos Aires sin poder efectivo sobre los intendentes. De hecho están congelados los plenarios y el Congreso del justicialismo de la provincia hasta nuevo aviso.

Los vínculos de Duhalde con Patricia “Chocobar” Bullrich vienen desde hace tiempo. Eduardo y Chiche Duhalde -junto a un grupo de manzanares duhaldistas- se dieron cita en agosto pasado con la candidata del PRO para ” intercambiar ideas”, todo un mensaje, sazonado con olor a armado punteril en el Gran Buenos Aires, para meter una cuña en el escorado PJ bonaerense que “comanda” formalmente Máximo Kirchner.

Las legislativas del 2021 ya mostraron una tendencia al corte de boleta que terminó beneficiando a Santilli y a Juntos por sobre la candidata del Frente de Todos. Santilli derrotó a la cheta de Tolosa Paz. La derrota electoral acentuó las tendencias a la feudalización y territorialización de la campaña electoral de cara al 2023. Desde el 2022 Chiche Duhalde viene insistiendo en su interés por candidatearse a la gobernación. Una mayor dispersión a la derecha con Chiche en la nómina favorecería a Kicillof, quien ha vuelto poner “en valor” al derechista autoproclamado Sergio Berni.

Pocos recuerdan los elogios mutuos que se prodigaron Duhalde y Kicillof en el 2020 poco antes de que el responsable político de la masacre del Puente Pueyrredón “derrapara” con el anuncio del golpe para luego desdecirse invocando un dudoso estado de “confusión mental” y demencia pasajera. Quien supo ser, y se arrepintió de haber sido, el padrino político de Néstor Kirchner calificó al “soviético” de verdadero peronista y lo distinguió como un gobernador “industrialista” y de ” gestión”.

Con Duhalde, Néstor Grindetti comparte más que una ideología derechista. El aspirante a gobernador del PRO también busca la pata peronista para apuntalar su candidatura a gobernador en una eventual “gran Paso” del PRO bonaerense. Al igual que Duhalde y su mujer Chiche, Grindetti quiere que los planes sociales residuales pasen a mano de las intendencias para hacerse de la caja y del disciplinamiento punteril de una masa hambreada y desocupada.

Como señalamos en Prensa Obrera, Grindetti quiere mano dura contra los planes y se alistó con Bullrich , a la que alaba como la mejor exponente del ” pensamiento” de Mauricio Macri. Sin patear el tablero , juega a doblete y se saca fotos con Bullrich y Macri, lo une con ambos reaccionarios un derechismo antiobrero y antipiquetero que nada tiene que envidiarle a Espert y Milei o a su rivales en la interna de Juntos.

De hecho Santilli, en este caso candidato a gobernador por el larretismo, retomó su campaña -amenazado por la proliferación de candidatos del PRO y la UCR en Juntos- recorriendo el conurbano con la bandera de la “falta de seguridad” y de más Bonaerense en barrios y calles. El cuento de las palomas y halcones es puro encubrimiento de la derecha.

En simultáneo con la ronda de consultas, que tuvo como primer interlocutor a Grindetti, Eduardo Duhalde anunció su sello “Red Bonaerense” para armar un frente “opositor” en la provincia de Buenos Aires de cara a las elecciones de este año. No es el único que le pega al gobierno nacional y provincial del Frente de Todos, también lo hizo el oficialista y peronista Pablo Moyano quien hizo pública la terna de su elección a presidente (Alberto Fernández, Scioli y Massa). No se puede descartar tampoco un intento de acercamiento de Duhalde a una eventual intentona reeleccionista de Alberto Fernández. Como habría dicho Perón sobre Larreta, Joaquín de la Torre, Bullrich, Grindetti , Garro y Duhalde al final “todos son peronistas”.

La dudosa vuelta de Duhalde no merecería más que un breve comentario si no fuese que confirma la derechización de todo el espectro político burgués a tono con el pacto con el FMI. Repudiado por los asesinatos de Máximo y Darío, Duhalde busca un lugar tendiendo puentes con Bullrich y los bolsonaristas del PRO con pasado en el peronismo y se candidatea por afuera de la grieta franeleando con Alberto Fernández, los barones y gobernadores del PJ.

El Plenario Nacional del Partido Obrero inscribirá su campaña por un Congreso del FIT Unidad abierto a los luchadores en este escenario político revuelto y marcado por la derechización de los nac & pop de Kicillof (bernidependientes), la crisis del PJ bonaerense, las pujas y escisiones en la coalición derechista de Juntos, y por sobre todo el ajuste y la crisis social en una provincia fuertemente endeudada.

https://prensaobrera.com/ambiente/kicillof-offshore-al-servicio-de-las-petroleras-y-el-fmi