Políticas
25/10/2024
Caputo remata al país en Washington, pero los dólares por ahora no llegan
Anuncios con mucho humo, para aceitar los negocios financieros.
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Caputo con Georgieva.
El ministro de Economía, Luis Caputo, viajó a Washington (Estados Unidos) para reunirse con las autoridades del FMI para “dialogar” con el imperialismo la hoja de ruta de las políticas antiobreras y antipopulares a aplicar y las condiciones para nuevos desembolsos y un mayor endeudamiento con el organismo multilateral. Caputo regresó de su viaje sin nada en claro con el FMI y con anuncios rimbombantes que en nada alteran la encrucijada en la cual se encuentra el gobierno, falto de dólares e inversiones y con vencimientos de deuda en puerta.
El gobierno nacional viene instalando la idea de que se apresta a negociar un nuevo programa financiero con el FMI, cuando aún restan algunas revisiones y desembolsos del plan pactado por Sergio Massa y Alberto Fernández.
Como las exigencias del FMI son bien claras en cuanto a la eliminación del cepo cambiario y una megadevaluación, lo que terminaría por dinamitar el relato oficial sobre una inflación descendente en el país, desde el gobierno aspiran a que un resultado favorable en las elecciones estadounidenses del próximos 5 de noviembre coloquen a un “amigo”, Donald Trump, al frente de la Casa Blanca, para mejorar sus posibilidades de acceder a nuevos desembolsos.
Hasta tanto, el gobierno anunció avances en la concreción un nuevo endeudamiento con la banca privada y los especuladores financieros, a través de operaciones denominadas Repo, con algunas entidades como el Banco Santander y al JP Morgan, por un total de 2.700 millones dólares, para seguir con la bicicleta financiera de pagar deuda con más deuda, lo que le permite, a su vez, una mejora circunstancial de la cotización de los títulos de deuda argentinos. De todas formas, por ahora son solo expresiones de voluntad.
Caputo también anunció acuerdos por 8.800 millones de dólares con el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aunque se trata de un anuncio con poca claridad, sin especificar si el monto total integra fondos ya anunciados anteriormente, plazos de ingreso que podrían postergarse y/o extenderse por años, e incluso el hecho no menor de que se estima que la mitad estaría destinado al sector privado y sería de acceso opcional, por lo cual estamos ante una cortina de humo.
El hecho de que todo lo anunciado no es más que parafernalia lo puso de manifiesto la agencia crediticia Moodys desde donde decidieron mantener la baja calificación del país (“en el fondo de la tabla”) en cuanto a la evaluación de riesgos para las distintas economías, considerando que el gobierno tiene pendiente un “ajuste más profundo en las cuentas externas”, con un salto devaluatorio.
El gobierno se encuentra en un callejón sin salida, ya que busca acceder al mercado de capitales para endeudarse y afrontar futuros vencimientos, pero el FMI y el capital financiero le imponen condiciones para asegurarse el repago. Actúan como abogados de las demandas de los grandes capitalistas, que para “invertir” en el país exigen garantías de que van a poder llevarse los dólares que obtengan con la explotación petrolífera, minera y de otros sectores estratégicos.
El problema es que con un levantamiento del cepo cambiario es casi seguro que volarían por los aires la política económica, con una devaluación, una probable corrida cambiaria, y una disparada de la inflación, todo esto en el marco de un gobierno que agravó la pobreza y la miseria social con el único propósito declarado de… “bajar la inflación”.
Son las mismas demandas con las que cuentan los grandes capitalistas para “invertir” en el país, con garantías para poder llevarse los dólares producto de la explotación petrolífera, minera y de otros sectores estratégicos.
El gobierno, indefectiblemente, tendrá que profundizar su ajuste contra los trabajadores y explotados cuando este ya se vuelve asfixiante e imposible de soportar, lo que augura un crecimiento de la protesta social y pone de relieve la importancia de la consigna popular: Fuera Milei.