Políticas
10/6/2025
Caputo y Bausili anuncian nueva ronda de meganedeudamiento a tasas usurarias
Nueva deuda dolarizada y fin del cepo para los especuladores de afuera, una timba que vamos a pagar los trabajadores.
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Caputo y Bausili fueron al stream "Carajo" a anunciar las nuevas medidas.
El Ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, fueron al canal de stream oficialista a anunciar nuevas medidas económicas. Las mismas apuntan a sostener la bicicleta financiera saturando de deuda al Tesoro y añadiendo mayor explosividad a esa burbuja especulativa. Todo, en función de llegar a octubre sin sobresaltos inflacionarios que arruinen sus objetivos electorales.
En primer lugar, el gobierno se propone acumular reservas por la vía del endeudamiento. Por un lado habilitan la emisión de bonos en pesos con suscripción en dólares por U$S 1.000 millones mensuales. Similar al reciente Bonte2030, indexado al tipo de cambio y que ofrecía rendimientos del 29,5% anual. Semejante tasa de interés desmiente que Argentina haya reingresado al mercado de crédito internacional. Además, los capitales extranjeros que compren dichos instrumentos podrán retirar sus dólares del país en cualquier momento, ya que el Banco Central elimina el plazo de permanencia de seis meses para inversores no residentes. A su vez, Economía lanzará un nuevo Repo para recibir préstamos de bancos internacionales por U$S 2.000 millones.
Como vemos, la política de pisar el dólar está provocando un drenaje de reservas ya que crecen las importaciones y los viajes al exterior. Por lo tanto, Caputo pretende contrarrestar esa sangría contrayendo más deuda para pagarle a los bonistas U$S 4.500 millones que vencen en julio. Ahora bien, esa insolvencia evidente atenta contra la baja del riesgo país, impidiendo la llegada de créditos baratos del exterior, uno de los principales objetivos del gobierno.
La crisis de reservas también se manifiesta en el lanzamiento de la cuarta edición de Bopreal, destinado al pago de deuda comercial y giro de utilidades. Lo anterior delata que el préstamo del FMI no alcanza para que el Banco Central pueda hacer frente a la demanda de dólares, ni tampoco se generan divisas genuinas que reviertan ese problema. La precariedad del rumbo económico del gobierno salta a la vista.
Otro "parche" dedicado a sostener el carry trade es intentar evitar que los bancos salgan del mercado de deuda en pesos habilitando el canje de Lefis -que vencen el 17 de julio y dejarían de emitirse- por Lecaps. Este último instrumento es más atractivo para la banca, puesto que se puede comercializar en el mercado secundario, tiene vencimientos más a corto plazo y ofrece tasas más altas.
También suben los encajes para los llamados money market (como Mercado Pago, principal jugador) hasta equipararlos con los que se exigen a los bancos. Es una resolución que evidencia que los mismos no son considerados como un efectivo mínimo que debe inmovilizarse para funcionar como reaseguro para los depositantes, sino simplemente otro mecanismo para intentar incidir en la tasa de interés y la circulación monetaria. Como guiño a la banca, además, fomentan que una mayor parte de los encajes esté compuesto por Lecaps, cuyo pago depende de que siga en pie la burbuja financiera montada alrededor de la deuda del Tesoro. Si el Tesoro se ve obligado a "reperfilar" vencimientos de dichas letras, o directamente cae en cesación de pagos, podría desencadenarse una corrida bancaria, cuyos damnificados serían los ahorristas… como con el corralito de 2001.
Finalmente, el gobierno "libertario" hace uso de un enorme intervencionismo estatal para mantener a raya el tipo de cambio, a fin de llegar a las elecciones con la inflación controlada. Además de ofrecer instrumentos en pesos a una tasa ultrausuraria, interviene para contener la brecha cambiaria, por más que se esfuerce en desmentirlo. Según la consultora Quantum, desde abril se registraron operaciones del BCRA por más de U$S 2.200 millones en el mercado del dólar futuro, MEP y CCL.
La "fiesta" de los especuladores la paga el pueblo trabajador con más endeudamiento y ajuste. Además, al multiplicar la deuda en pesos y agregar nuevos incentivos a los acreedores, se va gestando una corrida cada vez más abrupta para cuando se desarme la bicicleta financiera, lo cual terminará de pulverizar los ingresos populares. Hay que echar a este gobierno de timberos antes que hagan estallar sobre nosotros la implosión de su esquema económico.
