Políticas
10/6/2025
Más que la inflación, baja el consumo: Milei celebra que los trabajadores no lleguen a fin de mes
El gobierno quiere bajar los precios destruyendo los salarios, jubilaciones e ingresos populares.
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Cae el consumo.
A pocos días de la publicación de los números de la inflación de mayo, y con el adelanto de CABA en el 1,6%, el gobierno nacional “celebra” una desaceleración circunstancial de la suba de precios, arrancada gracias al ataque del poder adquisitivo de los trabajadores y la caída del consumo de la población, de la mano de las pérdidas salariales y de los ingresos populares. El gobierno no controla la inflación, sino que aplasta los salarios, con consecuencias gravosas para la sociedad.
Lo informado por el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) adelanta una inflación nacional de orden similar para el mes de mayo, luego de que el gobierno impulsara con su política una serie sucesiva de subas en los precios, llegando al 3,7% de aumento promedio en marzo y el 2,8% en abril.
Milei, como infructuosamente en el pasado, sale a celebrar estas cifras, anunciando un golpe contra la inflación que, en verdad, se encuentra condicionado por la endeblez del programa económico oficial y la amenaza permanente de nuevas devaluaciones. Pero, además, esto no resultado de una economía floreciente sino de todo lo contrario: la contracción y caída del consumo, impulsada por el ajuste de Milei y las patronales sobre los trabajadores.
Esto se desprende de lo informado recientemente por la Came, que estima una caída interanual de las ventas minoristas en un 2,9%, incluso comparado contra la recuperación parcial del consumo en 2024 respecto a la abrupta caída de los primeros meses de dicho año, gracias al salto devaluatorio e inflacionarios forzado por el gobierno.
Entre los rubros más afectados se destaca el de Alimentos y bebidas, liderando el podio, con una caída del 7,6%, seguido por Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-2,6%) y Textil e indumentaria (-1,6%).
Además, estos índices mantienen subrepresentada la incidencia de tarifas, servicios y alquileres, entre otros gastos, imponiéndose una realidad aún más adversa para los trabajadores.
Esta situación deja en claro una primera premisa que desmiente gran parte del relato oficial: una menor inflación no redunda en una recuperación del poder adquisitivo, sino que es obtenida gracias al ataque contra los salarios, jubilaciones e ingresos populares.
La política del gobierno no tiene como objetivo obtener una estabilidad económica para la población trabajadora, sino sostener la timba financiera del ministro Luis Caputo, con el carry trade, mientras se licuan los salarios y se mantiene el techo a las paritarias.
Esta orientación entra en conflicto con los procesos de lucha de los trabajadores, como el del Garrahan, por lo cual el gobierno se muestra inflexible en hacer pasar el ajuste contra los trabajadores, con la colaboración de la burocracia sindical que busca aislar las luchas –como ocurrió con la UOM y los obreros de Tierra del Fuego- y se niega a impulsar medidas de acción concretas y un plan de acción para defender el trabajo y el salario.
Para recuperar el poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones, y defender el trabajo, hay que derrotar la política ajustadora de Milei, con la huelga general, unificando las luchas en curso, como lo están haciendo varios sectores junto a los jubilados y como acaba de demostrarlo el movimiento piquetero con la jornada de lucha nacional de este martes 10. Fuera Milei y sus colaboradores.
