Políticas

10/9/2024

Con las reformas macristas, peronistas y libertarias, robaron $4 millones a cada jubilado de la mínima

Copemos la Plaza Congreso contra el veto de Milei.

El gobierno prepara un nuevo operativo represivo contra los jubilados.

En las vísperas de una nueva movilización contra el veto presidencial, el vocero de la Casa Rosada, Manuel Adorni, fiel a su costumbre, brabuconeó a los jubilados anunciando que los esperará en el Congreso un “operativo de seguridad especial” y que “se va a cumplir a rajatabla con el protocolo vigente”. Con total desfachatez, el funcionario amenaza con volver a apalear a los adultos mayores que se movilicen, mostrando a todas luces el grado de decadencia moral de este gobierno.

Sus palabras indignan todavía más cuando reparamos en que, con la plata de nuestros impuestos, el Estado argentino le paga a Adorni $4 millones mensuales, solo para que se dedique a montar provocaciones contra el pueblo en sus habituales conferencias matutinas. En cambio, personas que trabajaron toda su vida creando riquezas en este país se ven obligadas a sobrevivir con $234.540,23 de jubilación mínima ($304.540,23 con el bono); y reciben palos y gases cuando se manifiestan contra el veto del presidente hacia una fórmula previsional que apenas pretende elevar ese monto a $317.704.

Se suman a este bochorno aquellos bloques parlamentarios que en la sesión pautada para rechazar el veto presidencial (dado que se trata de una ley sancionada con dos tercios de la Cámara) se rehusarán a hacerlo. No solo nos referimos a los diputados del PRO que ya dijeron que cerrarán filas con Milei, sino también a los de la UCR e Innovación Federal, que, a pesar de haber votado a favor de dicha fórmula cuando se trató en junio, evalúan acompañar al presidente en esta oportunidad. Los tres legisladores que responden al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, quienes hasta hace unos meses pertenecían a Unión por la Patria, también se alinearán con el Ejecutivo, lo cual termina de ilustrar la participación activa del peronismo en esta nueva conspiración contra los jubilados.

Como sabemos, en marzo de este año el gobierno decretó una nueva fórmula de movilidad ajustada a la inflación en momentos donde comenzaba el descenso inflacionario, de manera tal que los haberes cristalizaron la pérdida que acarreaban con la fórmula anterior reglamentada en 2021 por el Frente de Todos (que ataba los aumentos a la recaudación y al índice salarial, desenganchándolos de la inflación). A su vez, mantiene congelado desde abril el bono de $70 mil para quienes cobran el haber mínimo, cuando la inflación desde ese momento hasta junio (último dato disponible) fue del 23,35% .

En ese sentido, según los datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), entre noviembre 2023 y agosto 2024, la jubilación mínima (más el bono) perdió poder de compra por el equivalente a $198.804, a precios constantes de agosto 2024. En el mismo período, los jubilados que cobran el equivalente a tres haberes mínimos acumularon una pérdida de $391.430.

Esta confiscación no es nueva, dado que los sucesivos gobiernos se ocuparon de consolidar una enorme transferencia de ingresos desde los bolsillos de los jubilados al de los capitalistas, sancionando fórmulas previsionales siempre perjudiciales para los primeros. Tal es así, que, según la fuente citada, entre 2017 (tras la aprobación de la reforma jubilatoria macrista) y agosto de este año, la jubilación mínima perdió poder de adquisitivo por el equivalente a $4.626.084 (a precios de agosto 2024). Por su parte, en los últimos siete años, los que cobran la suma de tres haberes mínimos perdieron $21.185.280.

Vale aclarar que la fórmula recientemente vetada no recompone lo perdido, solo otorga un incremento adicional del 8,1% a los haberes de abril y apenas supone una inversión extra equivalente al 0,45% del PBI según los cálculos elaborados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (porcentaje similar a lo que deja de recaudar el fisco tras la reducción de Bienes Personales contemplada en la Ley Bases). Sin embargo, Milei no está dispuesto siquiera a conceder ese aumento miserable porque quiere cumplir las metas fiscales del FMI a expensas de los jubilados; e incluso redoblar el ajuste para pagarle intereses cada vez más onerosos a la banca acreedora de los bonos del Tesoro.

Por eso, el miércoles 11 de septiembre a las 13 horas tenemos una cita de honor frente al Congreso. Debemos ser miles en las calles para conquistar el rechazo en el recinto al veto de Milei, y, de ese modo, asestarle un golpe a este gobierno inescrupuloso que se regodea reprimiendo jubilados. El Sindicalismo Combativo y el Frente de Lucha Piquetero, que estuvieron presentes en cada una de las jornadas, llaman a concentrar ese día con una columna independiente que exigirá el paro nacional y el plan de lucha hasta derrotar la ofensiva en curso.

Sigamos luchando por el 82% móvil, la jubilación mínima equivalente a la canasta de la tercera edad y aumentos de los haberes en base al índice más beneficioso. Es necesario sanear las cuentas de la Anses reponiendo los aportes patronales, registrando a todos los trabajadores informales, creando trabajo genuino para los desocupados y poniendo el organismo bajo dirección de los trabajadores activos y jubilados.

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