El Centro de Almaceneros de Córdoba dio a conocer que la inflación en la provincia, durante el mes de octubre, fue del 6,63%. En lo que va del año, ya se viene acumulando un 75,2%. De esta manera, la Canasta Básica Total (CBT) alcanzó los $144.348; se trata de una medición que, cabe destacar, no tiene en cuenta el costo de un alquiler.

Asimismo, la canasta básica alimentaria fue de $73.878 (CBA), y solo contempla los alimentos más indispensables. Aun así, el informe económico y social del Centro de Almaceneros arrojó que 4 de cada 10 hogares cordobeses no pudieron cubrir los ingresos necesarios para poder alimentarse.

Esto significa que 4 de cada 10 familias en la provincia están por debajo de la línea de indigencia. Esto es lo que explica también que el 73% de la niñez de los hogares más pobres no desayune.

Para peor, este gobierno sigue manteniendo en valores históricos la inflación. Se dispararon tanto los precios de los alimentos como los de la ropa y el calzado, necesidades básicas, aumentando aún más la indigencia dentro de las familias trabajadoras. La caída del consumo es un reflejo de la crítica situación que viven lxs trabajadorxs.

En ese sentido, un informe publicado por la Federación Comercial de Córdoba mostró que en octubre las ventas minoristas en los comercios cayeron un 5,3% frente al mismo mes del año pasado. Ezequiel Cerezo, presidente de la Fedecom, afirmó que “la suba constante de precios y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios afecta el desempeño de las ventas minoristas en general”.

Entretanto, el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo arrojó, en un informe, datos sobre la suba de los alimentos: las frutas y verduras son los productos que más han aumentado, mientras que también se vieron incrementos importantes en productos básicos como el azúcar, la sal, el aceite y la yerba. A todos estos aumentos hay que sumarles los incrementos en alquileres y servicios.

De esta manera, la situación se vuelve cada vez más insostenible para las familias obreras. Y tengamos en cuenta además que la inmensa mayoría de lxs trabajadorxs se mueve dentro del mercado de trabajo informal.

El gobierno nacional, por su parte, solo tiende a aplicar medidas que poco y nada alcanzan para paliar la problemática situación. Lanzó un bono de miseria que prometía ser para “pobres e indigentes” aunque, no obstante, terminó por excluirlos del mismo. Mientras, se aprobó un Presupuesto 2023 al servicio del FMI, que va a traer aún más ajuste y pobreza para la clase obrera.

Massa anunció un “plan de estabilización” para el período diciembre-marzo, que incluiría el congelamiento de precios de 1.500 productos. Sin embargo, les da vía libre a las empresas para aumentar los precios sin límites durante todo noviembre.

En este escenario, lxs trabajadorxs no tenemos más opción que organizarnos para defender nuestros intereses. En ese sentido, el fin de semana se estará realizando el Congreso del Polo Obrero, que será una importante instancia de debate que resolverá acciones para continuar trazando un plan de lucha a nivel nacional. Fuera los políticos capitalistas. Fuera el FMI. Vamos por un movimiento de trabajadores con banderas socialistas.