Las boletas de luz en Córdoba vienen con aumentos producto de la quita de subsidios (según una segmentación tarifaria), subas en los costos de transporte, distribución de la energía y por mantenimiento. Además, la fórmula de actualización tarifaria dejó de ser trimestral y pasó a ser mensual. Y por si esto fuera poco, se descuenta que en mayo el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) seguramente habilite un aumento en promedio del 17,28% para clientes residenciales, y del 14,89% en comercios.

De esta manera, los fuertes aumentos de la electricidad en marzo y abril no serán los últimos, sino que pretenden imponer más subas. Por supuesto que el total de las facturas no guardan relación con los ingresos populares del conjunto de la población.

Si las medidas dispuestas en materia energética por el presidente Javier Milei provocaron un tarifazo “federal” en la luz, no se puede soslayar la estructura de costos agregados que dependen de la administración del gobernador Martín Llaryora, que atizaron, todavía más, el precio final de las boletas. Sucede que en Córdoba se pagan cargos fijos, municipales y provinciales, a modo impuestos, y tasas de seguridad eléctrica y del Ersep.

En tanto que bajo el gobierno de Milei, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) impulsaría, para entre mayo y julio, una nueva suba en el valor de la energía que volvería a incrementarse un 100%, solo por el concepto del costo de la electricidad para clientes residenciales (de altos ingresos), comercios, industrias, edificios públicos y universidades.

De esta manera, el impacto del tarifazo se sentirá de lleno en los bolsillos de usuarixs residenciales con y sin subsidios. Puesto que es muy probable una incidencia en la estructura presupuestaria de comercios y pequeñas industrias, la presión de trasladar el incremento de costos a precios será inevitable.

Es decir que la responsabilidad en los incrementos de las boletas de la luz, por parte del gobierno nacional y provincial, saltan a la vista. Así las cosas, crece el impacto del costo de la energía eléctrica en la economía de la clase obrera, puesto que el gobierno provincial, con el concurso de la burocracia sindical, impuso una paritaria un 50% por debajo de la inflación, además de subir el costos de la obra social y aumentar los aportes de trabajadores en actividad para la caja de jubilaciones.

La crítica situación en la economía de la clase obrera se agravará por los tarifazos. Esto en el interior es aún peor. Sucede que el servicio se brinda por cooperativas que pagan el Kw a un precio muy superior que los usuarios de Epec. A su vez, las mencionadas instituciones se hacen cargo de todo el gasto operativo, extensión y tendido de líneas en cada localidad, materiales y sueldos.

En varias localidades del interior, como en San Marcos Sierra, lxs vecinxs empezaron a realizar protestas por el brutal aumento de la energía. Piden declarar la emergencia eléctrica, rechazar los tarifazos, y una tarifa igualitaria para todxs lxs usuarioxs de la provincia, terminando con una desigualdad en el precio, que los sucesivos gobiernos provinciales de la UCR y el PJ admitieron.

Pagar la luz o comer, parece ser el dilema en el que los gobiernos pretenden dejar a las familias trabajadoras. Esto es así porque los tarifazos en las boletas de la luz contrastan con la caída de los ingresos populares.

La desaceleración de la inflación, de la que el gobierno se ufana, no quita el duro impacto de los tarifazos en los servicios públicos, que atizaran, a su tiempo y ritmo, un posible traslado a precios. De esta manera, la suba de precios no bajaría los dos dígitos en los próximos meses.

Inflación y tarifazos son consecuencias de una orientación política antiobrera que comparten el gobierno nacional y provincial. El pago en tres cuotas que facilitó Martín Llaryora es una medida con la que busca despegarse de los incrementos en la boleta de la luz, que su gestión comparte con la administración nacional.

La política de Milei y Llaryora en aumentos que no guardan relación con los ingresos es necesario enfrentarla con la movilización popular. A los aumentos de la factura de Epec hay que sumar el tarifazo del gas, que rondaría cifras muy alejadas del aumento de los ingresos populares

En lugar de impulsar la privatización de servicios públicos, como pregona la agitación del presidente liberfacho, es necesario una reorganización del sistema eléctrico sobre nuevas bases sociales. Para terminar con los tarifazos en la luz, y en los demás servicios públicos es necesario una intervención independiente. En función de esa alternativa el Partido Obrero está impulsando asambleas para organizar la fuerza que construya la huelga general. Basta de tarifazos.

https://prensaobrera.com/politicas/14-toneladas-sale-un-programa-hecho-por-zurdos-pero-apto-para-todo-publico