Políticas
30/4/2024
Córdoba: resolución política del Congreso Regional del Partido Obrero
Análisis y caracterización del cuadro de crisis política y económica a nivel nacional y provincial.
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Congreso del Partido Obrero de Córdoba.
El Partido Obrero regional Córdoba realizó su Congreso Regional en el marco de la convocatoria del Congreso Nacional que se realizará en el mes de junio. Más de 70 delegadxs deliberaron y votaron iniciativas de lucha y organización para enfrentar el plan motosierra de Javier Milei y Martin Llaryora.
A continuación, reproducimos una síntesis de la resolución política:
El conjunto de las fuerzas políticas patronales de la provincia apoyan el programa de Javier Milei. El peronismo de Llaryora y Schiaretti acordó el ingreso al propio gobierno de liber-facho con varios funcionarios, algunos de los cuales se mantienen hasta la actualidad. El fracaso de la Ley Ómnibus abrió un enfrentamiento entre Milei y Llaryora, con acusaciones de traición y la expulsión de Giordano al frente del Anses; pero unos días después Milei anunció que se firmaría el Pacto de Mayo en Córdoba, lo que fue recibido positivamente por el gobernador peronista.
El pacto con Milei tiene como telón de fondo la política fondomonetarista, el ajustazo, la reforma laboral y la política fuertemente represiva para garantizar todo ese programa reaccionario; pero encuentra un límite en las propias disputas intercapitalistas y en el ajuste a las provincias, que tiene al transporte, el Fonid y la Caja de Jubilaciones como los principales ejes. Llaryora busca una salida a ese ajustazo descargándolo sobre la población trabajadora de la provincia, como sucede con los tarifazos al transporte o los cambios en el régimen jubilatorio.
Más allá del cogobierno y de las negociaciones del pacto, Llaryora pretende disimular sus evidentes coincidencias con Milei, ante la perspectiva de explosión social de las políticas del gobierno nacional, las disputas de la clase capitalistas, y el papel que debe cumplir la burocracia peronista en los sindicatos y demás movimientos populares. La oposición de Juntos por el Cambio, igualmente coincide con toda la política reaccionaria que llevan adelante el gobierno nacional y provincial. Luis Juez y De Loredo, los dos principales referentes de esa oposición, apoyan la Ley Ómnibus, el DNU y cuanta medida impulse el gobierno nacional. Esa agenda ajustadora y represiva, dio lugar a que procediera el “Partido Cordobés” de Llaryora, que ha sumado a su gabinete importantes referentes del PRO y de la UCR, del kirchnerismo, e incluso a viejos políticos desprendidos del juecismo, como Quinteros que ocupa el Ministerio de Seguridad.
La integración del nuevo aparato político y el programa que levanta Llaryora apuntan a poner en pie un régimen de ajustazo y represión, profundizando el camino que ya había delineado el propio Juan Schiaretti. Se trata, al igual que el ingreso al gobierno de Milei, de un recurso excepcional que pretende un abordaje de la profunda crisis política azota a la provincia. La sumatoria de Llaryora, además de fortalecer el aparato oficial, intenta dividir a la oposición ya en crisis, de Juntos por el Cambio, que disputo hace algunos meses la gobernación y la intendencia de la capital. El “Partido Cordobés” tiene como función reunir las condiciones políticas para descargar la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador; por eso también se ha sumado un variado elenco de la burocracia sindical y de organizaciones “populares”.
Un capítulo importante de la situación es la crisis en los municipios, que avanzan con un ajustazo municipal similar a los gobierno nacional y provincial. Cierre de dependencias, congelamiento salarial, despido de trabajadores municipales, tarifazos en el transporte y servicios públicos; han llevado a luchas obreras y puebladas municipales, que son el inicio de toda una serie de luchas “municipales” que se vienen. La crisis capitalista plantea, por parte de la burguesía, un cambio de régimen político para imponer una salida de fuerza contra las y los trabajadores, llevando adelante un plan de guerra antiobrero. La integración fracasada de Schiaretti y Llayora al gobierno de la ultraderecha y la conformación del “Partido Cordobés” expresan las formas políticas para llevar adelante esas tareas reaccionarias.
La lucha para derrotar a Milei, también incluye enfrentar al PJ y la UCR cómplices. La crisis por arriba abre más posibilidad para los de abajo. II. Frente a este régimen reaccionario en crisis, se han levantado grandes movilizaciones populares. A las importantes acciones de masas de diciembre y enero, siguieron multitudinarias manifestaciones el 8 y el 24 de marzo, y ahora en la marcha educativa, donde se calcula que hubo entre 80 y 100 mil personas movilizadas.
La movilización de masas desmiente uno de los relatos principales de la burocracia peronista y kirchnerista, que hasta hace algunos días planteaban que el pueblo apoyaba a Milei, que no tenía disposición a la lucha; como formar de encubrir su traición y complicidad con las políticas ajustadoras. La profundización de esa movilización y su evolución política son armas fundamentales para desterrar el otro relato falso de la burocracia traidora y del peronismo, que se refiere a una supuesta falta de relevo político ante la caída eventual de Milei. Todos estos planteos expresan la crisis de las conducciones burocráticas que oscilan entre la traición, la parálisis y el divisionismo.
La lucha por la derrota de Milei, plantea la superación de la burocracia de los sindicatos y de las organizaciones populares, y por lo tanto la lucha por una salida de trabajadores a la crisis. Durante varias de esas jornadas de lucha, se expresó en Córdoba un frente único de organizaciones sindicales, piqueteras, de mujeres y disidencias, culturales, ambientales y políticas. En varias de esas ocasiones, como fue el paro o la movilización del 8 de marzo, la convocatoria de estas organizaciones superó a la iniciativa de la burocracia. El frente estuvo liderado por los sindicatos UEPC Capital, ATE y CTA Autónoma, Químicos, Sutna, por las organizaciones piqueteras principalmente el Polo Obrero, y por los partidos de Izquierda. El bloque se va imponiendo como una realidad en la lucha contra el ajustazo del gobierno nacional y provincial, y la defección, caracterizada por la parálisis y traición de la burocracia.
La unidad, la asamblea y la acción directa, conjuntamente con la lucha política, se han demostrado como efectivos para encarar las luchas particulares y la represión del gobierno provincial. El propio gobierno provincial que no pudo reprimir directamente la fuerte movilización que protagonizo el Polo Obrero y la Unidad Piquetera el año pasado, desato una persecución judicial sobre los referentes de este frente único. La política represiva y criminalizadora del gobierno, marca por otro lado, la importancia histórica del desarrollo de este proceso de lucha. El gran desafío que se presenta es avanzar en la unidad de todos los movimientos de lucha y establecer una coordinación para impulsar la huelga general. El importante Plenario provincial de trabajadores ocupados y desocupados y de las luchas que se desarrolló el 18 de abril, es el punto de partida en ese sentido. En primer lugar, porque se votó un plan de acción que plantea el paro activo y la movilización para el 25 de mayo cuando se intente firmar el Pacto de Mayo. Asimismo, se genera una instancia para debatir e impulsar un programa obrero y popular de salida a la crisis, es decir una salida de la clase trabajadora.
Debemos batallar por imponer una nueva realidad política que impulse la acción directa y la huelga general, y a la vez eleve la intervención política de las y los luchadores. Lucha, unidad e independencia política es el camino que tenemos que pavimentar para derrotar el plan de los ajustadores nacionales y provinciales y abrir paso a una salida a la crisis que se profundiza en forma acelerada.
El Partido Obrero y su militancia está metido hasta a la cabeza en la lucha practica contra la motosierra de Milei, Llaryora y las patronales (…). Ello nos da una gran autoridad, no solo para convocar y organizar una gran asamblea provincial de lucha, sino también para hacer crecer una alternativa política de la clase obrera. Justamente la envergadura de la crisis puede revertir el cuadro de aislamiento anterior. Nuestra agitación y propaganda política debe apuntar en ese sentido, enfrentando los debates que se presentan ante las masas. Una primera cuestión es la defensa de la independencia política, ante los intentos del peronismo y del kirchnerismo, de representar una alternativa progresista o popular al gobierno liberfacho. Fue justamente el kirchnerismo y su política fondomonetarista el que abrió paso al ascenso de Milei. Llaryora directamente aparece pactando con Milei. Ligado a esto, se despliega una lucha política dentro de las organizaciones obreras y populares, ante las tentativas de llevar el movimiento de lucha a la rastra de corrientes burguesas o de la burocracia de los sindicatos y las organizaciones sociales. La clave de los avances logrados hasta el momento, pasan por esta lucha, como se verifica en UEPC Capital. Nuestra tarea consiste en preparar con la agitación, la propaganda y la organización la lucha contra el gobierno nacional y el provincial que desarrollan un enorme golpe a las masas.
Planteamos prepara la huelga general para derrotar a Milei y sus cómplices, lo que implica su caída. Por asambleas en lugares de trabajo, de estudio y las barriadas. Por una asamblea provincial y nacional de lucha, para impulsar un paro activo y un plan de lucha. Por un salario y jubilación mínima igual al costo de canasta familiar e indexación automática por inflación. 82% móvil. Ningún despido y ocupación de toda fabrica que cierre o despida. No a los cierres, ni privatizaciones de empresas y dependencias públicas. Abajo la reforma laboral y jubilatoria, no a la armonización de la Caja de Jubilaciones. Universalización y aumento de programas sociales. Creación de puesto de trabajo sobre un plan de industrialización y obra pública, en primer lugar, viviendas populares. Defensa de la salud y educación pública. Basta de depredación ambiental. Aborto legal y ESI laica y científica. Abajo la represión y la criminalización de la protesta social. Desprocesamiento de Berardo, Díaz y todos las y los luchadores. Por el cese del pago de la deuda usuraria y la ruptura con el FMI. Nacionalización de la banca y el comercio exterior. Por un gobierno de trabajadores.