Políticas

3/1/2025

Crisis política en San Nicolás: un reflejo de la desigualdad estructural

El escándalo involucra a ediles de La Libertad Avanza y de Juntos por el Cambio.

Manuel Passaglia, intendente de San Nicolás.

El Municipio de San Nicolás y el Honorable Concejo Deliberante enfrentan una crisis política sin precedentes que expone las profundas desigualdades y prácticas cuestionables que persisten en la gestión pública. La situación actual no es solo un escándalo político, sino un síntoma de un modelo de gobernanza que prioriza intereses personales y de clase por encima del bienestar colectivo.

La reciente investigación sobre los ediles de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, acusados de percibir dádivas del intendente bajo el disfraz de gratificaciones por desempeño y presentismo, desvela una trama de favoritismos que excluye a amplios sectores de la comunidad municipal. Este acto, impugnado por el Sindicato Único de Trabajadores Municipales de San Nicolás (SUTM), no solo discrimina a trabajadores jubilados y pensionados, sino que también desfinancia gravemente al Instituto de Previsión Social (IPS) y a la obra social IOMA.

Desde 2019, este sistema de premios no remunerativos ha sido una constante. Mientras se incorporó un incremento salarial del 145% al básico en el primer semestre del año, este aumento resulta insuficiente frente a la inflación y al costo de vida. A esto se suma la implementación de aumentos indirectos, destinados a beneficiar a unos pocos, en un municipio que ha reducido drásticamente su planta permanente de 1.432 a 583 empleados.

El uso del régimen de «retiros voluntarios», implementado desde 2022, es un ejemplo irónico de achicamiento estatal, que ha forzado a muchos trabajadores a aceptar condiciones adversas bajo amenazas de persecución laboral. Estos despidos encubiertos han dado lugar a una fuerza laboral precaria, integrada por cooperativistas y monotributistas que sufren condiciones de explotación laboral, incluyendo salarios bajos, falta de transporte y la ausencia de equipamiento adecuado.

En este contexto, el Concejo Deliberante no ha sido un contrapeso al Poder Ejecutivo. Al contrario, la aprobación del presupuesto 2025 revela un incremento desmedido en las bonificaciones remunerativas para los cargos jerárquicos, alcanzando aumentos superiores al 300%. Este favoritismo contrasta con los ingresos promedio de los trabajadores de planta permanente y jubilados municipales, que apenas superan los $259,000 y $182,000 mensuales, respectivamente, cifras muy por debajo de la línea de pobreza.

Es importante destacar que, según lo estipulado por la Ley Orgánica Municipal, los concejales solo están habilitados para percibir una dieta equivalente a cuatro sueldos y medio de la categoría administrativa municipal. Sin embargo, el deliberativo ha permitido irregularidades que desvirtúan este límite legal, lo que pone de manifiesto la desconexión entre los representantes municipales y los principios de austeridad que deberían regir su gestión.

A estas irregularidades se suma la represalia directa contra dirigentes sindicales que han denunciado públicamente estas prácticas. Un ejemplo claro es la persecución sufrida por el secretario general del sindicato Rodolfo Cecchi, a quien, tras denunciar la falta de pago de premios y aguinaldos para trabajadores precarizados, se le retuvieron de manera deliberada los haberes correspondientes al mes de diciembre. Este acto de hostigamiento quedó expuesto cuando, gracias al rápido accionar de nuestro abogado, Pablo Del Lito, y a una orden judicial, los haberes fueron abonados 72 horas después del plazo correspondiente, demostrando una actitud arbitraria y punitiva por parte del Ejecutivo municipal.

El deliberativo municipal, lejos de representar los intereses ciudadanos, ha priorizado sus beneficios personales. El silencio del presidente del Concejo Deliberante, Daniel Lucheli, sobre las irregularidades en la percepción de dádivas por parte de los concejales, evidencia una falta de transparencia y compromiso con los principios democráticos.

Hubo postura crítica de los cuatro concejales de Unidad Ciudadana junto con las acciones negativas de dos representantes del Frente Para la Victoria y la abstención del radical Agustín Barba.

La crisis de San Nicolás no es un caso aislado, sino un recordatorio de cómo la “la clase política” desde el presidente a los municipios coloca en primer lugar la defensa de sus intereses de clase contra   los trabajadores .

COLABORACION de Rodolfo Cecchi. Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores Municipales de San Nicolás.

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