El viernes 16 de abril, una columna de 300 manifestantes, entre trabajadores del ARS y jóvenes universitarios, fue salvajemente reprimida en el centro de La Plata. En 7 y 50, ante el corte de calles y quema de neumáticos, la policía comenzó a golpear a mansalva, arrojar balas de goma y detener manifestantes, la mayoría jóvenes. Esto provocó una notable reacción. La policía fue obligada a replegarse ante una lluvia de piedras. Rápidamente se organizó una nueva concentración frente a la Casa de Gobierno, en Plaza San Martín, para reclamar por la libertad de los detenidos. A instancias de la UJS (PO), los alumnos de Humanidades abandonaron las clases y se sumaron a la movilización. Algo similar ocurrió en Derecho, a partir de la iniciativa de los delegados del ARS y jóvenes de la JI. Recién a las cinco horas fueron liberados todos los detenidos y cesó la agitación. En las paredes de La Plata ha comenzado a aparecer una consigna, firmada o no, que se extiende cada vez más: “Duhalde represor”.