Políticas

2/12/2020

ARGENTINA - BRASIL

El acercamiento de Fernández y Bolsonaro

Alberto Fernández y su par brasileño Jair Bolsonaro mantuvieron su primer encuentro bilateral, que tuvo características virtuales. Al igual que el reciente asado con el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, el propósito fue recomponer un vínculo deteriorado.

Hace apenas unos meses, Bolsonaro lamentaba la derrota electoral de Mauricio Macri y criticaba en duros términos al gobierno argentino. La línea de Fernández, sin embargo, ha sido la de ir acercando posiciones. En esa línea, fue designado como embajador Daniel Scioli.

A la hora de sacar a relucir las coincidencias, Fernández destacó en la reunión nada menos que los aspectos de defensa. “Seguimos avanzando en materia de seguridad y Fuerzas Armadas”, dijo el presidente (La Nación, 1/12), algo que fue correspondido por el mandatario brasileño. Si algo se le critica a Bolsonaro, precisamente, es su política de seguridad. Es un excapitán de navío que reivindica la dictadura militar, conocido por sus vínculos con grupos parapoliciales y su defensa del gatillo fácil.

Argentina, Brasil y Paraguay mantienen acuerdos de cooperación en la Triple Frontera, que entrelazan a los aparatos de seguridad con el pretexto de la lucha antiterrorista y antinarcótica. En julio de 2019, el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo visitó el país para reimpulsar el operativo conjunto de seguridad “3 + 1”, afianzando su injerencia en una región estratégica. Esos son los acuerdos reaccionarios que se vienen tejiendo en el área en los últimos años.

Otro de los aspectos tratados en la reunión fue el Mercosur. Los mandatarios hablaron de darle un impulso al bloque, pero soslayaron que éste vive un proceso de disgregación. El ministro de economía brasileño, Paulo Guedes, dijo al asumir su mandato que el espacio no es una prioridad para su gobierno, y viene reclamando una rebaja del arancel externo común del 50%. Uruguay, por su parte, amenaza con avanzar en acuerdos bilaterales propios de libre comercio, con China y Estados Unidos, si los socios no lo hacen de manera conjunta. Las tratativas con Corea del Sur y otros países para un acuerdo comercial, enfrentan a la Argentina y el resto de los integrantes. Estas tendencias a la disgregación confirman la incapacidad de las clases dominantes para llevar a cabo un proceso serio de integración regional.

Fernández también se refirió a la necesidad de una cooperación ambiental, pero debería empezar por desistir del acuerdo porcino con China. Además, su socio Mariano Arcioni acaba de aprobar una ley que habilita la megaminería contaminante en parte de la cuenca del río Chubut.

El encuentro entre Fernández y Bolsonaro se inscribió en el Día de la Amistad argentina-brasileña, que conmemora una reunión de los expresidentes Raúl Alfonsín y José Sarney. A la amistad (y a la rivalidad) entre los gobiernos, opongámosle la fraternidad entre los trabajadores, en la lucha común contra el capital.