Políticas
18/6/2024
El acuerdo con el Fondo y la presión para que la Ley Bases salga “completa” de Diputados
El gobierno necesita recuperar Ganancias, Bienes Personales y privatizaciones para cumplir con las metas del FMI.
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Francos junto a la representante del FMI Gita Gopinath.
El gobierno acelera las negociaciones con la oposición patronal para recuperar los puntos caídos y/o negociados de la Ley Bases en el Senado (Ganancias, Bienes Personales, privatizaciones) en vistas a cumplir con las metas de ajuste fijadas por el FMI. Tras acordar el último desembolso, el Fondo insiste en que Milei deberá aumentar impuestos a los trabajadores y profundizar el ajuste fiscal para “encarrilarse”, aunque al costo de un crecimiento de la pobreza y las necesidades populares.
Si bien desde el FMI destacan que los recortes en el gasto público, con el desfinanciamiento de salud, educación, obras públicas y los tarifazos, por un lado, y la recaudación fiscal, por el otro, han alcanzado para cumplir gran parte del ajuste fiscal comprometido, lo cierto es que desde el organismo señalan que el gobierno deberá avanzar con la reimposición de Ganancias, cambios en Bienes Personales y la privatización y/o desfinanciamiento de empresas públicas para completar el ajuste.
Es que el ajuste del gobierno nacional está haciendo estragos en el consumo popular y por ende también en la recaudación impositiva del gobierno, algo que se vio reflejado recientemente con la caída interanual de más del 10% en las ventas por el Día del Padre.
El gobierno busca apuntalar su política de ajuste fiscal con mayores gravámenes contra los trabajadores, como es el caso de la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, que llevaría a tributar a trabajadores soleteros desde los $1,8 millones y casados con hijos desde $2,2 millones.
Para esto requiere de la colaboración, nuevamente, de los diputados y diputadas de la oposición patronal, para rescatar el articulado rechazado en el Senado, en la sesión e Diputados del próximo 26 de junio.
Otra meta del gobierno es la referente a las modificaciones en Bienes Personales, también aprobadas originariamente en Diputados y luego caídas en el Senado.
Lo que intenta con esto el gobierno es beneficiar a los capitalistas con la suba del mínimo imponible de actuales $27 millones a $100 millones y la reducción de alícuotas, con el objetivo de favorecer una alta adhesión al blanqueo de capitales aprobado y la posibilidad de un régimen especial que permite a los contribuyentes pagar por anticipado cinco ejercicios fiscales del tributo a una tasa preferencial de 0,45%, congelando su patrimonio. Una caja fiscal inmediata para Milei a costa de rematar futuros ingresos.
El FMI rescata los “recortes de gastos discrecionales” del gobierno, señalando que de aprobarse el paquete fiscal el gobierno podría obtener un “ahorro” del 0,6% del PBI.
Como telón de fondo operan las presiones por la eliminación del cepo cambiario. El gobierno quiere un crédito extra del Fondo para financiar un “tipo de cambio flotante”, pero en el organismo son por ahora reticentes: en la medida en que el Banco Central no cuenta con reservas propias y que la supresión del Impuesto País hundiría la recaudación fiscal, en el FMI preocupa que termine en el impago de sus vencimientos.
Con los tarifazos y el fin de la obra pública, el gobierno recortó gastos por 1,4% del PBI, a costa de atacar los salarios, el empleo y las necesidades populares insatisfechas. Pero el gobierno busca avanzar más a fondo, de allí que insista con la privatización de las empresas “apartadas” en la votación en el Senado, y el vaciamiento de organismos y dependencias descentralizadas. Es que el propio Caputo tuvo que sacar el pie del acelerador y postergar los tarifazos de mayo para calmar la inflación, por temor a que tensar el humor popular.
El gobierno va a Diputados con el cuchillo entre los dientes, para recuperar el paquete fiscal íntegro, pero sin garantías de que esto subsane o remedie la crisis económica, ni sirva a cumplir las metas del FMI. La única certeza es que se trata de un paquete de medidas antiobreras y beneficios para las patronales y grandes capitalistas.
Los trabajadores debemos rechazar esta ofensiva redoblando la movilización popular y con el paro nacional y los métodos históricos de lucha de la clase obrera como parte crucial de la pelea contra el ajuste de Milei y el FMI.