Políticas
18/9/2024
El asado de los que hambrean a los jubilados y el intento de blindar los vetos de Milei
Una maniobra no exenta de crisis, realineamientos y negociaciones con la casta.
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Agasajo del Milei a diputados.
En horas de la noche del pasado martes 17 se realizó el polémico “asado de los 87” diputados que respaldaron en veto presidencial contra los jubilados, convocado por el presidente Javier Milei en la residencia de Olivos para blindar su política de ajuste en marcha y los próximos vetos al caer. Milei convocó a los presentes a hacer un “scrum” para “bloquear cualquier intento de desestabilización”, con una economía en picada y el deterioro de todos los indicadores sociales.
Las y los diputados invitados, entre los que participaron legisladores de La Libertad Avanza, el PRO y la UCR que votaron a favor del gobierno en el Congreso, con varias inasistencias, llegaron a la convocatoria en tres combis, donde tendría lugar el asado de $20.000 por persona, para agasajar a quienes rechazaron un aumento de $13.000 míseros por mes para los jubilados.
Cabe denunciar lo obsceno de la convocatoria, como lo señaló el legislador porteño y dirigente del Partido Obrero Gabriel Solano, en un país donde 1,5 millones de niños y niñas se va a dormir sin cenar.
La iniciativa de Milei tuvo como claro propósito blindar a más de un tercio de los diputados para garantizar así el respaldo a nuevos vetos presidenciales contra otras iniciativas parlamentarias, como es el caso de la recientemente aprobada ley de Financiamiento Universitario.
El presidente abrió la cena con un discurso donde agradeció el respaldo de los diputados presentes al ajuste y los convocó a defender el equilibrio fiscal. Esta arenga omite que la oposición patronal viene colaborando rigurosamente con el ajuste en curso, y que los problemas se encuentran directamente asociados al fracaso económico del gobierno, con una actividad planchada y en recesión y la caída del poder adquisitivo de la población.
El gobierno, incluso, acaba de presentar su proyecto de Presupuesto 2025, con una contabilidad más que creativa, que de cumplirse se encontraría por detrás de las obligaciones de deuda por vencer, cuyo cumplimiento de pago aspirando a un nuevo endeudamiento hundiría aún más profundamente al país.
La maniobra del Ejecutivo nacional para robarles nuevamente a los jubilados también tiene sus costos. Uno de ellos es acentuar la crisis al interior de la UCR, donde se discute la expulsión de los cinco diputados que cambiaron su voto a cambio de prebendas y favores presidenciales. Lo que por el otro lado abroquela al resto en una posición más cauta frente a nuevos movimientos del tipo.
Por otro lado se encuentran los “servicios prestados” por el PRO, donde cada apoyo es fruto de negociaciones y concesiones de todo tipo. Entre estos asuntos se encuentra la disputa por los fondos coparticipables de CABA. Todo, menos una patriada o un “scrum para sacar la Argentina adelante”.
El gobierno no tiene fácil la tarea de reunir voluntades para impedir que avance la agenda de la oposición patronal en el Congreso, por lo que tendrá que jugar cada partida con las cartas que le toquen, negociando y cediendo antes sus “aliados” y “colaboradores”.
Esta dinámica también deja planteado que la población no puede confiar para nada en los bloques políticos patronales, que fijan el precio de sus voluntades y apoyos, entregando a los jubilados y trabajadores. Solo se puede depender de la propia fuerza y de la movilización independiente para derrotar el ajuste.
Así quedó demostrado con la movilización de jubilados y trabajadores al Congreso contra el veto presidencial, que fue creciendo conforme se acercaba el día de votación. Y estará por verse cuando toque el momento de la comunidad universitaria, que ya ha mostrado una capacidad de movilización inédita y viene calentando motores con distintas acciones gremiales.