Políticas

9/11/2022

El canje de deuda en pesos le suma presión a los vencimientos del 2023

Los bancos y los fondos de inversión quedan blindados frente a una devaluación.

Imagen: AFP

El gobierno prepara un nuevo canje de deuda en pesos para postergar los vencimientos de noviembre y diciembre. Esto engrosará los ya impagables compromisos que el Tesoro debe afrontar en 2023 e implicará costos cada vez más usurarios para el país.

El mercado viene disminuyendo su entusiasmo respecto a la deuda en pesos. La compra de bonos en las licitaciones de octubre y en la de principios de noviembre marcan una tendencia decreciente, que, de mantenerse, no será posible cubrir con nuevo endeudamiento los vencimientos de deuda más el déficit fiscal del último bimestre.

Por lo tanto, el gobierno lanzó este canje, con la expectativa de despejar compromisos de noviembre por $700 mil millones y de diciembre por $800 mil millones, reprogramándolos para el año próximo. En función de tentar a los acreedores, en esta oportunidad se ofrecerán bonos duales, que garantizan el mayor rendimiento entre la cotización del dólar y el índice de inflación.

En primer lugar, cabe destacar que en momentos donde recrudecen las expectativas devaluatorias, puesto que las reservas están en franco deterioro, el gobierno les asegura a la banca y a los fondos de inversión una cobertura en caso de que se produzca un salto en el tipo de cambio, mientras que los ingresos de los trabajadores quedan completamente expuestos frente a una eventual devaluación.

Por otro lado, reprogramar los pagos, lejos de solucionar la crisis de deuda, patea el problema para adelante (estos bonos duales vencerán en junio, julio y septiembre del año que viene), cuando en 2023 los vencimientos ya sumaban $12,6 billones. El gobierno solo podrá afrontar semejantes montos subiendo aún más la tasa de interés, pero además deberá apelar a un mayor ajuste sobre el gasto público para que la banca decida renovar sus títulos. Basta recordar la corrida de junio para darse cuenta que de cara al próximo proceso electoral el peronismo no solo va a estar condicionado por la supervisión del Fondo, sino también por los acreedores de la deuda en pesos.

Lo cierto es que esta bola de nieve de endeudamiento alrededor del Tesoro conlleva pagos en concepto de intereses verdaderamente onerosos: el equivalente a U$S 10.638 millones desde que asumió Alberto Fernández, un enorme negociado para el capital financiero.

El proyecto de Presupuesto 2023 prevé un desembolso de $1,5 billones para cancelar intereses de deuda en pesos, una cifra que triplica la partida contemplada para el conjunto de la obra pública de ese año. Vale recordar que tamaña usura sobre las cuentas nacionales es consecuencia directa del programa fondomonetarista, el cual dictamina restringir la emisión monetaria y financiar el rojo fiscal tomando deuda.

Con todo, es fundamental tirar abajo el acuerdo ruinoso con el FMI y repudiar la deuda usuraria para abrir un curso de desarrollo nacional al servicio de las mayorías.