Políticas

12/8/2021

El cruce entre Juan Grabois y el “Cuervo” Larroque

Una polémica entre oficialistas.

En vísperas de la movilización de San Cayetano que culminó en Plaza de Mayo, el dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), Juan Grabois, publicó un artículo en DiarioAR (6/8), titulado “La paz social en peligro”, en que señala que si el gobierno no da respuestas a la enorme crisis social que atraviesa el país, no se podrá evitar mucho tiempo más “el estallido del pueblo pobre”. Días más tarde, el ministro de desarrollo de la comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, advertía en una entrevista radial que “hay que hablar con prudencia y valorar los esfuerzos que se están haciendo”. Además, se expresó en contra del sindicato de la “economía popular” que promueve Grabois -“no soy de la idea de formar un sindicato de pobres”, dijo-, por lo que éste le respondió, acusándolo de estereotipar a ese sector.

El cruce entre Grabois y Larroque, al igual que el del referente de la Utep con Horacio Verbitsky, grafican la tensión que existe entre los movimientos sociales oficialistas y el gobierno. Además de haber sido relegados en las listas del Frente de Todos, ven con preocupación la designación del exintendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, al frente del Ministerio de Desarrollo Social. Este representa a los barones del PJ que quieren recuperar un peso territorial que han ido perdiendo, no solo frente a los grupos mencionados, sino también ante las organizaciones combativas.

Pero más allá de las tensiones, la Utep ratifica cada vez que puede su alineamiento con el gobierno. El rol de contención que busca jugar este conglomerado es reconocido de modo explícito por Grabois en la columna ya mencionada, cuando destaca “la relativa estabilidad que se mantuvo durante el tiempo de la pandemia, lograda por algunas medidas del gobierno y la formidable red de cohesión comunitaria que por décadas tejimos movimientos sociales e iglesias”. Esa es la contención que ahora estaría en peligro, según Grabois, como fruto de la agudización de la crisis social.

La nutrida movilización de San Cayetano, como señala el editorial que publicamos este miércoles, mostró la contradicción entre el deterioro de las condiciones de vida de la población y el apoyo al gobierno por parte de sus convocantes, que se limitan a formular “reclamos positivos”.

Larroque le reprocha a Grabois no valorar los “esfuerzos” gubernamentales, pero lo cierto es que el retroceso de los indicadores sociales va de la mano con las políticas oficiales de ajuste, en función del pago de la deuda y los acuerdos con los acreedores, como el que se apresta a suscribir el gobernador Axel Kicillof. Mientras los bonistas reciben una generosa oferta, los salarios y las jubilaciones pierden este año nuevamente frente a la inflación.

Para derrotar la pobreza y la precarización laboral, es necesaria la organización independiente de ocupados y desocupados, por la apertura irrestricta y aumento del monto de los planes sociales, trabajo genuino y por una salida de los trabajadores a la crisis, que parta del no pago de la deuda externa y la ruptura con el FMI.

Estos planteos son levantados por el Polo Obrero, integrante del Frente de Lucha Piquetero y la Unidad Piquetera, que vienen protagonizando en las calles la lucha contra el ajuste.