Políticas

8/11/2022

El gobierno avanza contra el derecho a vacacionar

El dólar Qatar que hace impagables los viajes al exterior, encarece también el turismo en el país.

Con la medida, la divisa llegó a $331

Las vacaciones se han encarecido enormemente para el trabajador argentino promedio. Así lo confirman desde las agencias de viaje donde reportan una caída del 30% en la compra de vuelos internacionales producto del impacto del dólar Qatar en los precios, que a su vez repercute en los precios de turismo nacional.

La medida del gobierno para evitar que los dólares por turismo salgan del país ha llevado la divisa a $331. Este encarecimiento, además de restringir los viajes al exterior, ha hecho aumentar la demanda del turismo nacional y por ende los precios. En un contexto de estampida inflacionaria, al aumento de precios por la demanda se le agrega la especulación por parte de ciertas patronales que hacen negocios con el turismo.

Sin ir más lejos, en los últimos doce meses, los costos de los hoteles y restaurantes medidos por el Indec saltaron un 99%, contra un índice de precios al consumidor del 83% interanual y un 66% acumulado anual, e incluso por encima de la inflación. En comparación con 2019, volar a otros países desde Argentina sale 559% más caro en promedio, mientras que el costo promedio de volar a destinos nacionales subió 384%. La inflación acumulada en ese período es de 236% (Ídem).

Esto pone de manifiesto que el esquema de desdoblamiento cambiario en el cual ha incursionado el gobierno no es más que una devaluación en cuotas, como bien señalábamos en Prensa Obrera, y que la pagarán aquellos trabajadores que quieran vacacionar y que viajen al mundial, lo que se suma a la ya imparable estampida de precios que pulveriza los ingresos diariamente. Al mismo tiempo, también interviene contra los trabajadores en los acuerdos paritarios, como lo hizo con el Sutna, para mantener los salarios pisados por debajo de la inflación.

Mientras tanto, le ofrece beneficios cambiarios a los “remarcadores de precios”; a los sojeros, a las petroleras, a las mineras, a las automotrices y a las empresas tecnológicas, lo que desnuda la doble vara que tiene el gobierno para decidir quienes van a ser los que paguen el acopio de divisas que reclama el FMI. Dólares para los capitalistas y devaluación para quienes viven de su salario.

Se torna fundamental luchar por la recomposición de los salarios, no solo por el pan y por el techo, también por el derecho a vacacionar.