La provincia “bendecida por la naturaleza” (como se dijo alguna vez), por contener en su geografía la formación Vaca Muerta y otras que producen los hidrocarburos no convencionales, está siendo llevada por los gobiernos del MPN antes, y el actual de la coalición variopinta que encabeza el gobernador Rolando Figueroa, a un espiral de endeudamiento y saqueo de recursos, en un momento en que el hambre se enseñorea en las barriadas y en las escuelas.

Hipoteca uno: la deuda dolarizada

A pesar de haber sido renegociada hace solo tres años y medio “exitosamente”, como dijo el exgobernador Omar Gutiérrez (MPN), el mismo Gutiérrez antes de terminar su mandato volvió a contraer nuevas deudas, y en los cuatro meses de mandato del actual gobernador el frenesí endeudador se ha potenciado. La Legislatura ya aprobó en el período de transición una emisión de deuda por U$S 150 millones “para cubrir vencimientos del presente año”. Esta semana la misma Legislatura le aprobó otro endeudamiento por U$S 500 millones y por $ 70.000 millones.
El argumento es el mismo: cubrir vencimientos de deuda y destinar una parte a la reactivación de la obra pública paralizada por el recorte de coparticipación de parte del gobierno nacional.

De esta manera, el “rebelde patagónico” hipoteca a futuro y aumenta la miseria del presente para decenas de miles de habitantes, muchos de los cuales ya no tienen ni para comer una vez al día.
Así lo prueban las ollas populares en las barriadas que el Polo Obrero viene desarrollando y que han producido una estampa propia de la crisis del 30: largas colas de personas para recibir un plato de comida.

Hipoteca dos: las petroleras

Los aumentos de producción de hidrocarburos mes a mes no pueden ocultar que las empresas especulan según la coyuntura entre aumentar la producción de gas o la de petróleo. Como el precio del Brent se encuentra por debajo del promedio del año pasado, la producción de este último se amesetó. Por ejemplo en febrero de 2024 se produjeron menos barriles que en diciembre del año pasado.

Pero se produjeron más metros cúbicos de gas. Es que el gobierno nacional tras las truchas audiencias públicas del 9 de enero abrió el camino para los nuevos precios del gas en los puntos de ingreso al sistema de transporte (PIST). El argumento del decreto por el cual se aplica el tarifazo a partir del 1º de abril es que “se busca representar los costos reales… para garantizar las inversiones”.

Esto provocó que las empresas aumentaran la producción gasífera ya que recibirán un precio PIST que en abril pasa de U$S 0,96 por millón de BTU a U$S 2,95 por millón de BTU, y desde mayo a setiembre (período invernal) llega a entre U$S 4,26 a 4,49 por millón de BTU. Precios que hacen las delicias de las petroleras, pero que implica por un lado un encarecimiento de la producción de energía (tarifazo) y del consumo hogareño (más tarifazo).

Otro dato es que la exportación de GLP hacia Chile ha aumentado. Es el tipo de gas que se usa para llenar la típicas garrafas que utilizan las barriadas humildes, y que en Neuquén ya pagan carísimo y que se se encarecerá aún más en pleno invierno.

El gobierno hipoteca y recontrahipoteca

Las declaraciones del ministro de Economía de Neuquén, Guillermo Koenig, acerca de que es necesaria “una nueva devaluación”, se encolumna con las necesidades de las petroleras (que recibirán más pesos por cada dólar exportado o vendido), pero es catastrófico para la población por su impacto en los precios y la inflación. Lo cual desmiente los dichos del jefe de Gabinete, Juan Ousset, en la conferencia anual de CAF y la Cepal en Santiago de Chile, acerca de que “el gobierno tiene como objetivo prioritario darle sustentabilidad social a la actividad hidrocarburífera”. No hay sustentabilidad más que a las petroleras, que de “social” no tienen ni tantito así, como diría el Che.
Y para remate acerca de la rabiosa orientación a favor del gran capital del gobierno provincial, el gobernador ha expresado su beneplácito y apoyo en lo referente al sector petrolero del nuevo proyecto de ley ómnibus que Milei enviará al Congreso. Y hasta se adjudica haber participado en la redacción del capítulo hidrocarburífero, respecto al cual dijo: «Hemos tenido un alto grado de incidencia desde la provincia de Neuquén, creemos que es buena la ley” (RN, 11/04).

Pero, como lo escribió Sofía Hart en Prensa Obrera, según el proyecto “el Poder Ejecutivo nacional no podrá intervenir o fijar sus precios de comercialización en el mercado interno. Un regalo a las petroleras, que si se aprueba la ley podrán equiparar los precios internos a los internacionales más elevados, generando una enorme presión sobre las tarifas y los combustibles”.

No habrá derrame social de esta aspiradora de latrocinio antipopular. Solo beneficios a favor de un puñado de especuladores y las petroleras.

Las cuentas de la provincia deben ser abiertas al control obrero y popular, así como nacionalizar bajo control obrero toda la industria energética, única forma que los recursos realmente aporten a la “sustentabilidad social” de la clase trabajadora y los sectores empobrecidos.

https://prensaobrera.com/politicas/paro-con-reforma-laboral