Políticas
14/4/2025
El gobierno devalúa… los salarios: atiza la inflación mientras ancla paritarias al 1%
La entregada de la CGT y la burocracia sindical expone a millones de trabajadores a la pobreza.

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Ajuste salarial.
Con la inflación repuntando en los últimos dos meses y la devaluación anunciada con el acuerdo del gobierno con el FMI, vuelve a ponerse de manifiesto la necesidad de revertir la entrega paritaria de la burocracia sindical para evitar que el poder adquisitivo de los salarios sea devorado por un nuevo salto en los precios y garantizar las condiciones de vida de los trabajadores y jubilados.
Los anuncios económicos del gobierno hacia un nuevo endeudamiento con el FMI, con una devaluación inicial que apunta a una pérdida de valor del peso del orden del 30%, se produjeron tan solo 24 horas después del contundente paro general aislado convocado por las centrales obreras, amenazando con agudizar la crisis contra los trabajadores.
A la disparada de los precios que se prevé por el impacto de la devaluación (suba en los combustibles, servicios, logística y bienes), que viene a trastocar un endeble esquema económico, se le suma que la inflación mensual ya viene repuntando en los últimos dos meses, con una suba leve en febrero (llegando al 2,4% de aumento) y un salto mayor en marzo (3,7%), con una fuerte incidencia en los alimentos de la canasta de indigencia, con una suba promedio del 5,9%.
Los antecedentes de esta ofensiva contra los trabajadores son las paritarias de miseria y hambre firmadas por la burocracia sindical con las patronales, bajo la tutela del gobierno nacional y su pauta de ajuste del 1%.
Esta burocracia llegó al paro como resultado de la presión y el descontento de las bases, particularmente con la repercusión de las represiones sucesivas contra los jubilados y trabajadores que se movilizan todos los miércoles frente al Congreso de la Nación contra el ajuste previsional.
A los salarios que vienen perdiendo contra la inflación –y que ahora les espera un nuevo acecho inflacionario- se suma la dramática situación de millones de jubilados, condenados a una jubilación mínima de extrema indigencia que se actualiza por IPC, con un atraso de dos meses, y que también es ajustada todos los meses con el congelamiento del bono miserable de $70.000.
Es en este cuadro caótico que la burocracia de UPCN firmó con el gobierno nacional una paritaria mensual del 1,3% y un bono ridículo de $45.000. Como antecedente cercano tuvo el cierre de la dirección de Camioneros, que se ajustó a un promedio de aumento mensual del 1%, como lo hicieron otras direcciones burocráticas antes.
La burocracia en su conjunto se avino al relato del gobierno de una supuesta caída de la inflación y la negativa a devaluar y ahora han quedado todos pagando, entregando a su paso a los trabajadores frente a una realidad económica insoportable.
El esquema de “bandas” anunciado por el gobierno implica una nueva confiscación masiva contra los trabajadores, como la que inauguró Javier Milei con su asunción en diciembre de 2023, con una remarcación de precios ajustada a las nuevas expectativas patronales.
Esto requiere la reapertura generalizada de las paritarias y una recomposición general de los salarios para recuperar lo perdido y cubrirse contra la inflación venidera y las remarcaciones patronales, cuando el mercado no deja de hablar de “precios atrasados” y “nuevas proyecciones”.
La última medición de la Junta Interna de ATE Indec arrojó una canasta familiar de $1.649.499 para enero, que incluso ya se encuentra superada por los últimos acontecimientos económicos, por lo que toda recomposición debe partir por superar dicho monto y garantizar las condiciones de vida de los trabajadores, interviniendo, a su vez, toda la cadena de valor y los principales servicios, bajo control de los trabajadores, para evitar un traslado generalizado el ajuste a los trabajadores por la vía de la remarcación de precios.

