Políticas
1/11/2021
El gobierno teme la fuga de votos por izquierda
Cuestionamientos a la labor parlamentaria del FIT-U, miedo al ingreso de concejales de izquierda y gestos “izquierdizantes” para contener la huida de votos.
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Tras la derrota en las Paso, el gobierno ha salido a intentar recuperar votos a diestra y siniestra, aunque sin revertir un ápice la política de ajuste que lo llevó al fracaso el pasado 12 de septiembre. Allí se inscribe el intento de neutralizar el voto al Frente de Izquierda Unidad, donde se destaca un artículo en el medio oficialista Página 12, que busca desacreditar a la izquierda, emparentándola de “funcional a la derecha”.
El artículo, titulado “Cómo votó la izquierda las leyes económicas”, busca generar un contrapunto con supuestas medidas progresistas del gobierno, que el FIT-U no habría acompañado por “sectarismo”, “infantilismo” y/o mezquindad. La nota expresa la preocupación oficial del crecimiento al voto a la izquierda en franjas importantes de la clase obrera, al tiempo que ratifica la realidad de los planteos de la izquierda.
Además, el gobierno ha tomado nota de que el desarrollo de la izquierda podría dar lugar al ingreso de concejales/as en bastiones del Conurbano bonaerense, como La Matanza, Moreno, Merlo, Florencio Varela, Lomas de Zamora, etc., lo que implicaría un salto de calidad en la penetración política de la izquierda revolucionaria en distritos populosos de la provincia de Buenos Aires.
“La única verdad es la realidad”
Entre los proyectos seleccionados por el escriba se encuentra nada más y nada menos que la Ley de Sostenibilidad de la Deuda, piedra fundacional del ajuste fondomonetarista de este gobierno, la cual fue votada por la unanimidad de los partidos patronales, como destaca el artículo: “La aprobación fue de 233 votos a favor, incluidos los diputados de Juntos por el Cambio, contra 2 votos negativos del FIT”.
Esta consistió en un cheque en blanco al Ejecutivo nacional para que negocie con los acreedores internacionales el rescate de la deuda externa, en lo que terminó siendo un pacto colonial con los fondos buitre, que implicó el recorte de las partidas presupuestarias y las políticas de “ahorro fiscal” en medio del desembarco de la pandemia. Todo lo que empujó a millones de trabajadores a la pobreza y la desocupación. Solo el FIT-U se opuso a tamaña entrega y claudicación.
Algo similar ocurrió con el robo a los jubilados, que fue denunciado desde la bancada del Frente de Izquierda Unidad, cuando el gobierno se aprestaba a votar la reforma jubilatoria, escondiendo el debate en la histórica votación del aborto legal. La movilidad jubilatoria del gobierno vino a agravar la pérdida en los haberes durante el macrismo, atando las jubilaciones a la recaudación de la Anses y a la evolución de los salarios: es decir, por debajo de la inflación.
Hoy la jubilación mínima deja a más de 4 millones de jubilados por debajo del salario mínimo, en $25.922, mientras que el Estado “ahorró” más de $190.000 millones en jubilaciones en el último año. La izquierda, en cambio, reclamó por el 82% móvil y el fin del vaciamiento de la Anses para pagarle a los acreedores, banqueros y fondos buitres.
El artículo también polemiza con el fallido impuesto a los ricos, que fue convertido en un “aporte solidario”, con el cual se recaudaron unos 2 mil millones de dólares, de los cuales la mitad fueron a parar a subsidios a las petroleras y al capital privado. Esto contra el proyecto de Impuesto a las Grandes Fortunas, del FIT-U-, que planteaba recaudar 20 mil millones de dólares, atacando al gran capital y las grandes empresas, excluidas del proyecto oficial.
Fuga por izquierda
Que el gobierno detecta la fuga de votos por izquierda lo demuestran las proclamas y “canciones” contra el FMI de los candidatos y referentes del oficialismo, aunque eso no sea respaldado por las gestiones del ministro Guzmán y el presidente Alberto Fernández ante el imperialismo. Ni mucho menos por el Presupuesto 2022 de ajuste, que han presentado para su tratamiento en el Congreso y que da por descontado un acuerdo con el organismo multilateral.
También la campaña de slogans por el “Sí” a los salarios, el trabajo, la vivienda, la educación, etc., todas reivindicaciones que este gobierno hundió en niveles históricos, con un crecimiento de la pobreza, el trabajo precario, la desocupación, la represión a las familias sin tierra y los salarios por debajo de la pobreza, entre otras cosas.
El gobierno tiene razones para temer un crecimiento de la izquierda, que ha sido la fuerza más consecuente con la defensa de los intereses obreros y populares. De ello da cuenta el reciente acto del Partido Obrero en Plaza de Mayo, con la participación e miles de trabajadores desocupados de los barrios pobre del Conurbano bonaerense y las villas de CABA.
Cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones, la izquierda refuerza su campaña con una profunda movilización en los barrios pobres de todo el país y en el movimiento obrero, recogiendo la confianza sembrada en los planteos y denuncias preexistentes, de un gobierno que ha fijado su norte en ela cuerdo con el FMI y el ajuste contra las masas laboriosas.
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