El martes 20 el gobierno municipal de Villa Regina, del peronista de Luis Albrieu, rechazó por 6 a 5 en el Concejo Deliberante la ordenanza que declaraba la emergencia alimentaria en la localidad, y que estipulaba la entrega de alimentos a comedores y merenderos populares de la localidad.

Esto cuando acaba de salir el dato de que mas de un millón y medio de menores se van a dormir sin cenar en la Argentina. Hasta allí llegó una delegación de comedores y merenderos que motorizaron la ordenanza, y representantes del Conya (Concejo de la Niñez y la Adolescencia) local. Muchos no lograron estar dentro del parlamento debido a la guardia de la policía de Río Negro que custodiaba la puerta principal.

La definición alrededor del rechazo desnuda que hasta aquí, ningún gobierno ha tomado en sus manos una verdadera política para atenderlos, sino todo lo contrario. Que los comedores y merenderos existan refleja el avance de la pobreza y la desocupación por un lado, dos características de ‘la perla del valle” presta a cumplir 100 años; y la organización de la clase trabajadora y los sectores populares por el otro.

Albrieu, fue colectora de Alberto Weretilneck (como muchos otros), fue legislador por dos periodos y es intendente por tercera vez, y estuvo el jueves presentando una batería de obras de cara al centenario junto al gobernador electo, solo horas después de que se rechazara la ordenanza. Entre ellas esta la construcción de un lujoso estacionamiento alrededor del edificio del Concejo Deliberante, que con otras obras valdrá la módica suma de unos $1.000 millones de pesos. Como se ve, la agenda del gobierno local y provincial apunta a favorecer los negociados de las contratistas de la obra pública; y desconocer la organización y la lucha de las organizaciones sociales, criminalizadas desde principio de año.

Qué el intendente argumente que los comedores y merenderos populares son “políticos” demuestra el total desprecio del Ejecutivo por quienes asisten allí en busca de un plato de comida o un chocolate caliente, y reafirma a quienes son los que estamos y seguimos organizándonos contra el hambre. Justamente no son ni Milei, ni Weretilneck, ni Albrieu, ni muchos de los concejales.

Para conquistar respuestas debemos seguir la organización y continuar con un plan de lucha en las calles, con blanco en el municipio. El voto negativo en el Concejo Deliberante no cierra el reclamo de ninguna manera, y no debe ser entendido como el fin. Hasta aquí queda claro quienes queremos seguir luchando y quienes aplican y adoptan la política de Javier Milei y Alberto Weretilneck.

Villa Regina: ollaza popular y volanteada en La Graava

La lucha contra otro gobierno hambreador y criminalizador. “Son muchos los reclamos”, comentan los vecinos. –

prensaobrera.com

Con o sin devaluación, Milei en problemas

Preparar la derrota de los ataques a los trabajadores es tarea de los luchadores y la izquierda. –

prensaobrera.com