Las intenciones de Jaldo de avanzar con la “eliminación del Pacto Social” no es otra cosa que una declaración de guerra contra los trabajadores. Esta maniobra del gobernador electo tiene como principal objetivo aplicar la motosierra del ajuste y hacer un “borrón y cuenta nueva” sobre las deudas entre intendencias, comunas y la casa de gobierno. Con el “reordenamiento” económico que propone, Jaldo busca repartir el costo político del ajuste que se viene; la salida del Pacto obligará a que los municipios deban administrarse con recursos propios, para lo cual tendrán que achicar estructuras como propone Jaldo en la provincia y también crear nuevos impuestos. Es decir, la salida del Pacto la pagaremos los trabajadores con impuestazos y despidos.

Está claro que los municipios, al igual que las comunas, están llenos de punteros que jamás trabajaron o cumplieron función alguna mas que juntarle votos al PJ o cobrar un sueldo y entregar una parte; en eso se apoyan los derechistas para justificar los despidos masivos que preparan en las dependencias nacionales si conquistan la presidencia. Lo cierto es que son los mismos trabajadores los que saben quién trabaja y quién no; un gobierno de trabajadores organizaría asambleas por repartición para que sean los mismos laburantes los que decidan quién trabaja y quien es un ñoqui puntero que no debería cobrar más.

En la provincia, los municipios dirigidos por el PRO y los radicales denunciaron la “discriminación” que vienen sufriendo por la asignación de fondos que privilegia a los oficialistas y castiga a los opositores; pero ninguno saca las manos de la lata, son estos mismos opositores los que tienen cientos de empleados en la Legislatura y no quieren dar a conocer los números. La cosa es más simple: si no les alcanza la plata que abran los libros de las comunas y municipios y veamos por dónde se van los recursos.

A la par que Jaldo anuncia que se termina el pacto, la actual Legislatura ya autorizó al próximo gobernador -o sea a él mismo- a tomar deuda por 20.000 millones de pesos, una cantidad sideral que no se sabe en qué se utilizaría. ¿Se están curando en sano para un eventual gobierno opositor que les restrinja los recursos? Nunca es buena idea endeudar a la provincia ni postrarse ante los derechistas, las partidas secretas que tienen todos los presupuestos deben ser transparentadas para que sean los mismos trabajadores los que puedan intervenir en el uso del presupuesto provincial.

Peronistas y macristas están comprometidos con ajustar donde no los joda a ellos; de acá en más todos los intentos y llamados a la “unidad nacional” que plantean los partidos patronales, con Massa a la cabeza, comienzan a preparar el terreno para avanzar con el ajuste brutal que reclama el FMI.

Las devaluaciones recientes, como así también las futuras que se preparan, no dejan lugar a duda que la orientación derechista ejecutada por los “nacionales y populares” que gobiernan es festejada por los leones bussistas de Milei y Bullrich.

La administración de los políticos capitalistas demostró su incapacidad para otorgarle a los trabajadores tucumanos una vida mejor. Mientras los gobernadores de turno desde hace décadas (Alperovich, Manzur, Jaldo) se reúnen a solas con cada intendente y determinan los números de sus negocios millonarios, en la provincia aumenta la pobreza, el trabajo precario, la falta de urbanización en los barrios y ciudades, y no existe el acceso a la vivienda, ni a la salud ni a la educación públicas de calidad.

Tenemos que participar masivamente en la nueva etapa política, que no será solo deliberativa por los tiempos de elecciones, sino que demandará una organización popular que garantice una sistemática acción callejera, de movilizaciones, piquetes y todo tipo de manifestaciones para demostrarle al poder político que somos las mayorías trabajadoras las que podemos cambiar la historia y que no vamos a permitir que nos quiten nuestros derechos conquistados, dilapiden nuestros recursos naturales y contaminen nuestro ambiente. Empecemos por organizar una campaña por el voto al Frente de Izquierda Unidad en todas sus categorías. Los políticos capitalistas nos hundieron en la miseria y la única salida es que se vayan todos y que no vuelvan nunca más.

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