Políticas

27/7/2019

El Partido Socialista, quebrado entre el apoyo al peronismo y al macrismo

Las banderas de la izquierda, en el FIT-Unidad

La derrota del Frente Progresista en Santa Fe y la vuelta del PJ a la gobernación de la provincia, ahondaron la crisis interna del Partido Socialista que el diputado provincial del PS, Eduardo Di Pollina, blanqueó en Página 12 llamando a no votar a Consenso Federal, que integra el socialismo.


Los dichos apuntaron a mostrar una voz interna crítica del apoyo dado a la fórmula Lavagna-Urtubey de parte del sector que comanda el gobernador saliente Miguel Lifschitz, con el argumento básico de que en la misma no hay ningún progresista. Resulta especialmente indigerible para la base progresista el voto a Urtubey, un hombre identificado con las oligarquías capitalistas provincianas y todo el andamiaje reaccionario del Estado, que mostró su cara una vez más con la reciente represión a las y los docentes salteños. Con este señalamiento crítico, Pollina intentó contener la fuga de una base electoral y partidaria propia, harta de las aventuras electorales del progresismo de Estado.


Pero lejos de un rescate que parta de un planteamiento independiente, Pollina dejó entrever que una parte de la dirigencia del PS está a la búsqueda de otra muleta política, apoyándose en la fórmula Fernández-Fernández que, según indicarían las encuestas, estaría ganando cómoda en Rosario, donde el PS tiene su desarrollo más grande a nivel país. Con una sutileza, Antonio Bonfatti, opositor interno de Lifschitz y presidente del PS Argentina, hizo un guiño en este sentido, publicando en sus redes sociales una foto que conmemora los 123 años existencia del partido de la rosa donde aparecen juntos y risueños Alberto Fernández y Hermes Binner. Es la línea de Pino Solanas y Libres del Sur en Capital Federal, que se integraron directamente a las listas de Fernández-Fernández, y del diputado saliente del socialismo santafecino Luis Contigiani, de fluidos lazos con el Vaticano.


El PS ya perdió, vota Lavagna-Urtubey


Tras la controvertida entrevista, un comunicado oficial salió a clarificar “que el socialismo integra Consenso Federal” y que por lo tanto votan sus listas, con las firmas de la plana mayor del partido, incluida la de Bonfatti. En el mismo ensalzan la candidatura de Lavagna para ningunear olímpicamente al candidato a vicepresidente, un cargo que querían para el socialismo y perdieron definitivamente tras la derrota en las elecciones de Santa Fe.


En las calles, no obstante, siguen las señales confusas con los afiches séxtuples llamando a cortar boleta en favor de Enrique Estévez, el candidato a diputado nacional del Frente Progresista de alcurnia PS, con el dibujo indisimulable de una tijera azul que lo separa de la categoría presidencial. En este sentido, ninguno de los dos vencedores progresistas de las elecciones provinciales, los intendentes electos de Rosario y Santa Fe Capital, han salido a apoyar a Consenso Federal ni participaron de ninguno de los actos de campaña de Lifschitz con Lavagna en la provincia.


La disolución del socialismo en todas las listas patronales, incluida la incorporación de Roy Cortina a las del PRO en la Capital Federal, expresa un progresismo impotente como fuerza independiente de los partidos de Estado. Las alianzas desesperadas le han significado una pendiente en declive, como vemos en el retroceso electoral de 2017 cuando Margarita Stolbizer fue con Sergio Massa y quedó detrás de lo obtenido en su momento por Binner. Para revalidar la banca que ya tiene, el socialismo santafecino necesita el 10% de los votos, que hoy no estaría recogiendo la “tercera vía” en tanto boleta completa en Santa Fe. Cargan con el fracaso y la usurpación de Luis Contigiani, el social cristiano que ungió el PS y terminó votando en contra del aborto legal, ocupando una banca que a todas luces fue un fiasco.


Las banderas de la izquierda, en las listas del Frente de Izquierda Unidad


La población progresista debe tomar nota de que este bloque, desde su ala más conservadora a la más radicalizada, se deshace al calor del apoyo a macristas, massistas, pejotistas y kirchneristas. El Frente de Izquierda-Unidad es la única fuerza independiente del régimen capitalista corrupto que integran todos ellos.


Por su parte, la fórmula Fernández-Fernández ha dado garantía de repago de la deuda externa usuraria y de que mantendrá a la Argentina bajo la tutela del FMI. En Santa Fe, no hizo falta que Omar Perotti asuma la gobernación para que el Senado peronista adopte esta senda antiobrera, aprobando la adhesión de la provincia a la nefasta ley de ART nacional, que redundará en una mayor precarización laboral con su secuela de muertes obreras. Con la integración de la burocracia sindical de ATE a la lista a diputados nacionales, se prefigura además el “contrato social” que promueve CFK como un instrumento para atar a los sindicatos al ajuste, que empezará apenas asuma Perotti con el recorte de personal estatal, como ya lo adelantó.


Tampoco habrá respuesta a los reclamos del masivo movimiento de mujeres de parte del peronismo “popular”, como les gusta llamarse. El camporista Marcos Cleri, que encabeza la nómina de diputados nacionales, no tuvo empacho en asumir una alianza electoral con la reacción clerical, aceptando una campaña común por el voto junto a los voceros de “Unite por la Familia y la Vida”, abonando el camino de Amalia Granata. La convocatoria a “unir los pañuelos celestes con los verdes” que hacen los Fernández-Fernández es una afrenta a las mujeres muertas por aborto clandestino y a todo nuestro movimiento de lucha que lleva a Ana María Acevedo como bandera.


Solo el Frente de Izquierda plantea la ruptura con el FMI y reorganizar el país sobre un programa económico soberano de los trabajadores, que para salir de la crisis necesita no pagar la deuda usuraria, nacionalizar la banca, el comercio exterior y los puertos privados que hoy son la plataforma de una guerra comercial internacional que saquea la fuerza de trabajo y el medio ambiente.


Convocamos a construir una alternativa independiente, a reagruparse en un camino de lucha obrera y socialista junto al Partido Obrero en el Frente de Izquierda-Unidad. Y en las elecciones a votar Octavio Crivaro, Luciano Cáceres, Jimena Sosa y Daniela Vergara como diputados nacionales por Santa Fe. A Nicolás Del Caño-Romina Del Plá, en la fórmula presidencial.


El único voto útil es el voto de lucha al Frente de Izquierda-Unidad.