Políticas

14/12/2022

El “pobretón” bono de fin de año: solo $24.000 para parte del sector privado

No alcanza el salario, el aguinaldo y menos aún el bono: doble aguinaldo y aumento salarial.

Alberto Fernández.

El gobierno confirmó el pago de un bono de $24.000 para los trabajadores del sector privado de hasta $185.000 de ingresos salariales netos sumado el bono, con lo que confirma su vocación ajustadora, que no recompone el deterioro salarial de los trabajadores, ni disimula que el aguinaldo tampoco achica la diferencia. Para el caso de quienes  perciban menos del tope pero que se excedan con la concurrencia de bono y salario se les pagará proporcionalmente.

El gobierno dejó trascender que el bono no alcanzaría a la totalidad de los trabajadores. No están comprendidos millones de trabajadores informales y monotributistas con relación laboral encubierta, ni tampoco se ha mencionado nada para el sector público. A su vez, el pago del bono será proporcional a la jornada laboral, disminuyendo en caso de trabajarse menos de 160 horas mensuales.

Para las trabajadoras de casas particulares la situación es de una dificultad inconmensurable, debido a que el bono debería ser pagado proporcionalmente por cada empleador, en la medida del tiempo trabajado: algo de difícil ejecución y que plantea abrir varios reclamos simultáneos.

Para el caso de los beneficiarios del Potenciar Trabajo el bono asciende a miserables $13.500, en dos cuotas, lo que no representa ni la mitad del propio plan (actualmente en alrededor de $30.000), ni una canasta individual de indigencia de $20.000, por lo que representa las migajas de un gobierno que orienta todos los recursos a garantizar el pago de la deuda externa.

Las estimaciones del gobierno calculan que entre el bono a los trabajadores privados y el bono al Potenciar Trabajo se alcanzará a 4,4 millones de trabajadores: apenas un 20% de la Población Económicamente Activa (PEA).

Un bono pobre para algunos pobres

La excesiva demora en el anuncio de los bonos solo vino a confirmar la podredumbre de un gobierno ajustador. El bono de $24.000 alcanza para salir circunstancialmente de la pobreza, en algunos casos, aunque sea solo un mes, para volver a caer al mes siguiente. Respecto a los beneficiarios del Potenciar Trabajo, sumado el bono y el cobro del mes, los trabajadores no llegan a cubrir una canasta alimentaria de indigencia.

Mientras que millones de trabajadores no recibirán el bono, el gobierno anunció para las Fuerzas Armadas, servicios de inteligencia y dependencias de Seguridad un bono de $30.000: una llamativa distinción para parte del aparato represivo del Estado.

El gobierno financiará parte del pago del bono en el sector privado, particularmente a las Pymes, quienes podrán deducir del Impuesto a las Ganancias la mitad del bono, por medio de una declaración jurada, lo que habilita todo tipo de maniobras.

Lo que hay de fondo en esta medida es la caída del poder adquisitivo de los salarios que algunas consultoras privadas, como LCG, estiman en un 25% de pérdida en el sector privado desde noviembre del 2017 hasta la fecha.

El gobierno promueve un discurso de “salarios que le ganan a la inflación” pero no puede explicar por qué se llega a diciembre con salarios bajos, aguinaldo insuficiente y un bono adicional de miseria que no compensa lo perdido.

Un ejemplo de la responsabilidad oficial es lo hecho por el gobierno con el salario mínimo, con un aumento para todo el 2022 del 92% contra una inflación proyectada en el 100%.

La burocracia sindical, por su parte, desarmó toda medida de lucha por el compromiso oficial de un “bono de recomposición”. Esta orientación condujo a una entrega salarial ante las patronales, lo opuesto por el vértice a lo conquistado por el Sutna y los residente de la salud de CABA con la lucha.

Esta situación revalida el reclamo de doble aguinaldo para los trabajadores públicos y privados, a modo de compensación, bono del 100% para los Potenciar Trabajo y bono para los trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas.

Se trata de una respuesta urgente ante la crisis económica vigente, que no debe exceptuar la lucha por una recomposición general de los salarios y la pelea por el trabajo genuino. Por esto y más razones se moviliza la Unidad Piquetera este jueves 15, los jubilados y un conjunto de trabajadores por sus respectivos conflictos.