Políticas

20/7/2023

El PTS es víctima de sí mismo

Elecciones en Santa Fe: el balance del partido de Myriam Bregman.

Octavio Crivaro junto a Bregman y Del Caño

El PTS ha presentado un balance de la derrota de la lista que armaron con Izquierda Socialista, y que encabezaba Octavio Crivaro, realmente llamativo, sobre todo por lo absurdo.

Según ellos, la lista del PO-MST (Unidad de la Izquierda) que encabezaba Carla Deiana habría obtenido casi el 63% en la interna porque “en el marco de una grave crisis institucional y con índices sociales alarmantes, el PO y el MST hicieron una campaña contra el PTS y sus referentes y, en definitiva, contra el FIT: el conjunto de sus declaraciones, entrevistas y actos incluyó diatribas contra la otra lista y sus candidatos”.

Lo primero que hay que decir es que esa explicación es falsa. La campaña de la lista Unidad de la Izquierda del PO-MST no estuvo centrada en atacar al PTS e IS. Pero es claro que tenemos divergencias en Santa Fe y en todo el país, las cuales hemos venido explicitando durante largo tiempo y por lo cual propusimos un congreso del FIT-U y los luchadores, a lo que el PTS se negó. En la elección fuimos en listas separadas, con lo cual el electorado tuvo conocimiento de que tenemos desacuerdos, no explicitar cuáles son es negar a los trabajadores y el electorado los elementos para intervenir y elegir.

Por otro lado el PTS dice que nuestra “campaña contra ellos” los hizo perder, si así fuera quiere decir que el contenido de las críticas que hicimos (durante y antes de la campaña) fueron apreciadas como correctas. Acá lo llamativo además es que quienes se sienten perjudicados por nuestras críticas se oponen a debatirlas, primero en el seno de un congreso del FIT-U y ahora públicamente: todavía Bregman no contestó si acepta el debate con Gabriel Solano. Lo que corresponde es que de cara a los trabajadores debatamos y pongamos de manifiesto qué izquierda queremos cada uno.

En nuestra campaña hicimos eje en desnudar y combatir el narcoestado, en la necesidad de votar contra los políticos capitalistas del frente de frentes y del peronismo, en denunciar la burocracia sindical y, permanentemente, el ajuste fondomonetarista. Sobre esta base propusimos dar “un nuevo impulso al Frente de Izquierda”.

Expresamos una lucha consecuente en la provincia en todos los terrenos: la “hicimos en base a un desarrollo territorial preexistente basado en la organización de la lucha contra el hambre, la miseria, el trabajo genuino y contra el ajuste del Frente de Todos, incluido los peores momentos de la cuarentena cuando encarcelaron a compañeros y compañeras que reclamaban comida. De batallar contra los narcopunteros, poniendo en pie comedores y merenderos, asambleas combativas que pelearon por la urbanización de los barrios, atendiendo la problemática de los familiares de víctimas del narcotráfico con los métodos de solidaridad de la clase obrera. A lo largo de la campaña nos concentramos en realizar una fuerte agitación fabril, llegando con nuestro volante a Acindar, Dreyfus, Terminal Puerto Rosario, La Virginia, Celulosa, Swift, Paladini, Algodonera Avellaneda, Mahle, General Motors, donde contamos con el apoyo de Germán Tonero, dirigente del PSTU, que se sumó a la campaña y a la lista de diputada/os nacionales” (ver editorial de Carla Deiana).

Y este fue el gran factor de delimitación con la lista del PTS-IS, ya que ellos colocaron el eje de la campaña en reclamar 40.000 votos para que la izquierda estuviera en las generales, posiblemente porque en 2019 el FIT (esa vez con Crivaro como candidato) no logró pasar el proscriptivo piso del 1,5% del padrón. En nosotros también existía el objetivo de superar el piso pero “en el marco de una grave crisis institucional y con índices sociales alarmantes” (PTS dixit) el acento no podría ser la autoconstrucción de la izquierda, sino los “índices sociales alarmantes”, a la mayoría de los cuales (crecimiento de la miseria en las barriadas, avance del narcoestado y la inseguridad, entre otros) el PTS le viene dando la espalda cuando rechaza organizar la lucha de los desocupados (e incluso estigmatizando al movimiento piquetero en las redes) o la lucha contra la inseguridad a la cual explícitamente se opusieron en Rosario, todo ello con argumentos que venimos rebatiendo.

En reemplazo de un balance de su propia campaña el PTS ha elegido victimizarse. La campaña tuvo el sesgo electoralista propio de un partido que definió hace un año sus candidatos principales, que destina fuertes recursos económicos y sus energías a la acción propagandista en redes y medios. Bregman y Del Caño visitaron Rosario durante la campaña acompañando a Crivaro, insistiendo con la necesidad de que “la voz de la izquierda se escuche en las generales”. La campaña que hicieron no resultó favorable a su lista.

El PTS abunda en la nota con relatos que no se comprueban en la realidad, porque lo cierto es que el PTS está fuera de la organización de las luchas más destacadas contra los gobiernos: no está en el movimiento piquetero, ha retrocedido en todo su trabajo sindical y no se destaca como organizador de ningún proceso importante de lucha. Ese relato se verifica sobre todo donde tienen una presencia electoral importante como es Jujuy, el o la autora de la nota dice que “la pelea por fortalecer a la izquierda que demostró en Jujuy que está al frente de las peleas, continua”. Pero en Jujuy el PTS es una fuerza raquítica desde el punto de vista organizativo, moviliza muy pocos compañeros, está fuera de los cortes, su peso se restringe a lo electoral (ver Las imposturas del PTS en Jujuy).

La izquierda tiene que estar arraigada en las barriadas populares, en el movimiento obrero, en los sindicatos, en el interior del país, en las organizaciones de la juventud, de la mujer, de defensa del ambiente si pretende conquistar el poder. Sin eso los resultados electorales son solo registros temporales.

https://prensaobrera.com/politicas/por-que-votar-a-gabriel-solano

https://prensaobrera.com/politicas/la-izquierda-que-se-planta-gano-las-paso-en-santa-fe