Políticas

22/3/2023

Mendoza

El PTS le sacó el cuerpo a la lucha por Martín y Lorena

La izquierda antipiquetera está perdiendo la brújula.

Foto: @ojoobrerofotografia

En la actual situación política, con el ajuste y el acuerdo en marcha, la represión y criminalización de la lucha popular están en el centro de las preocupaciones de los partidos capitalistas. Sin represión no les cierra. Lo de Mendoza es un ensayo, como lo fue lo de Sebastián Copello del PO y Juan Chorolque del MTR en Jujuy.

El golpe no es solo al movimiento piquetero, apunta a quebrar todas las luchas populares, como lo muestran los procesamientos a dirigentes sindicales o a las luchas ambientales en todo el país. Está en juego el derecho a luchar por cualquier reivindicación.

En este cuadro, el PTS, así como también Izquierda Socialista y el Nuevo MAS, han tenido frente a la detención de los compañeros del Polo Obrero de Mendoza, Martín Rodríguez y Lorena Torres, una actitud sumamente cuestionable.

En las diversas acciones que se desarrollaron, desde el martes 14 en que fueron detenidos los compañeros hasta el martes 21 en que los liberaron, la presencia del PTS fue de lo testimonial a la ausencia absoluta. Esto contrastó con la activa participación que desarrollaron otras organizaciones, la mayoría no perteneciente al Frente de Izquierda.

En Mendoza en la marcha del viernes 17 que convocó a 7.000 personas el PTS estuvo con alrededor de ocho personas, tres de ellas sosteniendo un cartel al final de la larga columna de siete cuadras y otras haciendo prensa alrededor de su precandidato a la gobernación. El tema no es menor porque esa marcha logró hacerse luego de las amenazas en persona y en el lugar del ministro de Seguridad y el jefe de Policía, que pretendían que marchásemos por las veredas y, finalmente, como una concesión por una ciclovía. Fue una situación sumamente tensa, con amedrentamiento a las compañeras y compañeros que venían de los barrios, a los cuales la policía esperaba a la bajada de los colectivos de línea, los identificaba y luego les decían que se volvieran porque iban a ir presos. El cuerpo de delegados del Polo, con dos de sus dirigentes presos, se dedicó a desarmar la provocación policial. El PTS estuvo ausente de todo esto. Su precandidato a gobernador, Lautaro Jiménez (que había estado en la asamblea del día anterior), se incorporó a la columna cuando esta ya había logrado imponerse frente al operativo policial. Cuando hubo que poner el cuerpo de toda la vanguardia mendocina para defender el derecho a la manifestación, el PTS defeccionó. En Mendoza también estuvo ausente Libres del Sur, que integra el gobierno provincial a pesar de formar parte a nivel nacional de la Unidad Piquetera.

La ausencia del PTS o su presencia ultrarreducida fueron la constante. En Buenos Aires, los referentes del PTS solo participaron de la movilización del miércoles 15. En el acto frente a la Casa de Mendoza el viernes 17 envió a una compañera telefónica sola, sin pancartas, banderas, ni nada. La Izquierda Diario miente cuando dice que ese día estuvo Nicolás Del Caño. La compañera en su intervención explicó que ahí debía estar la CGT, un reclamo que quedó desautorizado viniendo de una corriente que no mandó siquiera a sus voceros principales. En el mismo acto, por Izquierda Socialista habló Mercedes Trimarchi, pero luego se ausentaron de todo el resto de las actividades, incluida de la comisión que viajó a Mendoza y la jornada de piquetes del martes 21.

El lunes 20 se realizó la conferencia de prensa, convocada por decenas de organizaciones, frente a la Casa de Gobierno mendocina, entre ellas estuvo presente Celeste Fierro del MST. Bregman y Del Caño iban a estar en Mendoza ese día pero finalmente no fueron; en la conferencia tampoco estuvo su candidato local -Lautaro Jiménez-; mandaron a Guillo Pistonesi que no ocupa un lugar de exposición pública ni es candidato, buscaron un dirigente que no los comprometa ante el electorado. Los dirigentes del PTS tampoco estuvieron en la jornada de más 100 cortes en todo el país este martes 21 en momentos que una audiencia judicial debía decidir sobre la libertad de los compañeros. La presencia del PTS en esa jornada fue simbólica. En Mendoza frente al Polo Judicial donde se desarrollaba la audiencia fueron con seis. Un número todavía inferior se vio en el Puente Pueyrredón, donde miles de manifestantes hicieron el aguante durante cinco horas hasta la libertad de los compañeros.

La ausencia de los principales dirigentes era reemplazada por “traigo el saludo de Myriam Bregman, Nicolás Del Caño y demás figuras (sic)…” como dijo Jiménez en su saludo el viernes frente a la Corte mendocina, algo impropio que merecería ser explicado porque revela en principio que el PTS no dio importancia a una lucha que superaba la “solidaridad” con los compañeros detenidos.

¿Por qué entonces el PTS (y también IS y el Nuevo MAS) le quitan el cuerpo a esta lucha? ¿Se debe a su desprecio a la lucha piquetera? ¿Hubieran actuado de la misma forma estas organizaciones si los presos hubieran sido docentes y estudiantes, por ejemplo? Si fuera así deberían reflexionar porque la represión sobre el movimiento piquetero independiente, la campaña feroz de todas las corrientes políticas capitalistas contra él es porque en los hechos se ha configurado como la oposición más organizada que gana las calles contra el ajuste fondomonetarista, y cuando la represión y la criminalización se abre paso se extiende inevitablemente a todo el movimiento popular. ¿O es el resultado de la orientación profundamente electoralista que vienen sosteniendo, incluida la especulación por tener las Paso en Mendoza? Seguramente, ambas cosas.

En todo caso, su actitud contrasta en forma abierta con la hiperactividad en redes y medios que desarrolló esta corriente, y especialmente Myriam Bregman, para defender a Cristina Fernández en ocasión de su condena por la causa Vialidad.

Cualquiera sea el motivo, o la hipótesis, es claro que el PTS, IS y el MAS se colocaron al margen de los acontecimientos que conmueven la situación política por la intervención de los trabajadores. Cuando desde el Partido Obrero planteamos la necesidad de un congreso del FIT-U abierto a los luchadores ofrecemos una vía para que la izquierda produzca una acción que la coloque enfrentando a los políticos capitalistas y no regalarle ese terreno a la derecha facholibertaria. La dirección del PTS con actitudes como esta en relación a las detenciones en Mendoza colabora con la pretensión de aislar al movimiento piquetero, deja sin respuesta a las provocaciones de la derecha que estigmatiza esta lucha, porque objetivamente le pone un límite al ajuste. Llevaremos este debate a una reunión de mesa nacional del Frente de Izquierda Unidad, para abordar de frente los desafíos y tareas de la izquierda en la lucha contra la criminalización de la protesta social.

Necesitamos una izquierda que se plante sin vacilaciones ni especulaciones.