El Indec acaba de dar a conocer la actualización de las estadísticas de los salarios para el mes de mayo, corroborando lo que ya se sabía: un desplome del poder adquisitivo, del orden del 8% interanual. El gobierno y los gobernadores encabezan el ajuste, con salarios públicos de miseria.

El incremento del índice de salarios para el mes de mayo fue del 2,8%, promediando el alza del sector privado (3,5%), público (2,9%) y el trabajo no registrado (0,9%). Con estos números, los salarios acumulan una caída promedio del 1,4% en los primeros cinco meses del 2021 y un desplome interanual del 8%, con un 40,7% de aumento de los salarios contra un 48,8% de inflación.

El gobierno nacional no solo ha colaborado en esta dirección, con su política de “acuerdo de precios y salarios”, cuyo resultado está a la vista, sino también con las negociaciones a la baja de las paritarias del sector público que, en el desglosado, representa un “aumento” del 36,2% interanual; es decir, 12 puntos debajo de la inflación.

Estas estadísticas miden, en parte, los acuerdos salariales del periodo, por lo que dan cuenta de que la media de entre el 40-45% -luego de las paritarias del 30-35%- de aumento no ha servido para recuperar lo perdido por la inflación, sino que convalida el ajuste de las patronales.

Esto resulta aún más dramático para las jubilaciones, que ya llevan perdido un 5% en 2021, un 8% en 2020 (para la mínima) y otro 20% bajo el macrismo. O el salario mínimo, y sus derivados, que solo fue aumentado en un 35% en cuotas, contra una inflación anual que se prevé en el 50% y contra todo indicador, incluso oficial.

El “intento” del gobierno por recomponer el consumo a base de un mayor endeudamiento a mediano plazo es solo una tapadera para las elecciones, ya que el poder adquisitivo de los salarios se encuentra disminuido por la propia política oficial.

Solo el Frente de Izquierda Unidad levanta en estas elecciones un planteo de defensa de salario, para que este cubra el valor de una canasta familiar ($103.000), junto a un salario mínimo y un seguro universal al desocupado por arriba de la canasta básica ($66.448).