Políticas

20/5/2022

El salario mínimo no alcanza ni para alquilar un monoambiente

La remuneración base es de miseria y está lejos de cubrir cualquier necesidad “elemental” de la población.

Crisis alquileres.

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) ha difundido un informe donde concluyen que un salario mínimo de abril, en $38.940, solo alcanza a cubrir el 90,6% de alquiler de un monoambiente en CABA, de $43.000, en promedio. El dato refleja el deterioro del poder adquisitivo del salario base, que ya no responde a cubrir ninguna necesidad elemental, y alarma sobre el salto en los precios de los alquileres.

Mientras que el salario mínimo fue actualizado en un 45%, en cuotas, los alquileres presentan una variación interanual del 65,4%, para los monoambientes; 66,7%, para los de dos ambientes y 70% para las unidades de tres ambientes, según la misma fuente.

A esto cabe agregar el 16% adicional correspondiente a las expensas, con lo que alquilar con el equivalente a un salario mínimo es inviable. Esto determina que la mayoría de las familias pobres, con ingresos por estos niveles, se vean forzadas a alquilar habitaciones o viviendas con carencias estructurales deficientes, en barrios periféricos, carentes de alguno de los servicios esenciales.

Para el caso de los jubilados la situación resulta aún más gravosa, con ingresos base de $32.630, en concepto de jubilación mínima.

¿Cuánto debe ser el salario mínimo?

El concepto de salario mínimo está consagrado en la Constitución Nacional en el artículo 14 bis, cuando refiere que “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: (…) salario mínimo vital móvil”.

La ley recoge esta manda constitucional precisándola en el artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, estableciendo que “Salario mínimo vital, es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.

Aunque todo esto es señalado en las consideraciones de los decretos oficiales que actualizan la cifra del salario mínimo, reunión del Consejo del Salario mediante, la verdad es que el salario base no guarda relación con ninguno de los derechos a garantizarse.

Más aún el salario mínimo tampoco se encuentra vinculado a los distintos indicadores oficiales que engloban, aunque deficitariamente, alguno o varios de los ítems que hacen a la accesibilidad a los derechos mencionados. Es el caso de la Canasta Básica Alimentaria, que mide una serie de productos alimentarios esenciales, actualmente en $42.527, o la Canasta Básica Total, que sigue la evolución de alimentos, vestimenta, educación, servicios, etc., aunque descarta vivienda, y se ubica actualmente en $95.260.

La Junta Interna de ATE Indec mide, por su parte, una canasta mínima de referencia, que integra el concepto vivienda, y que cerró en abril en $154.134. Se trata del cálculo que más se aproxima a cubrir los derechos contemplados en el concepto de salario mínimo: una cifra cuatro veces superior a la que respalda el gobierno.

Crisis habitacional

Según estimaciones de un informe del Centro de Estudios Metropolitanos, 4 de cada 10 personas destinan el 40% de sus ingresos totales al pago del alquiler, lo que en CABA se calcula en un 50%. El 80% de los inquilinos tiene problemas para pagar el alquiler y el 29% tuvo que abandonar la vivienda por falta de pago.

A nivel nacional, un 19% de la población reviste la calidad de inquilino, lo cual salta al 36% en CABA, 25,8% en Neuquén, 25,5% en Córdoba y 23,9% en La Plata.

Lo dramático de estas estadísticas está vinculado a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, partiendo del deterioro del salario mínimo. Incluso la reapertura del debate sobre la reforma de la Ley de Alquileres soslaya este aspecto fundamental, convirtiéndose en el canal por donde circulan las aspiraciones de los especuladores inmobiliarios.

Un aumento de salario mínimo a lo que determina la Junta Interna de ATE Indec es un punto de partida necesario para salir de esta situación, en los términos de un planteo obrero ante la crisis.