Políticas

24/5/2021

Elecciones en Misiones: en una campaña que no despierta expectativas, el Partido Obrero pelea el ingreso de diputados

Tato Zeretski, candidato a diputado provincial junto a trabajadores en San Pedro

El adelantamiento de las elecciones por parte del Frente Renovador en Misiones llevó a tener que ir a las urnas en medio de la segunda ola, este 6 de junio. La campaña se desarrolla mientras los casos  van en aumento y se avanza la ocupación de camas de terapia intensiva. El marco de la campaña es una provincia con un 37% de pobreza, en donde es norma el trabajo precario y la superexplotación laboral en la yerba, los aserraderos, el te, el turismo y, especialmente, en el Estado. Los reclamos de las trabajadoras de la salud, la línea 137 y las estatales pusieron de relieve esta realidad, a la cual el Frente Renovador no dio ninguna respuesta.

Las elecciones tendrán como componente fundamental la fraudulenta Ley de Lemas, por la cual se presentan decenas de sublemas en cada municipio, abrevando a las candidaturas del Frente Renovador, que gobierna la provincia hace 20 años. Este régimen es el pilar de la continuidad de los renovadores, y es utilizado en la actualidad en sólo 3 provincias en el país: además de Misiones, la Formosa de Insfrán y la Santa Cruz de los Kirchner.

A pesar del enorme despliegue de lemas y sublemas, las candidaturas no despiertan en la población ninguna expectativa. Los medios de comunicación han medido inclusive este desinterés, que se refleja en la baja de audiencia cuando hablan candidatos en los programas de radio y TV.  Este desinterés de la población es el resultado de la falta de expectativas en el Frente Renovador, que ha llevado a la provincia a una situación de crisis social pero que maneja la política provincial con un enorme despliegue de recursos, medios y punteros. Pero además, refleja la crisis de la oposición tradicional a los renovadores.

Es que sus dos opositores tradicionales trabajan para los renovadores. A las expectativas que despertó el Pays, que hizo una buena elección en 2019, le siguió un derrumbe político: sus intendentes recién electos se pasaron de bando y se sumaron al oficialismo provincial. Los candidatos del Pays hacen campaña desde los operativos del ANSES, o sea, con fondos públicos. Que no son ninguna “oposición” a la renovación lo muestra la tranza permanente por los votos en la Cámara de Representantes de la provincia.

Circunstancialmente, los renovadores vuelven a encontrarse con el Pays en el Congreso Nacional donde votan juntos medidas anti populares de Fernández. Ahí, los renovadores van donde sopla el viento, siguiendo a quien tiene la potestad de manejar los giros de coparticipación. Apoyaron, la reforma jubilatoria de Macri, que golpeó los ingresos de los jubilados, y la de Fernández que los volvió a golpear. En Misiones, los jubilados ganan provinciales están el 20.000 de mínima, por abajo de la nacional. Siempre con el ajuste, gobierne quien gobierne.

El radicalismo tiene problemas similares. No es casual que cambiemos no levante en la provincia: es una oposición a medida del gobierno provincial, con el cual lo unen no solamente orígenes comunes (el macrista Schiavoni fue en su época ministro en el gobierno de Rovira), sino además una larga colaboración en negociados con la obra pública.

La campaña del Partido Obrero

En este cuadro de desinterés y falta de una oposición real al Frente Renovador, la campaña del Partido Obrero se viene destacando y va en ascenso. Con gran impulso en los barrios de la provincia, donde el Polo Obrero viene organizando la lucha contra el hambre, poniendo en pie merenderos y huertas, y avanzando en la organización de las y los desocupados, el Partido Obrero pelea ingresar, por primera vez, a la Cámara de Representantes de la Provincia. Los candidatos del Partido Obrero, Tato Zeretski, Virginia Villanueva, Eduardo Canteros y Gabriela López, junto a los candidatos a Concejales en varias localidades, son luchadores reconocidos por las causas populares de la provincia.

La campaña genera un enorme entusiasmo y se vincula con los reclamos mas sentidos de las y los trabajadores. En reuniones con trabajadores de aserraderos, por ejemplo, relatan cobrar salarios de 15.000 pesos por mes, una realidad de explotación, cuyo caldo de cultivo es la desocupación masiva, que se se repite en todos los sectores rurales (la yerba, el te, etc). El Partido Obrero es un canal para defender esos reclamos, luchando por el trabajo por convenio y con un salario igual a la canasta familiar, actualmente en 63.000 pesos.

Lo mismo ocurre con los reclamos de las mujeres. Cesino, el candidato del Frente Renovador, viene de respaldar fuertemente a Filippa, el intendente de Iguazú que llamó públicamente a violar a una periodista en 2018. El régimen de los renovadores ataca permanentemente a las mujeres, es promotor del odio y la violencia de género. Nuestras compañeras, en cambio, tienen un lugar ganado en todas las luchas de las mujeres y diversidades contra la violencia, por la educación sexual integral, la separación de la iglesia del Estado y el aborto legal.

La campaña viene abriéndose paso fuertemente en las redes sociales, logrando una llegada masiva que tenemos el desafío de ampliar en el tramo final. Es una campaña militante, contra aparatos de enormes recursos. Las reuniones en barrios y pueblos vienen siendo masivas, y nuestras candidaturas han recogido apoyos importantes, inclusive de la militancia de otros partidos o frentes. Este impulso militante es una base para llegar a los medios masivos, quebrando el monopolio que pretende tener el Frente Renovador sobre los mismos.

El ingreso del Partido Obrero a la Cámara de Diputados replantearía toda la política provincial, dando un gran impulso a las luchas de las y los trabajadores y avanzando en poner en pie una oposición genuina, obrera y socialista, al régimen de 20 años de miseria del Frente Renovador.