El 15 de mayo están convocadas las elecciones de convencionales para la reforma de la carta orgánica municipal de Ushuaia. El joven Partido Obrero fueguino ha resuelto dar batalla en las mismas y ha ofrecido su personería para la presentación de los partidos del Frente de Izquierda.

El Partido Obrero ha rechazado la forma y la oportunidad de esta convocatoria, cuyo único propósito es responder a las urgencias del actual Poder Ejecutivo municipal por una nueva reelección y de ninguna manera atender a necesidades de nuestra población.

Participaremos en la campaña electoral y en la propia convención para desenmascarar esta maniobra de contenido autoritario y llevar al debate las reivindicaciones del pueblo trabajador de Ushuaia. Entre ellas, la recomposición salarial de modo que los salarios cubran la canasta familiar, así como el fin de todas las formas de precarización y flexibilización laboral.

En concreto planteamos el pase a planta permanente de los más de 700 trabajadores precarizados por el municipio. Reforzaremos también la lucha por la recuperación de la Osep (obra social provincial) para los trabajadores.

Reclamaremos la urbanización de los asentamientos y la entrega de tierra para construcción de viviendas unifamiliares o a cooperativas que las destinen a tal fin, así como la financiación de la construcción de esas viviendas populares. Denunciamos todas las formas de discriminación que sufren las comunidades de vecinos latinoamericanos.

Llevaremos la propuesta de un Consejo Municipal Autónomo de las Mujeres, con presupuesto propio y elegido en forma directa por las propias mujeres. El flagelo de la violencia y la discriminación hacia las mujeres debe terminar y la solución hay que colocarla en manos de las propias afectadas.

En las vísperas del acuerdo con el FMI que va a condicionar a la provincia y al municipio de Ushuaia en todos los aspectos, reclamamos la implementación de un plan económico que reorganice el país sobre nuevas bases sociales, dando prioridad a las necesidades populares de trabajo, salario, vivienda, salud y educación. Todo esto implica la ruptura con el FMI y la estatización bajo control de los trabajadores de las principales ramas de nuestra economía.

Participaremos, en definitiva, de esta Convención para aproximarnos con nuestra acción política a la única salida de fondo que es el gobierno de los trabajadores.