Políticas

9/1/2024

En 2023 los costos del transporte de carga aumentaron el doble que el año anterior

Más nafta al fuego inflacionario.

Transporte de carga.

Según un informe de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), los costos del transporte de cargas aumentaron el doble que el año anterior, cerraron 2023 con un incremento de 248%, el doble de lo registrado en 2022 (121%). Esto repercute en toda la cadena productiva, puesto que impacta de lleno en el precio del traslado de todas las mercancías.

El incremento del combustible impuesto por las petroleras luego de la devaluación del 118% ejecutada por el gobierno, aplicado para arrimar los precios del mercado interno con los de exportación, es el principal impulso de este aumento. Los combustibles acumulan un alza de casi 100% solo durante el mandato de Milei, lo que también encarece el costo de transporte, el cual las patronales trasladan a los precios de todos los productos que terminan pagando los consumidores.

Así, el incremento del transporte de cargas incidirá fuertemente en los índices de inflación, fogoneando los precios en el marco de una estampida inflacionaria que ya es insoportable para el conjunto de la población. A su vez, la Ley Ómnibus que mandó el Ejecutivo al Congreso establece la liberación de los precios y de las exportaciones de hidrocarburos, en beneficio de las petroleras, lo que implica la desaparición del «barril criollo», el precio diferencial que permitía desanclar el petróleo de los vaivenes internacionales. De aprobarse, esta estampida de precios en las naftas recién comienza.

Lejos de terminar con la inflación, como prometía el presidente en su campaña, la están recrudeciendo. Es otro golpe más al bolsillo de trabajadores y jubilados, cuyos ingresos se encuentran en un piso histórico y para los cuales no hay ningún anuncio por parte del gobierno.

Utilizan la inflación para licuar salarios y jubilaciones, con el objetivo de ofrecerle a los capitalistas mano de obra barata, en pos de agrandar sus ganancias, y avanzar en un brutal ajuste fiscal que pagarán las mayorías populares y no la casta, como prometía Milei en su campaña. En paralelo, voceros oficiales afirman que “hay que agradecer que la inflación sea del 30% y no del 45%”. Un cinismo sin precedentes que se le ríe en la cara a las millones de familias que ya no saben cómo llegar a fin de mes.

Hay que tener en cuenta que todavía no transcurrió siquiera un mes de aquel día en que Luis Caputo ejecutó la megadevaluación, que ya la brecha cambiaria volvió a posarse alrededor del 30%, presionando por otro salto del dólar, de potencial hiperinflacionario. En este cuadro, el oficialismo puede optar por aplicar otra devaluación que beneficiará a las patronales exportadoras, mientras disparará nuevamente los precios y terminará de hundir nuestros ingresos.

Hay que enfrentar este plan de guerra de Milei contra los trabajadores. Garanticemos la masividad del paro activo del 24 de enero y un plan de lucha posterior por la apertura de paritarias para recomponer nuestro salario y conquistar la sepultura definitiva del DNU y la Ley Ómnibus.

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