El gobierno festeja un superávit financiero en el mes de agosto, el cual se registra luego de haber pagado $896.130 millones en intereses de deuda. La cifra es equivalente a casi cuatro millones de jubilaciones mínimas de ese mes, cercana a lo que significó el pago las remuneraciones de toda la planta estatal nacional y más del triple de lo destinado a los universidades.

Queda claro que este superávit fue logrado a fuerza de un ajuste brutal. Recordemos que, en nombre del equilibrio fiscal, el gobierno viene de vetar la ley de movilidad jubilatoria que le otorgaba un miserable aumento a los jubilados, quienes hoy se encuentran percibiendo haberes por debajo de la indigencia y cargan sobre sus espaldas con la cuarta parte de todo el recorte fiscal. El dinero que usaron para pagar intereses en agosto es mayor a unos 3.974.000 de haberes mínimos.

Ahora también anunció que va a vetar la ley de financiamiento universitario, una provocación a la comunidad universitaria que pelea por aumentos salariales y recursos para sostener la educación pública. Los servicios de deuda se llevaron 3,8 veces el equivalente a la partida mensual para las universidades nacionales. En paralelo, el 60% de la población es pobre, el consumo sigue cayendo en picada y se multiplican los despidos masivos.

Esto da cuenta que de ninguna manera el programa oficial beneficia al pueblo argentino, al contrario, el superávit que el gobierno festeja lo está pagando la población con hambre, mientras los especuladores y el capital financiero internacional engordan sus bolsillos. Un ejemplo es que se estima que quienes apostaron al carry trade desde julio obtuvieron una ganancia del 23% en dólares, gracias a la política intervencionista del gobierno para mantener alto el dólar oficial mientras rifa las reservas del Banco Central para contener las cotizaciones paralelas. Un esquema de fuga de capitales y saqueo de riquezas nacionales.

El programa oficial está orientado a hacerle pagar a los laburantes el rescate de la deuda, y promete mayores penurias para la población considerando que sigue cayendo la recaudación fiscal y se agudiza crisis de reservas del Central, producto de vender divisas para planchar al dólar y pagar la deuda usuraria.

Los trabajadores debemos prepararnos y organizarnos para salir a enfrentar la ofensiva que preparan Milei, Sturzenegger y Caputo. Hay que derrotarlos con la huelga general.

Al que hay que vetar es a Milei

Un presidente sin quórum y sin rating festeja con asado el hambre de los jubilados. –

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