En el último año, más de medio millón de jubilados cayeron en la pobreza, según un estudio privado. Dicha tasa pasó del 13,2% en el primer semestre de 2023 al 30,8% en el mismo período de 2024, un aumento de 17,6 puntos porcentuales. Este dato muestra que 1 de cada 3 jubilados son pobres, lo que en realidad es una consecuencia del brutal ajuste fiscal que aplica el gobierno, donde los adultos mayores son las principales víctimas.

En los primeros siete meses de 2024, período más fuerte de ajuste sobre las jubilaciones, por cada $100 que cayeron las erogaciones del Estado $27,7 correspondieron a los recortes en los haberes previsionales. La fórmula del gobierno para que la movilidad empate al IPC perpetúa esta situación, ya que implica que los haberes nunca se recuperen de este hundimiento. En el acumulado anual, el gasto previsional soportó el 25% de la reducción del gasto y para fin de año se espera que el haber mínimo con el bono cierre con una caída interanual del 6,7% real, según el Iaraf.

A esto se suman otros factores que encarecen más todavía el costo de vida del jubilado, como la motosierra que el gobierno aplica sobre el PAMI, y que tuvo como último episodio la eliminación de la cobertura del 100% en la totalidad de los medicamentos que contaban con este beneficio, lo que constituye una negación de derechos adquiridos y un ataque directo a las condiciones de vida y de salud de millones de afiliados.

Vale destacar que este motosierra sobre gasto público va al compas del empobrecimiento los salarios, incluidos los registrados que son los que tienen descuento jubilatorio. Según el mismo informe, se observa una tendencia creciente en la pobreza de este sector, la cual pasó del 18,1% al 27,8% con respecto al semestre anterior. La pulverización de los salarios pulveriza también los aportes jubilatorios, vaciando la caja del Anses.

A su vez, el incremento del trabajo precarizado también va socavando los aportes al sistema previsional, forzando un ajuste permanente sobre los haberes y negándole una jubilación a gran parte de la población. Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), solo 1 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 varones en edad jubilatoria presentan más de 20 años de aportes y podrían estar eventualmente en condiciones de jubilarse, una situación que se agravará fuertemente si el gobierno elimina la moratoria previsional.

Un gobierno que mata de hambre a los jubilados, es un gobierno que se tiene que ir. Los trabajadores debemos irrumpir en el escenario político con un programa propio. Para garantizar el conjunto de los derechos jubilatorios para los actuales adultos mayores y para los futuros, hay que luchar por una recomposición de los haberes, impedir el vaciamiento de la Anses y de las cajas provinciales, estableciendo el uso exclusivo de los fondos para los beneficiarios y no para el pago de la deuda. Con esas banderas nos movilizamos este 20 de diciembre, en un nuevo aniversario del Argentinazo.

Las falsas noticias de Milei en cadena nacional

–

prensaobrera.com