Políticas

19/1/2024

En medio de una hiperinflación creciente la burocracia sindical acuerda paritarias a la baja

El 24 también paramos por un salario básico de $500 mil indexado por inflación y un plan de lucha para conseguirlo

Milei y los gobernadores se alinean por detrás de los salarios a la baja.

Uno de los ejes estratégicos de la política del gobierno liberfacho de Milei, para cargar sobre las espaldas de la clase obrera un ajuste de características históricas, es la licuación de los salarios, especialmente por la vía de la inflación galopante, que en 2023 fue del 211,4%.

Con el 25,5% del aumento del índice de precios al consumidor de diciembre, el IPC acumulado de todo el año trepó 276%, 65% más que el índice de inflación general. El cuadro general de la destrucción del salario se completa con el congelamiento del salario mínimo en los $156 mil que lo dejó el gobierno ajustador de Alberto, Cristina y Massa, y el congelamiento revanchista de parte de Milei, por la convocatoria de parte de la CGT al paro del 24 de enero.

El salario mínimo es pauta salarial para un enorme porcentaje de los ingresos obreros incluso en blanco, y también de las asignaciones y planes sociales. La depreciación del salario mínimo que ahora Milei mantiene congelado en un valor que hoy equivale a 87 kilos de pan, es una política de todos los gobiernos y del conjunto de la clase capitalista. En los últimos 24 años, el kilo de pan aumentó 128.471 por ciento, mientras el salario mínimo, en el mismo período, aumentó apenas el 77.900 por ciento (Infogremiales, 18.01.2023).

Milei y gobernadores alineados con salarios a la baja

En medio de la discusión del DNU y la Ley Ómnibus reaccionarios, y de la demagogia de un sector del peronismo en las discusiones en el Congreso posando de opositores, todos los gobernadores se han alineado con la política de depreciación de los salarios obreros.

La piedra de toque la dio el gobernador de la provincia de Buenos Aires, que sin embargo hace bambolla de defender los ingresos de los trabajadores públicos bonaerenses. Kicillof cerró por decreto la paritaria de todos los estatales, docentes, médicos y judiciales con la misma oferta: se trata de un 25% en total a cobrar en febrero. La cuenta del aumento acumulado de 2023 da 153% para los estatales de la Administración Central, 166% para los auxiliares y 175% para los estatales del área de salud, contra el 211% de la inflación anual acumulada. En el caso de la docencia, este acuerdo de ajuste significa un salario inicial de $325 mil para el maestro de grado sin antigüedad y para la máxima categoría, con 24 años, de $435.551, casi 70 mil por debajo de la línea de pobreza. Otra de las variantes que ensayan en la provincia de Buenos Aires es la de acortar las horas de trabajo para congelar salarios, todo ello aceptado por las burocracias sindicales de ambas CTAs. El paso más agudo contra los salarios públicos es el del gobernador riojano, Ricardo Quintela, otro que critica de la boca para afuera pero que va a aplicar en su provincia la emisión de cuasimoneda, para pagar salarios de los estatales puntanos.

La burocracia sindical deja correr

Salvo aceiteros y Sutna, todas las paritarias que se vienen negociando, incluso la bancaria, con la patronal que más ganancias acumuló durante todo 2023, fueron a la baja.

El Sutna, luego de una lucha ejemplar para establecer su paritaria en 2023, contra la ofensiva de parte del gobierno peronista el año pasado, que incluyó asambleas masivas de fábrica, paros, movilizaciones, y hasta la ocupación del Ministerio de Trabajo, mantuvo por encima del crecimiento de la inflación los salarios. La paritaria del Sutna estableció entonces que si la inflación oficial del período julio 2023 – diciembre 2023 superaba los aumentos acordados, se otorgaría un incremento salarial equivalente al desfasaje registrado retroactivo al 1 de diciembre, con salarios por encima de la inflación establecidos en aquel acuerdo.

Por su parte, aceiteros, en cumplimiento de cláusula de acuerdo paritario 2023 al mes de diciembre de 2023, que establecía actualizaciones hasta alcanzar el porcentaje del IPC total para dicho período, cerró el año paritario 2023 con un incremento porcentual igual a la inflación, que elevó el salario básico inicial de un peón a $992.161,89 a partir del 1 de enero de 2024.

El resto de las paritarias hasta ahora establecidas, incluida la bancaria, están por debajo de la inflación anual 2023. Pallazo acordó un inicial para enero de $900 mil, que descolla frente a salarios obreros paupérrimos en la mayoría de los gremios, con la patronal que más ganancias acumuló en el 2023, pero aquí vale aquello de que no todo lo que brilla es oro. Bancarios acordó un 23% para diciembre, más un adelanto del 20% de enero, que se ajustará automáticamente si lo supera la inflación pero que, como todos los acuerdos de La Bancaria, vienen históricamente por detrás del índice de crecimiento de los precios.

La única paritaria que tiene sus salarios muy por encima de la inflación, es la ya mencionada del neumático. Por debajo de estos acuerdos, los salarios establecidos no superan la línea de pobreza. La UOM acordó un incremento del 25,5% para enero, a reveer en febrero. Se suma al esquema de paritarias mensuales que inauguró la Uocra. Así, el ingreso mínimo global de referencia metalúrgico quedó en $307.262, lo que extiende salarios por debajo de la pobreza para la inmensa mayoría de los metalúrgicos. La Uocra acordó un aumento del 20%, que lleva al salario de inicio si fuera mensualizado a $390 mil. El cuadro generalizado de pobreza en el proletariado conveniado se agrava para los trabajadores informales. Este proceso de pauperización tiene a la burocracia sindical de la CGT y de las CTAs como protagonistas fundamentales.

El 24, paramos contra las leyes reaccionarias y por un salario básico de $500 mil

La burocracia de la CGT convocó al paro nacional presionada por las bases obreras, conmocionadas por los ataques que quiere imponer Milei y por el cuadro sideral de depreciación de los ingresos de los trabajadores. Pero la medida es aislada de esta realidad, no sólo porque no tiene continuidad, sino porque antes de la huelga, que será masiva, igual que la movilización obrera de ese día, dejan pasar paritarias a la baja y mayores avances contra las condiciones laborales. El próximo 24 paremos y marchemos con un planteo independiente, como el que plantea la convocatoria del Frente de Lucha Piquetero y el Sutna, junto al sindicalismo combativo.

Paramos también para imponer un plan de lucha progresivo por $500.000 de SMVyM. Aumento de emergencia en salarios, jubilaciones y planes sociales con indexación mensual. Abajo el DNU, el protocolo de Bullrich y el proyecto de Ley Ómnibus. Ruptura con el FMI.

Sólo la intervención independiente de la clase obrera derrotará al plan motosierra de Milei y sus cómplices.

https://prensaobrera.com/politicas/vamos-por-un-plan-de-lucha-despues-del-paro-nacional-hasta-tirar-abajo-este-ajuste