Milei sumó a su nómina de asesores al exfuncionario menemista Darío Epstein, quien participó activamente en el proceso de privatizaciones de los 90′ como director de la Comisión Nacional de Valores, y, actualmente, forma parte del directorio de Pampa Energía. Su prontuario lo convierte en corresponsable del reguero de despidos que se produjo en esa década, ahora devenido en prebendario del Estado.

Su incorporación es ilustrativa acerca de cuáles son las consecuencias del programa que propone Milei. Epstein fue protagonista de las privatizaciones de empresas del sector siderúrgico, de Entel, Gas del Estado e YPF bajo la presidencia de Menem. Una política reivindicada hasta el hartazgo por el diputado de La Libertad Avanza, pero que condujo a una verdadera catástrofe social.

Trajo como resultado, por ejemplo, que en la exEntel se perdieran 16.192 puestos de trabajo entre 1987 y 1997. En exGas del Estado, se redujeron 5.789 empleos en ese período, y, por su parte, en YPF la merma alcanzó los 29.170 puestos. Así las cosas, se perdió el 57% de los puestos de trabajo de las empresas públicas privatizadas, provocando que en 1995 la tasa de desocupación se alzara al 18%.

Por otra parte, las empresas que se hicieron de los activos estatales -a precio de remate-, rápidamente procedieron a incrementar las tarifas a fin de mejorar su facturación, configurando un golpe al bolsillo popular. Sin ir más lejos, en el mismo mes que Entel pasó a manos de Telefónica y Telecom, la factura de teléfono aumentó 300%. Como vemos, lo que Milei plantea como novedoso ya fracasó en el pasado: un puñado de capitalistas se vieron beneficiados pero las consecuencias para población trabajadora fueron ruinosas.

A su vez, la privatización no derivó en el desarrollo de esas empresas sino todo lo contrario. Por mencionar un caso emblemático, con Repsol a cargo de YPF primó el vaciamiento: disminuyó su producción y sus reservas y endeudó a la compañía para pagar dividendos.

Cabe destacar que, mientras Milei habla de achicar el Estado, integra a su equipo a un ejecutivo de Pampa Energía, grupo líder en el rubro energético, receptor de cuantiosos subsidios estatales. Finalmente, las erogaciones millonarias destinadas a Cammesa funcionan como una subvención indirecta a las generadoras y transportadoras de electricidad que conforman el holding. A pesar de esto, desinvierten para presionar por mayores tarifazos en su eslabón, como es el caso de Transener (de Pampa Energía), que dejó de invertir U$S 75 millones entre 2020 y 2022, necesarios para el mantenimiento de las líneas de alta tensión. A contramano de su discurso, el liberfacho defiende los intereses de los empresarios que más parasitan los fondos públicos.

Finalmente, el empresariado, lejos de ser víctima de “los políticos” como lo presenta Milei, ha digitado las políticas económicas de los distintos gobiernos según su conveniencia. La orientación capitalista de todos los que estuvieron al frente del Estado se encuentra detrás del hundimiento del país y el retroceso en las condiciones de vida de las mayorías. Estos derechistas, lejos de plantear un rumbo opuesto, son los que más fervientemente expresan el libreto de las patronales. Como ha demostrado la historia, bajo este régimen fracasa tanto la gestión estatal como la privada de los recursos estratégicos del país.

Solo un programa de la izquierda y los trabajadores puede sacarnos a flote, porque es la única alternativa verdaderamente antisistema, que lucha todos los días contra los integrantes de la casta política y la clase social a la que tributan.

https://prensaobrera.com/politicas/asesores-de-milei-describen-el-plan-para-dolarizar

https://prensaobrera.com/politicas/cristina-y-milei-compartieron-asesores