Políticas

14/10/2024

lucha universitaria

Estudiantazo junto a los docentes contra Milei

Dos estrategias para enfrentar al gobierno. Editorial de Gabriel Solano en el episodio #28 de 14 Toneladas.

Asamblea en FADU-UBA

La semana que terminó para el gobierno fue una semana de festejo porque el gobierno logró que el Congreso avale el veto que había realizado Javier Milei contra la ley que establecía un aumento del presupuesto universitario y, más específicamente, un aumento de los salarios de los docentes y de los nodocentes de las universidades nacionales.

Y ese evento fue muy festejado y no solamente lo festejó el gobierno, también lo festejó lo que se suele llamar el mercado. Ni bien el veto fue ratificado en el Congreso, subieron los títulos públicos, bajó el riesgo país, los dólares alternativos -o sea los distintos que puede haber: contado con liquidación, Blue- bajaron su cotización y se profundizó lo que para muchos es una especie de veranito económico que está teniendo el gobierno, por el cual también festeja, festeja Milei y festeja Caputo, atacan a la oposición que no la ve y ellos dicen estamos sacando la situación adelante, porque no solamente establecemos estos vetos, sino que aparte la economía y las variables macroeconómicas nos están acompañando.

Hay una relación indudable entre el veto y este festejo de los mercados. ¿Cuál es esa relación? Que si el gobierno le reduce el presupuesto a las universidades, como en el pasado con el otro veto el gobierno impide el aumento de las jubilaciones, es evidente que de los fondos públicos la parte destinada al pago de la deuda externa crece y eso los mercados lo festejan con un aumento del valor de los bonos de los títulos públicos del Estado.

Y ese aumento de los títulos públicos redunda justamente en una baja de la tasa de riesgo país. El riesgo país bajó bastante, está en 1.100 y pico de puntos, había llegado casi a 1.600 en agosto, esta es una baja de cierta significación. Y también bajaron, como decía recién, las cotizaciones de los dólares alternativos.

Ahora, desde el punto de vista económico, aunque no es el objetivo de este editorial -lo digo solamente para que figure- este veranito que está ocurriendo es muy endeble. Uno de los basamentos que tiene es el blanqueo, que es un premio enorme a los evasores, un blanqueo como nunca existió en Argentina, donde prácticamente los capitalistas pueden blanquear fondos sin límite, sin necesidad de pagar prácticamente multa alguna, y eso ha dado lugar a que se vayan incrementando los bancos, la apertura de cuentas y el ingreso transitorio de dólares; y digo transitorio de dólares, porque del mismo modo que tienen que depositarlo, luego se lo puede retirar una vez que eso ya está blanqueado; y ya empezó ahora un retiro de fondos de los bancos, porque después del blanqueo estos capitalistas vuelven a sacar el dinero de los bancos. Pero además este veranito es endeble porque de fondo, ¿qué es lo que está permitiendo? Mientras el pueblo la está pasando mal, está pasando hambre, crece la desocupación, cae el consumo, los especuladores internacionales están obteniendo beneficios extraordinarios en muy poco tiempo; con esta baja del riesgo país, circunstancial, temporaria, y con un dólar que está planchado, se ha armado un carry trade por el cual los beneficios de corto plazo de los especuladores son enormes. Fíjense nada más que la tasa de interés está en 4% y el dólar se devalúa a 2%. Esto armado por el propio gobierno, una especie de tablita, como varios señalaron, parecida a la que en su momento llevó adelante Martínez de Hoz bajo la dictadura militar, y esto permite un seguro de cambio gratuito y beneficios en dólares por quien utiliza esta diferencia entre el tipo de cambio y la tasa de interés casi del 30% en dólares a nivel anual en Argentina. Es una fiesta capitalista de los especuladores. En ningún lugar del mundo los beneficios en dólares pueden ser del 30%, salvo en Argentina. Y esto habla de un país en bancarrota, un país en liquidación, un país en venta y por eso festejan los especuladores internacionales.

Ahora, mientras esto sucede y estos beneficios se acumulan en una pequeña minoría de la población, la masa del país está pasando, cada vez más, padecimientos que son inenarrables. Hoy escuchaba en una radio a una consultora que sigue muy de cerca el consumo en el país y da cuenta que si uno compara septiembre del año 2024 en relación a septiembre del año 2023, la caída del consumo es de 15%, una caída mayor a lo que ocurrió bajo la pandemia. Y, como varias veces lo hemos señalado, hoy no hay pandemia, hoy no están cerradas las fábricas, cerrados los comercios, paralizada la construcción por un problema de tipo sanitario. Hoy tenemos esta caída por la política económica que lleva adelante el gobierno de Milei y tenemos una caída del 15% en el consumo. Una verdadera barbaridad, un derrumbe de la actividad.

Y tenemos no solamente una caída de consumo, sino también una caída de la inversión. Y esto, déjenme destacarlo, porque muchas veces se le critica al populismo y se quiere asimilar a la izquierda, como nosotros, al populismo -nosotros no somos populistas- que dice “ustedes miran el consumo pero no miran la inversión”, y “la inversión -dicen- es más importante que el consumo porque habría una ampliación de la producción del país, y, finalmente, si hay más inversión tenemos en un futuro un mayor consumo. Pero en Argentina cae hoy de una manera muy clara el consumo inmediato de la población: y también cae la inversión. Es decir, que los capitalistas ganan dinero con la especulación financiera, pero no están invirtiendo para ampliar la capacidad de producción del país. Esto que está pasando en el en Argentina hoy.

Por lo tanto, este veranito es muy endeble y solamente prepara catástrofes económicas más fuertes que van a venir de la mano de devaluaciones, un rebote de la inflación y esto va a pasar próximamente sin ningún lugar a dudas. Por eso, insisto, nadie invierte y todo el mundo obtiene beneficios de corto plazo a través de estas diferencias entre el tipo de cambio y la tasa de interés.

Pero este tema de este veranito está contagiando también a políticos opositores y ¿por qué están contagiándolos? Porque uno lo ha escuchado, por ejemplo, a Máximo Kirchner, el dirigente máximo de La Cámpora, e incluso a Grabois -este fin de semana creo que estuvo en un acto en Tigre- ambos ya planteando las elecciones del 2025 y que tenemos que mirar allí, como si Argentina tuviese un horizonte de un año tranquilo, con una economía estable, una situación social estable y lo único que queda es prepararse para las elecciones: La Cámpora, preparando sus listas, Grabois preparando su lista -hay que ver si va con La Cámpora, si va con Kicillof o lo que sea. ¿Es lo que está discutiendo hoy el pueblo argentino? De ninguna manera. E incluso cuando trata de justificar esta decisión, Grabois dice “en las mesas de la política solo se habla de las elecciones del año que viene”, quizás sea así, pero en las mesas del pueblo argentino se habla de cómo se paga el transporte público y de cómo se manda a los pibes de colegio, cómo juntamos guita para cambiar la zapatilla, si se puede comer, si se puede comprar un remedio para un jubilado. Eso es lo que se habla. Nadie está pensando las elecciones en 2025. Hay que luchar ahora contra el Gobierno.

Por eso es muy importante, lo que está ocurriendo ahora en las universidades nacionales, con una lucha docente importante que esta semana continúa con un paro el próximo jueves, con tendencias combativas dentro de esa docencia, destacábamos lo que están haciendo los compañeros de AGD UBA acá en la Universidad de Buenos Aires y con las luchas estudiantiles, que es un dato novedoso en relación a lo que ocurrió en abril, cuando hubo otra gran marcha universitaria, porque lo que estamos teniendo es una intervención mucho más directa de los estudiantes en este conflicto y cuando los estudiantes intervienen se dinamiza mucho eso con ocupaciones, con marchas masivas, con piquetes, ese dato fundamental. Y la cuestión ahora es profundizar esa lucha, desarrollarla, hay que ir a un volumen nacional que pueda contagiar a otros sectores sociales, como ha pasado tantas veces cuando la lucha estudiantil se convierte en una especie de bisagra en la situación política nueva que propaga a sectores sociales, que va más allá del propio estudiantado, que contagia a los sindicatos, que contagia las barriadas más pobres.

Esta es la cuestión clave del momento: desarrollar la lucha para derrotar y terminar con este gobierno capitalista que es para el pueblo es una verdadera calamidad. Y las tendencias hacia eso, insisto, están presentes ahora. Las asambleas que se van a realizar en diferentes facultades van a votar ocupaciones, la tenemos que apoyar; el paro del jueves, lo tenemos que apoyar, y tenemos que preparar las condiciones para una gran huelga general universitaria y educativa que derrote a la política del gobierno.

Ese es el tema de fondo que está planteado acá. Obviamente esto choca con la estrategia, no solamente de los Máximo Kirchner, cuando dice lo siguiente; “nosotros tenemos que ir hacia las elecciones el año 2025 y es la única garantía que tenemos para poner un límite a Milei”. ¿Es verdad eso? Eso es mentira, ¿por qué es mentira? Si el peronismo, ya tiene en el Senado una cantidad de votos significativa y en la Cámara de Diputados y la Ley Bases, por ejemplo, se aprobó con la colaboración del peronismo, ¿dónde está esa garantía de las elecciones, dónde está la garantía que si ingresan diputados por el peronismo o senadores por el peronismo, vamos a evitar que Milei consagre en el Congreso sus objetivos? Eso no se ha dado. Ahora, Milei necesitó un tercio y lo logró, pero cuando necesitó una mayoría para aprobar la ley Bases también la logró. Y cuando necesita una mayoría para que no se anulen sus DNU también está logrando; es decir que la presión capitalista abarca todas las fuerzas del sistema y abarca también a los Máximo Kirchner y a los Grabois que están dando consejos de no luchar sino prepararse para las selecciones del año que viene.

¿Qué le decimos nosotros desde acá a la militancia de La Cámpora? No le den bola a Máximo Kirchner, no va a ser una lista pactada entre Máximo e Insaurralde en la provincia de Buenos Aires la garantía para derrotar a Milei, no va a ser una lista del PJ tucumano que colabora con Milei una garantía para derrotar el gobierno nacional; no va a ser una lista del gobierno catamarqueño peronista que gobierna para las grandes mineras, la garantía para pararle la mano a Milei. Lo que va a ser una garantía para pararle la mano a Milei es la lucha popular, en las calles, en las facultades, en las fábricas, en las grandes barriadas. Ese va a ser el tema y nosotros tenemos que luchar por esa perspectiva. Y el Partido Obrero como partido político ha lanzado la consigna nacional de “Fuera Milei”.

Y si se va Milei ¿quién viene? lo que tiene que venir es un gobierno que garantice el 82% móvil, un gobierno que garantice presupuesto universitario, un gobierno que garantice que haya empleo registrado de calidad y bien pago, un gobierno que garantice un plan de obras públicas -con eje en la vivienda popular- y un gobierno que haga todo eso inexorablemente va a ser un gobierno de los trabajadores.

Universidad – Prensa Obrera
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A fondo con la lucha universitaria ¡Fuera Milei!
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