Gabriel Solano: “El FMI no es un prestamista privado, busca riquezas como el litio, y tiene como accionista mayoritario a Estados Unidos”
El precandidato a presidente por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda explicó cuál es el planteo de la izquierda para la administración del litio, antagónico al que se imprime hoy.
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Gabriel Solano en IP
La rebelión en Jujuy contra la reforma constitucional reaccionaria de Morales desnudó el régimen de saqueo de los recursos provinciales y volvió a poner el tema del litio en centro de la agenda política y el debate electoral. Es un mineral codiciado a nivel mundial y que abunda en el norte de Argentina. En una entrevista para el canal IP, Gabriel Solano, precandidato a presidente del Frente de Izquierda por el Partido Obrero, explicó cuál es el planteo de la izquierda para la administración del litio, antagónico al que se imprime hoy.
En el marco electoral, los argumentos de los políticos capitalistas vienen girando en torno “al respeto de la seguridad jurídica empresarial”, el “desarrollo de la infraestructura” y a la necesidad de “establecer reglas claras para la inversión”, lo que conforma un paquete de concesiones a las multinacionales mineras.
Supuestamente, el esquema tendría por objetivo atraer divisas pero, como explicó Solano, “aún prevalece la ley impulsada por el gobierno de Menem, que recortó las regalías que el país se queda por dicha explotación llevándolas a un miserable 3% cuando en otros países de Latinoamérica, como Chile, se ubican alrededor de un 40%, un escándalo. Incluso una parte de ese 3% lo pueden destinar a cubrir costos empresariales, como la construcción de un camino hacia el yacimiento”. En paralelo, el gobierno continúa destinando divisas a importar baterías (fabricadas a base de litio), profundizando la acuciante crisis de reservas del Central, lo que demuestra la inviabilidad de esta política.
El costo de producción de la tonelada de litio es de aproximadamente 5.000 dólares. Las empresas lo venden al exterior a más de 70.000 dólares generando una renta extraordinaria. A su vez, aprovechan el bajo costo para venderle el mineral a sus propias casas matrices a un precio muy económico, lo que constituye la principal vía saqueo. Solano denunció que estas mineras, al mismo tiempo, “acumulan un tendal de denuncias por fraude al fisco mediante la subfacturación de exportaciones, una herramienta utilizada para quedarse con más dólares de la que también son principales usuarias las patronales sojeras. Es el caso de Livent, la principal multinacional explotadora de litio en Argentina”.
A su vez, la extracción de litio genera un pasivo ambiental enorme, principalmente por la enorme cantidad de agua que requiere. Para esto es fundamental el rol cómplice de los gobernadores que componen la llamada Mesa del Litio, protagonistas del bloqueo a la Ley de Humedales, que además vienen de participar de un foro armado por la cámara minera para exigir mayor libertad para fugar dólares y garantías de que no se tocarán sus beneficios impositivos.
Sobre este punto Solano sostuvo: “el lobby minero y la complicidad de los gobiernos con estos negociados capitalistas a costa del ambiente es tal que incluso la propia Cristina Kirchner derogó la Ley de Glaciares que había aprobado su propio bloque, aceptando el pedido de la Barrick Gold”, en referencia a lo sucedido durante la presidencia de CFK.
El acuerdo con el FMI, como bien explicó Solano, es una herramienta de coloniaje por parte del imperialismo destinada sobre todo a este saqueo. “El FMI no es un prestamista privado, no busca plata, busca el litio, Vaca Muerta, la hidrovía, y tiene como accionista mayoritario a Estados Unidos, quien tiene el 17,5% de las acciones y le otorga el poder de veto. Romper con el FMI no es un tema de deuda, es un tema de soberanía”.
Esta orientación entreguista no responde solo a los gobiernos provinciales de derecha, como quiere instalar el oficialismo, sino que atraviesa a todo el arco político patronal, como con la norteamericana Livent en Catamarca o los emprendimientos concedidos por Sáenz en Salta, gobernadores peronistas de provincias donde crece la pobreza y los pasivos ambientales por la utilización del agua escasa y el derroche de químicos. A su vez, es algo que quedó plasmado en la foto de Wado de Pedro, Gerardo Morales y el embajador yanqui en Argentina de gira por EE.UU, junto a otros gobernadores del PJ, donde fueron a reunirse con estos pulpos mineros para rematar los salares.
Como salida, el precandidato a presidente sostuvo: “el litio tiene que ser nacionalizado de verdad, no como hoy que su explotación permanece en manos privadas. El objetivo no es tener un porcentaje de regalías mayor, sino industrializar el litio en manos del Estado (recordemos que este mineral permanece bajo control provincial), con un control obrero de la producción y una planificación productiva en función de un desarrollo nacional. Para eso es necesario transferir tecnología al país, garantizando una explotación del mineral compatible con el ambiente, por lo que se torna imprescindible nacionalizar también el comercio exterior, dominado por intereses privados, de manera de reorientar los recursos nacionales a dicho objetivo.
Este programa solo puede llevarlo adelante la izquierda, de la mano de un gobierno de trabajadores, no los políticos capitalistas que nos gobiernan hace 40 años y nos han traído a esta debacle.
https://prensaobrera.com/politicas/a-gerardo-morales-y-wado-de-pedro-los-une-la-entrega-del-litio