Políticas

17/10/2022

Ganancias: otra actualización por debajo de la inflación para seguir abrochando los salarios

Subiría desde noviembre el Mínimo No Imponible y gravará salarios por encima de los $330.000 brutos.

Impuesto a las Ganancias.

El ministro de Economía, Sergio Massa, anticipó que subirá desde noviembre el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y gravará salarios por encima de los $330.000 brutos (sin contar los descuentos). Es decir, un aumento de alrededor de un 17%, que termina por conformar un 25% total para el año, frente a una inflación que se proyecta superior al 95% y frente a paritarias que se ubican entre el 65% (en el caso de las más bajas) y el 100% (como es el caso del Sutna). Así será cada vez mayor el espectro de trabajadores que quedará percibido por el tributo y verá confiscado su salario. Esto se irá acrecentando a lo largo del año y se agravará si el gobierno no exceptúa el aguinaldo. De esta forma, se acrecienta la ya enorme carga impositiva que recae sobre las espaldas de la población trabajadora.

La última actualización del piso de Ganancias se aplicó en junio. Si un obrero que cobraba $270.000 brutos percibió un aumento de salario superior al 20% desde ese momento a la fecha, siendo este incluso inferior a la inflación registrada para ese mismo período, quedará alcanzado por el tributo (ni hablar en el caso de que un colectivo obrero logre acceder a un aumento que se asemeje al costo de vida). Si a esto le sumamos que a ese importe todavía no se le han aplicado las deducciones (aportes jubilatorios, obra social, etc.) y que, según la Junta Interna de Ate Indec, la canasta básica total en julio se ubicaba en $179.990, queda demostrado que cualquier asalariado que alcance a cubrir los gastos básicos de una familia se verá incorporado al impuesto.

Probablemente, si todo sigue en la línea del último incremento, no se actualicen las alícuotas lo que quiere decir que a medida que el salario de los trabajadores aumente, también lo hará el porcentaje retenido llevando a una percepción de casi el 35% del salario. Además, la devolución de esta retención para aquellos que hayan quedado incorporados con el MNI anterior y ahora queden exceptuados les será reintegrada de manera devaluada, por lo que el gobierno también se embolsará de esta forma una parte importante del salario, sobre todo en un contexto de desdoblamiento cambiario y fuerte presión devaluatoria por parte de la inflación.

Esto también se aplicará sobre monotributistas y autónomos, en lo que se engloban contingentes enteros de precarizados y las patronales evaden la carga fiscal por la relación de dependencia. Para los primeros, el piso de Ganancias se ubica en $150.000, apenas por encima de la canasta básica alimentaria, y para los segundos en $64.141, apenas por encima de la línea de pobreza, lo que oficia como el mayor botón de muestra de que este tributo conforma una confiscación de los ingresos de los trabajadores.

Massa viene de reunirse con el FMI en Estados Unidos, allí el organismo le exigió un redoble del ajuste que viene llevando adelante. Durante todo el año el gobierno viene utilizando la inflación como una transferencia de ingresos de los trabajadores al Estado porque aumenta la recaudación por impuestos. Mientras este aumento del MNI es presentado como un hecho de justicia, el gobierno se vale de él como una herramienta para reventar los ingresos de los trabajadores mediante tributos regresivos, como también lo es el IVA, para incrementar la recaudación fiscal en pos de cumplir con las metas de déficit fiscal impuestas por el Fondo. Esto a su vez será acompañado por la burocracia sindical, la misma que negocia paritarias a la baja y quien ya propone a Massa como candidato 2023.

Mientras tanto, el gobierno le ofrece exenciones impositivas a las patronales que se llenan los bolsillos con la brecha cambiaria, están al frente de la evasión fiscal y la fuga de divisas, lo que desnuda el carácter capitalista de los políticos de turno puesto que le hacen pagar el ajuste solo a la clase trabajadora.

La pelea por la liquidación del impuesto al salario y a las jubilaciones, con la eliminación de la cuarta categoría de Ganancias, debe estar asociada a la lucha general del movimiento obrero por paritarias libres, un mínimo equivalente a la canasta familiar y el 82% móvil para los jubilados. En ese sentido, el Sutna marca el camino y se torna más urgente que nunca la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha.