Políticas

10/7/2023|1672

Gasoducto Néstor Kirchner: para Cristina no fue magia, fue Chevron

Un paso más en la entrega de los recursos nacionales a las multinacionales.

Inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.,

Este domingo 9 de julio, el presidente, la vicepresidenta y el ministro de Economía inauguraron el gasoducto Néstor Kirchner en Salliqueló, provincia de Buenos Aires. El acto, lejos de ser un acto de independencia nacional como sostienen, constituyó un paso más en la entrega a las multinacionales.

Cristina Fernández de Kirchner sostuvo en Twitter que “estos 573 kilómetros que coronan la recuperación de nuestra petrolera de bandera en el 2012 y de los acuerdos que supimos celebrar con Chevrón”. Es la confesión de que la construcción del gasoducto se enmarca en la política hidrocarburífera oficial a medida de las petroleras extranjeras, como sucedió con la “reestatización” de YPF. Esta incluye el acuerdo secreto que firmó CFK, durante su gobierno, con Chevrón, el cual establece retenciones 0% y libre disponibilidad divisas para el 20% de las exportaciones de gas y petróleo de aquellas empresas que tengan proyectos en Vaca Muerta durante más de cinco años.

En su discurso, la exmandataria afirmó que, si bien se busca “exportar” gas con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), el otro objetivo es garantizar “gas y petróleo para nuestra industria” y para que sea “más competitiva”. También agrego que el otro objetivo es llegar con el gas a “los hogares argentinos porque no es justo que, si tenemos la segunda reserva gas del mundo no convencional, nos quieran cobrar las cosas a precio dólar y precio internacional”.

Sin embargo, como el gas en boca de pozo tiene un precio dolarizado, para abaratar su precio el Estado debería implementar un esquema de subsidios, algo a contramano del acuerdo con el FMI que exige el recorte de los mismos. De lo contrario, los pulpos petroleros que operan en el yacimiento exigirán equiparar los precios internos a los internacionales (más elevados) como condición para destinar parte de su producción incremental de gas al consumo interno, en lugar de exportarla, e impactará en toda la cadena energética. Recordemos que el precio del gas en boca de pozo ronda actualmente los U$S 4 por millón de BTU, mientras el precio promedio de los envíos al exterior fue de U$S 7,89 por millón de BTU en 2022.

A su vez, el organismo exige un redoble de los tarifazos, lo que también cuestiona el marco de “competitividad” que el gobierno dice poder otorgarle a la industria, sobre todo porque los subsidios fueron retirados en su totalidad para los grandes usuarios. Este alza en el costo se traslada al precio final de cada producto, lo que impacta de lleno en el bolsillo de los consumidores, que además deben lidiar con el aumento de tarifas en sus hogares.

A esto se suma que los contratos están en dólares, es decir que las petroleras están absolutamente cubiertas frente a una devaluación. Cabe destacar que el FMI pugna por una depreciación del peso de entre el 30% y el 40% que el gobierno está buscando contener a fuerza de dilapidar las reservas del Central y promover el endeudamiento del país, llevando esta hipoteca permanentemente al borde de la explosión. Es por este motivo que lo más probable es que el gasoducto Néstor Kirchner esté orientado principalmente a la exportación, con el objetivo de atraer divisas destinadas al pago de la deuda, siendo Vaca Muerta uno de los principales botines del imperialismo, y cuyas mayores beneficiarias serán las multinacionales.

El dominio capitalista de los recursos hidrocarburíferos hará que la finalización de esta obra se traduzca en mayores tarifazos para el conjunto de la población y también en un agravamiento de las penurias cotidianas de quienes habitan las zonas aledañas a las explotaciones petroleras de Vaca Muerta, y que deben soportar sismos a causa de las fracturas que conlleva el fracking, falta de agua porque la acaparan las petrolera y contaminación.

Como dijo Gabriel Solano, “los responsables de esta situación son todos los que nos gobernaron las últimas décadas: el menemismo que entregó YPF a Repsol, el kirchnerismo que montó un esquema fraudulento de saqueo con Esquenazi y luego reestatizó la compañía pagando indemnizaciones multimillonarias en los tribunales internacionales, y por supuesto, el macrismo”.

En la misma línea, el Frente de Todos ha fomentado hasta el hartazgo el negocio exportador de las petroleras, al punto tal que Massa instrumentó el decreto entreguista que había dictado Cristina Kirchner en 2013. Paralelamente, solo un porcentaje menor de los pueblos aledaños a la cuenca neuquina recibe gas natural, lo que da cuenta que los recursos nacionales solo benefician a los capitalistas que explotan la cuenca.

Solo la nacionalización bajo control obrero de los recursos hidrocarburíferos podrá orientar el sistema energético al desarrollo nacional, garantizando que la renta no se la lleve un puñado de petroleras y satisfaciendo los derechos básicos de la población trabajadora y la inversión necesaria para lograr una transición energética que sea amigable con el ambiente. Para eso hay que darle impulso a la izquierda.

https://prensaobrera.com/politicas/gabriel-solano-cristina-y-massa-reivindican-una-politica-petrolera-de-saqueo-en-favor-de-chevron-y-techint