El triple crimen ha puesto de relieve los vínculos que unen al narcotráfico, la mafia y otros grandes negociados capitalistas con el poder político local.

El intendente Coronel está cada vez más comprometido. Scioli no lo quiere recibir y menos aún la Casa Rosada. El palacio del gobierno de La Plata está preparando el reemplazo del devaluado intendente.

La actitud que ha tomado la oposición es funcional a ese operativo. Al comienzo de la semana pasada, anunció con bombos y platillos una movilización que fue un fiasco. Bajo el disfraz de un movimiento opositor, tenemos una operación política orquestada desde La Plata y que apunta a un relevo “ordenado” del intendente.

Por otro lado, el triple crimen es un brasa ardiente que pone en jaque al intendente y a los gobiernos provincial y nacional.

Frente a esta situación, el Partido Obrero ha comenzado una campaña política en el distrito. Planteamos que se tienen que ir todos: de Coronel para abajo y de Coronel para arriba. Hay que barrer la escoria para proceder a una transformación que privilegie las necesidades populares.