Este martes 21 de diciembre más de 5.000 personas se movilizaron contra el Presupuesto 2022 de ajuste, endeudamiento, represión y precarización laboral presentado por Axel Kicillof en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. La marcha fue impulsada por las bancadas del FIT-U, que asumieron el pasado 9 de diciembre Guillermo Kane y Graciela Calderón.

Luego de una reunión abierta para impulsar la convocatoria, suscribieron la misma sindicatos como el Suteba Ensenada, La Matanza y Madariaga, las juntas internas combativas de ATE como Educación, Agroindustria, Desarrollo Social, entre oras. A eso se sumaron distintas organizaciones estudiantiles, políticas y también del movimiento piquetero, como el Polo Obrero, Igualdad Social, el MTR 12 de Abril, el Frente Popular Darío Santillán – Corriente Plurinacional, entre otras.

Un rechazo popular

En el acto de cierre de la movilización hubo numerosas intervenciones, comenzando por la de los diputados del Frente de Izquierda, que rearfirmaron su voto en contra al Presupuesto 2022 y llamaron a continuar movilizando contra el ajuste que el gobierno de Kicillof lleva adelante con el acompañamiento de Juntos por el Cambio.

Todos los oradores plantearon un rechazo desde una perspectiva de los trabajadores a la “ley de leyes”. Se cuestionó el recorte nominal en Salud, donde el gobierno parece haber diagnosticado no solo el fin de la pandemia sino un estado óptimo de los hospitales y centros de atención.

También se rechazó la idea de que con la construcción de 10.000 viviendas se avanza en solucionar el déficit habitacional, que hoy afecta a más de dos millones de bonaerenses. La política de precarización laboral también fue rechazada de plano, siendo que el proyecto sigue condenando a casi un tercio de los trabajadores del Estado a contratos temporarios y precarios.

Por otra parte, la política represiva se refuerza con la incorporación de 10.000 efectivos nuevos a la Policía Bonaerense, lo que mereció el repudio de todos los que tomaron la palabra. Esa misma fuerza es la que está involucrada en las decenas de casos de gatillo fácil cada año, y la que garantiza la represión contra el pueblo, como vimos el año pasado en la lucha de Guernica por tierra para vivir.

Un presupuesto provincial en crisis

El proyecto presentado por Kicillof y su ministro de hacienda, Pablo López, sigue sin fecha de tratamiento cuando entramos en los últimos días del año. Fracasada la tentativa de convocar una sesión para el 21 de diciembre, el oficialismo organizó la visita de tres ministros durante esta semana para dar la idea de que el proyecto se está debatiendo. Estas visitas fueron en carácter de reuniones informativas, fuera del marco de debate en alguna comisión y por lo tanto no implican dictamen alguno.

El Frente de Todos viene golpeado por el reciente fracaso en el tratamiento del presupuesto nacional en el Congreso. como Juntos por el Cambio, por su parte, también está cruzado por divisiones internas. Se suma la crisis por los fondos municipales y por la discusión acerca de las reelecciones indefinidas de los intendentes, por la que pujan alcaldes tanto oficialistas como opositores. El empantanamiento del debate sigue poniendo en duda que el proyecto pueda tratarse el 28 de diciembre, como pretende el gobierno, como también pone en cuestión cuál será el texto final que se pondrá a tratamiento.

Sigamos enfrentando el ajuste

La movilización en La Plata se inscribe en el cuadro de una creciente intervención popular, como se expresa en el Chubutazo que hizo retroceder al gobierno de Arcioni y la Legislatura provincial con la zonificación minera, y antes con la masividad de la convocatoria que copó la Plaza de Mayo el 11 de diciembre contra el pacto con el FMI. Las expresiones de lucha crecen, y ponen en tela de juicio el ajuste y la política fondomonetarista en curso.

Por ese camino es que planteamos continuar la pelea por todos los reclamos populares en la provincia de Buenos Aires. Vamos por la defensa de los salarios y por el trabajo genuino, por tierra para vivir, por el fin de la represión, y por el no pago de la deuda usuraria e ilegítima.