El diputado por Patria Grande en el Frente de Todos, Itai Hagman, llegó a mentir en su cuenta de Twitter para defender el ajuste que supone el Presupuesto 2023 sobre el rubro educativo. Aseguró que el recorte en términos reales “no existiría”, ya que de no cumplirse la meta de inflación oficial del 60% para agosto 2023 – algo descontado por todas las proyecciones- se votaría una actualización en las erogaciones por una cláusula incluida en el proyecto.

El de Hagman es parte de un intento desesperado por negar un ajuste que está a la vista. Aduce que ahora con las adjudicaciones complementarias que se incluyeron en el dictamen estaría “saldado” el problema, y las partidas en total se corresponderían con las pautas inflacionarias. En el mejor de los casos, esto sería sostener el ajuste vivido este año. Pero lo cierto es que la variación de los precios está intencionalmente subestimada, y el compromiso asumido por el oficialismo no es ninguna actualización automática en función de la inflación, sino más bien lo contrario.

El apartado que cita Itai fue incorporado a pedido de Juntos por el Cambio, y de ningún modo evita que las erogaciones sean licuadas por un aumento de precios mayor. Fija que si en agosto de 2023 la inflación o la recaudación fiscal superan en más de diez puntos porcentuales lo presupuestado el Ejecutivo deberá enviar al parlamento una ley de actualización del Presupuesto. Es decir que para Patria Grande es una garantía que las partidas de Educación sean definidas por un nuevo proyecto de Massa, supervisado por el Fondo y requiriendo los votos de la derecha.

Para ver las prioridades del gobierno alcanza con apuntar que los fondos destinados a educación representan poco más de un 5% del total del presupuesto, la mitad de lo que se llevarán los pagos de intereses de deuda. Esto fue denunciado por la diputada Romina Del Plá ante el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, quien en las comisiones del Congreso justificó un aumento del 54% cuando la proyección inflacionaria oficial es del 60%. La legisladora de la izquierda le enrostró que mientras tanto la docencia universitaria va una y otra vez a jornadas de paro en defensa de sus salarios, siguen explotando escuelas y se caen los techos, y a los pibes les llegan viandas podridas.

 

La ampliación presupuestaria no es una cláusula de indexación por inflación. Vos lo sabés muy bien. https://t.co/wwnQQ1rfXy

— Gabriel Solano (@Solanopo) October 24, 2022

Como bien le espetó a Hagman el dirigente del Partido Obrero en el Frente de Izquierda – Unidad, Gabriel Solano, una cláusula para votar una revisión no garantiza de ningún modo que el Congreso reasigne nuevas partidas por encima de este umbral. En tal caso, un mecanismo que podría servir a estos efectos es una cláusula de indexación automática por inflación. Si el gobierno no la establece es precisamente porque dibuja metas inflacionarias para seguir achicando el déficit fiscal a pedido del FMI: le permite depreciar el gasto en asistencia social, educación, salud y las áreas que repercuten en la población trabajadora, mientras que la recaudación de impuestos crece sí a la par que los precios.

Cabe destacar el papel lamentable al que termina reducido Patria Grande. El consenso ajustador en toda la coalición de gobierno, que incluye el aval explícito de La Cámpora a Sergio Massa, expone su pleno compromiso con esta política dictada por el Fondo Monetario. Lapidario para cualquiera que se precie de latinoamericanista.

Contra todos los políticos capitalistas, responsables de las escuelas derrumbadas, de los docentes pobres y de los pibes que tienen que dejar de estudiar, el Partido Obrero continuará este sábado 29 la seguidilla de actos masivos que viene protagonizando en todo el país con una jornada que promete ser multitudinaria en Plaza de Mayo y en varias de las principales plazas de la Argentina.

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