Juan Manzur, candidato a vicepresidente de la fórmula que encabeza Wado De Pedro, ya no ocupa el cargo de gobernador tucumano pero sigue siendo una pieza clave de ese oscuro entramado del poder político que son los mandatarios provinciales.

Además de ocupar el máximo sillón tucumano entre 2019 y su salto a la jefatura de gabinete de ministros en 2021, a instancias de Cristina Kirchner, Manzur también fue vice del cuestionado José Alperovich.

Desde estas posiciones de poder, Manzur contribuyó no solo al sometimiento y empobrecimiento de las masas tucumanas sino también a la gobernabilidad de Macri, a quien apoyó en la reforma jubilatoria.

🗨️ "Wado De Pedro, Manzur, Capitanich, Morales y el embajador norteamericano discutieron en Estados Unidos la entrega del litio. No es el PJ jujeño, es la orientación nacional la que está en juego" @Solanopo en @_IPNoticias pic.twitter.com/1qY3xPv1hY

— Frente de Izquierda (@FdeIzquierda) June 23, 2023

A su vez, su dilatada trayectoria en el área de salud (fue ministro nacional entre 2009 y 2015, y provincial en Tucumán entre 2003 y 2007) le permitió tejer vínculos con los laboratorios privados. Es conocida su relación con Hugo Sigman, del Grupo Insud, quien habría financiado su carrera a la gobernación, y menos conocida la que mantiene con Eduardo Macchiavelo, CEO de Roemmers y miembro de Cilfa, la cámara del sector (Perfil, 20/9/21).

Del paso de Manzur por el área de salud, quedan las denuncias por la adulteración de las cifras de desnutrición infantil en Tucumán.

Manzur es, también, cultor de otro gran poder: la Iglesia Católica. Impulsó la declaración de Tucumán como provincia “provida” y fue un lobista contra la legalización del aborto. Vale recordar que en Tucumán se produjeron estos años algunos de los casos más escandalosos en el ataque a los derechos de las mujeres: en 2016, el de Belen, encarcelada tras sufrir un aborto espontáneo; y en 2019, el de una niña que fue obligada a parir después de ser víctima de un abuso (se le negó acceso a la interrupción legal del embarazo).

El exgobernador tucumano tiene también vínculos con la embajada norteamericana y la esposa de Joe Biden (eldiarioar, 23/9/21).

Manzur tiene, además, lazos con varios referentes de la CGT.

Gobernadores, laboratorios privados, Iglesia, embajada yanqui y burocracia sindical. Cuando uno repasa estos intereses que se confunden tras la figura de Manzur, entiende las razones por las que Cristina lo escogió como candidato.

Son las mismas razones por las que los trabajadores, mujeres y juventud debemos rechazarlo.

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