Políticas
4/9/2024
Kicillof relanza el Rigi bonaerense con mayores beneficios para los capitalistas
Un retrato del “Estado presente”.
Seguir
Axel Kicillof.
Axel Kicillof, y su ministro de Producción Augusto Costa, presentaron los lineamientos del Régimen Provincial de Fomento a las Inversiones Estratégicas en un acto en Ituzaingó. Convocado por la Multisectorial en Defensa de la Industria Nacional, la fecha elegida (2 de septiembre, Día de la Industria) supone un contrapunto con Milei y la política de desmantelamiento de la industria nacional que Kicillof le reprocha al gobierno “libertario”.
El llamado “Rigi bonaerense” se relanzó después de que Kicillof lo anunciara un mes y medio atrás en plena puja por la instalación de la Planta de Gas Natural Licuado. En Ituzaingó, el gobernador dijo que el régimen de fomento provincial está en “las antípodas del Rigi de Milei”. No es lo que sostenía el gobierno de Unión por la Patria cuando presentaba al Rigi bonaerense como un complemento del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, hijo de la Ley Bases. Entonces, Axel Kicillof se defendía de quienes lo atacaban por no adherir al Rigi de Milei, afirmando que este régimen ya tenía aplicación plena en la provincia de Buenos Aires.
Según Kicillof se “están hablando los lineamientos del Régimen Provincial en la Legislatura”, es decir que del dicho al hecho hay todavía un largo camino de negociaciones con la oposición derechista. El Rigi “nacional y popular” se reactiva después de que el gobierno, por boca del jefe de ministros Carlos Bianco, volviera a desautorizar el aumento de las indemnizaciones por despido para “no ahogar a la producción”. Para Kicillof los reclamos de los trabajadores son parte del “industricidio”.
Según informó Augusto Costa, el régimen de promoción bonaerense arrancaría desde los 50 millones de dólares y se segmentaria en tres renglones de beneficiarios de acuerdo a la magnitud y volumen de la inversión. Así, hasta 50 millones de dólares las empresas tenderían una exención impositiva del 30% en el Impuesto Inmobiliario, Ingresos Brutos y en el Impuesto a los Sellos por un lapso de 5 años. Las inversiones entre 50 y 200 millones de dólares tendrían un beneficio fiscal del 25% por 4 años, y aquellas que superen los 200 millones un 20% de exención de los gravámenes provinciales por 3 años. Para adherir al Rigi bonaerense los inscriptos deberían comprometerse a un programa de desarrollo de proveedores locales con un mínimo del 50% de las empresas proveedoras radicadas en la provincia. Esta versión del Rigi estaría destinada a inversiones en la industria manufacturera, servicios y logística, turismo, de inversiones intensivas en recursos naturales y proyectos estratégicos.
Flanqueado por Augusto Costa, el ministro de Trabajo Walter Correa, de Infraestructura Gabriel Katopodis, el presidente del Banco Provincia y el intendente Pablo Descalzo de Ituzaingó., el gobernador Kicillof hizo referencia a las diferencias que tendría con el Rigi de Milei. Una de estas diferencias serían los años de exenciones tributarias a aplicar en cada segmento. Fue el propio ministro de Producción Costa quien relativizó los tiempos cuando precisó que pueden haber beneficios adicionales pero no por más de 15 años. De movida se prolongarían las exenciones por dos años agregando un 10% extra de descuento para aquellas empresas que cumplan con ciertos requisitos.
En todos los casos las empresas adherentes gozarán de “estabilidad tributaria” durante los cuales la provincia no podrá imponerle nuevos impuestos. Con los lineamientos Kicillof quiere recuperar la iniciativa que perdió y que ha calentado la interna en el peronismo. El gobernador se muestra como un representante de la burguesía nacional en oposición a Milei. Si algo puso de relieve la reunión de Javier Milei con los empresarios en la UIA es que las contradicciones y choques capitalistas coexisten con el reconocimiento que toda la burguesía le tributa al liberfacho por su atropello a los derechos de los trabajadores y por la reforma laboral antiobrera.
Kicillof no habló en Ituzaingó de las condiciones laborales que regirán para las empresas que entren al Rigi de la provincia, pero estos condicionamientos serán parte de las demandas capitalistas a negociar en la legislatura. Está el antecedente del freno al recálculo de las indemnizaciones por despidos. Especial atención merecen “las inversiones intensivas en recursos naturales” teniendo en cuenta la fallida explotación petrolera en la costa atlántica, que dio lugar a masivas movilizaciones en Mar del Plata contra la depredación ambiental y contra el riesgo que implica eventuales derrames próximos a las ciudades costeras.
En el Rigi “nacional y popular” son todos beneficios para los capitalistas, sin descartar que se incrementen en su paso por la legislatura y bajo la presión de los lobbies capitalistas. El apoyo de Walter Correa y las burocracias sindicales a este régimen de incentivos capitalistas corre parejo con la inacción frente a los 136.000 despidos que se produjeron en la provincia de Buenos Aires en lo que va del año. La subordinación de las direcciones sindicales de la CGT y las CTAs al Rigi de Kicillof es un camino de nuevas entregas y concesiones para que la crisis capitalista la paguen los trabajadores.
El “Estado presente” que invoca el peronismo es el que defiende los intereses de las patronales. La tarea de la hora es organizar la lucha obrera para enfrentar los ataques capitalistas, recuperar los sindicatos, construir una nueva dirección clasista en el movimiento obrero y preparar la huelga general para derrotar a Milei y a todos los ajustadores.