Políticas
29/7/2024
Kicillof y La Cámpora cada vez más cerca del Rigi de Milei
Se pincha otro relato "nacional y popular".
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Kicillof con Susbielles, intendente de Bahía Blanca.
El desplante de Javier Milei contra Axel Kicillof, al tildar de “obviedad” la instalación de la Planta de Gas Natural Licuado (GNL) en Río Negro, profundiza la disputa por este negocio millonario y está detonando una crisis política en la provincia de Buenos Aires. La exigencia de adhesión al Rigi se ha convertido en un ultimátum de toda la clase capitalista y de la mayor parte del peronismo al gobernador bonaerense.
Maniobra devaluada
A dos semanas del anuncio de la presentación del proyecto de Ley Provincial de Fortalecimiento de las Inversiones Estratégicas, el “Rigi de Kicillof”, el mismo aún no ha ingresado a la Legislatura y se desconoce su letra chica. Todo indica que el operativo disimulo tiene los días contados. El portal Infocielo, de buena sintonía política con el gobernador de Unión por la Patria, no pudo ocultar su frustración y se lamentó por la “inexplicable demora del Rigi de Axel Kicillof que impacienta a propios y extraños”. Como contrapartida destaca la avanzada del gobernador rionegrino Alberto Weretilneck -de la mano de Milei- para quedarse con la construcción de la planta de licuefacción del gas natural extraído en Vaca Muerta.
Si bien no se ha publicado el contenido de la ley bonaerense, tanto Axel Kicillof como su jefe de ministros, Carlos Bianco, y el ministro de Producción, Augusto Costa, afirmaron en varias oportunidades que tendrá como “piso” el régimen de excepción fiscal y estabilidad tributaria por 30 años que establece lo aprobado en el Congreso. Los intereses capitalistas que defiende el pejotizado Kicillof explican la nula resistencia del peronismo y de las burocracias sindicales kicillofistas y kirchneristas a la Ley Bases y al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi).
La voz de mando de la burguesía es que el Rigi asegurará la seguridad jurídica que exige la petrolera malaya Petronas asociada a YPF para una inversión de 30 mil millones de dólares. Las cámaras patronales de la provincia de Buenos Aires y la oposición derechista no ven con malos ojos un régimen de incentivos fiscales en territorio bonaerense. Como señalamos en Prensa Obrera, el Régimen Provincial de Fomento a las Inversiones Estratégicas es una adaptación (improvisada) al Rigi entreguista del liberfacho. Ambos están cortados por la misma tijera: beneficios impositivos extraordinarios para los inversores y libertad completa de capitales. En palabras del gobernador, es un “complemento”.
Tirando la toalla
Kicillof demora en mandar su versión del Rigi a la Legislatura porque tiene un ojo puesto en los beneficios que ofrece el gobernador Alberto Weretilneck para quedarse con la construcción de la planta de GLN para Punta Colorada (Río Negro). Después del evento en el Club del Petróleo que tuvo como protagonistas al gobernador rionegrino y a Horacio Marín de YPF, Javier Milei se metió de lleno en la disputa a favor de Weretilneck. El “libertario” quiere una rendición política de Kicillof y que ponga el gancho al régimen nacional de la Ley Bases.
Como parte de esta ofensiva los gobernadores de Neuquén y Chubut, Rolando Figueroa y “Nacho” Torres respectivamente, respaldaron públicamente la instalación de la planta en la provincia patagónica. Así, a Kicillof se le pincha otro verso: el de la liga de gobernadores críticos de Milei, que él mismo se disponía a encabezar con la vista puesta en el 2027. El “federalismo” es la cobertura para entregar las riquezas naturales.
Un gran acuerdo para adherir al Rigi
Mientras Kicillof retrocede, el jefe del radicalismo bonaerense Maxiliano Abad pidió un gran acuerdo provincial para adscribir al Rigi nacional, acusando al gobernador de poner en peligro la construcción de la planta de licuefacción en Bahía Blanca. El Rigi de Kicillof no conforma a los capitalistas pero sí sirvió para envalentonar a la derecha. El último desaire derechista fue la negativa del PRO, UCR +Cambio Federal, la Coalición Cívica y un sector de los libertarios, a conformar una comitiva conjunta para viajar a Bahía Blanca en apoyo a la radicación allí de la obra de YPF – Petronas.
El proyecto presentado por la diputada nacional del radicalismo Karina Banfi. para que el Ejecutivo declare de interés la construcción de esta planta en Bahia Blanca viene unido a la adhesión al Rigi en la provincia de Buenos Aires. El texto lleva las firmas de Cristian Ritondo del PRO, de Margarita Stolbizer, Randazzo, Massot y Monzó de Hacemos Coalición Federal, y también de los diputados peronistas Sergio Palazzo y Victoria Tolosa Paz.
Otro dato de peso son las últimas declaraciones del intendente camporista de Bahía Blanca, Federico Susbielles, anunciando que su municipio va a firmar el Rigi de Milei. Susbielles instó al gobierno de Kicillof a que convalide esta firma. El mecanismo seria ir adhiriendo al Rigi “proyecto por proyecto”. El hombre de La Cámpora constituyó un comité ad hoc integrado por el peronismo, el Consorcio de Gestión del Puerto de Ingeniero White, y concejales y referentes de la Libertad Avanza, en una suerte de pacto bahiense por el Rigi.
Lejos de abroquelar al peronismo, la disputa con Weretilneck está socavando las pretensiones de liderazgo del gobernador bonaerense. Detrás del intendente bahiense Susbielles están Máximo, Cristina y La Cámpora, dispuestos a facturarle costos a Kicillof si la planta de GNL culmina “mudándose” a Río Negro.
Qué implica el Rigi
Alberto Weretilneck prometió que construiría un puerto privado sin consorcios de gestión ni sindicatos. La ventaja comparativa que invoca se basa en la superexplotación de los trabajadores y en la libertad completa de movimientos del capital. También adelantó nuevas cesiones de tierras y una zona franca.
El diario La Nación agrega que por pedido del presidente de YPF se incorporará una consultora internacional para auditar la mejor localización para la planta de gas licuado. Según este diario, la consultora “asesora” estaría ponderando las ventajas que tiene Río Negro por tener aguas más profundas y por lo tanto mayor capacidad para el movimiento de barcos de gran calado. En la ponderación entra también el negocio con Pan American Energy que anunció Weretilneck.
En las vísperas
A fines de agosto debería estar decidida la localización de la planta de GLN. La cuenta regresiva va poniendo en evidencia a Kicillof. La jugada que implica trasladar la responsabilidad a la Legislatura se ha convertido en un boomerang, porque es la oposición derechista la que reclama una sesión de inmediato para adherir al Rigi nacional.
La demagogia de Kicillof contra la Ley Bases y el Rigi duró lo que un suspiro. Es una enorme lección política sobre la cobardía y sumisión del nacionalismo burgués. La salida a esta crisis pasa por derrotar la política antiobrera y entreguista del gobierno “libertario” luchando por la nacionalización de toda la industria petrolera y energética bajo control de los trabajadores. Un tema de mucha importancia que discutirán las asambleas de trabajadores convocadas por el Partido Obrero.
