La semana pasada el ministro Matías Kulfas visitó Santa Cruz, y especialmente el yacimiento de Cerro Vanguardia. La comitiva puso como “ejemplo” de desarrollo la megaminería instalada en la provincia desde hace 25 años por gestión del entonces gobernador Néstor Kirchner.

Es que más de la mitad de las exportaciones nacionales de oro y plata -que sumaron un total de 2.443 millones de dólares en los primeros once meses de 2021- salieron de Santa Cruz. Los medios locales apuntaron que la visita de Kulfas se vincula precisamente a la generación de dólares para pagarle al FMI. Se profundiza el “modelo” de saqueo extractivista de los Kirchner, que se impuso en las últimas tres décadas en estos pagos.

Como si fuera poco, el gobierno de Alicia aprovechó la visita para hacer lobby en favor de las mineras ante el gobierno nacional. Esteban Tejada, presidente de Fomicruz (una empresa estatal provincial asociada al pulpo minero sudafricano Anglo Gold Ashanti en la mina de Cerro Vanguardia), reclamó a Kulfas que la Nación asegure “estabilidad fiscal para las inversiones”, y dijo que “hay accionistas extranjeros que realizan grandes inversiones y a la hora de recuperar esa inversión con el retorno que está planificado, según las leyes argentinas se dificulta”. A su vez, agregó que “en la actualidad Argentina implementó un esquema restrictivo. Lo que se le pidió es que se revirtiera esa política. No es saludable que las provincias mineras busquen atraer inversiones y luego no se pueden repatriar los bienes” (La Opinión Austral, 13/2 y 15/2).

No es la primera vez que Alicia Kirchner aparece como lobbista de las megamineras. Cuando se inició la pandemia hizo punta ante el gobierno nacional para que no se paren las explotaciones, declarándolas “actividad esencial”. Esto generó cientos de contagios en la primera ola y finalmente obligó a las empresas a realizar tests masivos en cada turno, como reclamaba la agrupación clasista de los mineros 27 de Julio.

Los Kirchner y el acuerdo con el FMI

Frente al acuerdo con el FMI la familia Kirchner aparenta tener tres posiciones: Máximo renunciando a la jefatura del bloque, CFK con su silencio, y Alicia Kirchner brindando un total apoyo público al acuerdo que anunció Alberto Fernández. La única “sincera” es Alicia, que no por nada tiene establecidos los acuerdos tan aceitados que mencionamos con el gran capital imperialista, especialmente megaminero.

La gobernadora, que cobra regalías irrisorias a las mineras, ha logrado un presupuesto provincial superavitario sobre la base del hundimiento del salario de los empleados públicos y docentes, que han caído un 50% entre 2016 y 2019, para mantenerlos en esos niveles de miseria ente 2020 y 2021 sin recuperación alguna.

El “progresismo” kirchnerista muestra su verdadero rostro en su Santa Cruz fundacional.