En la Cámara de Diputados de la Provincia de Catamarca, el proyecto de Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi) ha tomado estado parlamentario y este martes 6 de agosto se iniciará el debate sobre la adhesión.

La decisión de la provincia de adherirse al Rigi marcará un nuevo capítulo en la entrega de los recursos naturales a manos de corporaciones transnacionales. Esto conllevará un saqueo y una expoliación de los recursos, alimentando a un sistema de corrupción estatal y política, todo esto vinculando a los partidos gobernantes con los grandes empresarios locales. Entre ellos se encuentran la familia del gobernador Raúl Jalil, la del vicegobernador Dusso y la de uno de los dirigentes del PRO, la familia Capdevila. Dado su vínculo con el poder se beneficiarán de cualquier inversión en la provincia, los principales ganadores son las empresas mineras.

El Rigi representa una profundización de los superbeneficios que las empresas mineras han obtenido en la provincia desde la década de los ’90. Sin embargo, es importante desmentir la idea de que sea un punto necesario para las empresas. De hecho, las empresas mineras en la provincia han acumulado ganancias siderales incluso sin este engendro libertario. Para ilustrar esta situación, podemos mencionar el proyecto Bajo La Alumbrera. Entre 1999 y 2010, la facturación declarada por la empresa alcanzó un total de 10.962 millones de dólares, casi diez veces la inversión inicial. Otro ejemplo es la empresa Livent, que en 2023 registró ventas por 253.500 millones de dólares, en comparación con los 143.500 millones de dólares del año anterior. Esto demuestra que no es el Rigi lo que determina la instalación de empresas en un lugar u otro, sino más bien que los regímenes especiales, como el Rigi, profundizan la dominación económica y productiva.

La adhesión al Rigi en la provincia ocasionará situaciones que alteran el tejido social y las condiciones de vida de los trabajadores. La primera se relaciona con la situación ambiental, ya que los emprendimientos mineros en conjunto están cuestionados por su impacto negativo en el medioambiente. Estos proyectos dejan pasivos ambientales que no se remedian por sus altos costos. La aprobación del RigiI viene acompañada por el compromiso del poder político, independientemente de su afiliación (peronistas, radicales o libertarios), de un pacto de impunidad para las empresas que contaminan.

El segundo aspecto se relaciona con el Rigi y el régimen propuesto por el gobierno de Milei. Objetivamente, esto representa un ataque a los derechos de los trabajadores mineros, ya que los reduce, como el derecho a huelga y a la toma de la planta, estas dos herramientas de los trabajadores en los últimos años  han evidenciado los abusos de las patronales, y otorga a las empresas la posibilidad de despedir empleados. Además, las empresas no estarán obligadas a contratar trabajadores locales ni a utilizar proveedores locales, lo que empeora la situación para la población trabajadora.

Una tercera consideración es la represión. El Rigi, o la política de saqueo y expoliación, no se implementa sin represión. El gobierno de Milei, con Bullrich a la cabeza, ha avanzado contra el derecho a la protesta, especialmente dirigido al movimiento piquetero. Esto podría ser un preludio del accionar represivo contra los pueblos que luchan en defensa de sus territorios, como sucedió en Andalgalá, Mendoza o con los vecinos de Famatina en La Rioja. Es relevante destacar que, en este sentido, Milei no es novedoso, ya que durante el gobierno de Cristina Kirchner también se reprimió brutalmente al pueblo de Andalgalá, y se aplicaron leyes represivas como la ley antiterrorista o el proyecto X.

Uno de los debates más extendidos en estos momentos en la provincia, a raíz de la discusión en diputados sobre el Rigi es el aumento de las regalías del 3% al 5%. Esto se presenta como uno de los grandes beneficios que recibirá la provincia por parte de las empresas mineras. El diputado nacional de la UCR, Francisco Monti, quiere que la población vea esto como el avance más importante de los últimos años, mientras que Jalil plantea que esta suba de retenciones es innegociable. Sin embargo, en realidad, es solo una pequeña zanahoria, una carnada para distraer. Como demuestran las experiencias previas, las regalías no representan un porcentaje importante de los presupuestos provinciales y, además, suelen ser malversadas por los gobernantes de turno, alimentando un mecanismo de corrupción que rara vez se castiga.

Los trabajadores de Catamarca, al igual que los de todo el país, debemos rechazar íntegramente el Rigi y todas las políticas impulsadas por Milei y los gobernadores. Este régimen beneficia a los saqueadores y empobrece al pueblo. Es urgente que nos organicemos en instancias de deliberación junto con los trabajadores ocupados y desocupados, el movimiento piquetero y las asambleas ambientales. Debemos trazar un plan de lucha que conduzca a la provincia hacia una huelga en defensa de nuestros reclamos, incluyendo la nacionalización de los recursos naturales, incluido el agua, y su gestión en manos de los trabajadores y las comunidades afectadas. ¡No al Rigi!

El Rigi, Mekorot y la región Bajos Submeridionales

Comprenden al norte de Santa Fe, Santiago del Estero y Sur de Chaco. –

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