Políticas
28/2/2025
La Argentina de Vaca Muerta importará gas este invierno
Mientras el proyecto de GNL de YPF se desvanece.
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Barco GNL.
La próxima temporada invernal ya está en el radar del gobierno para las compras de GNL. Otro año en que los anuncios oficiales sobre un país exportador a Brasil y al mundo del fluído, se cerrará importando grandes volúmenes de gas, hasta de Chile, un país que no tiene hidrocarburos en su subsuelo y que importará GNL que luego venderá a Argentina, actuando de “intermediario”. Como en la épocas de Aranguren, el ¿ex? CEO de Shell que como ministro de Energía de Macri importaba gas de ese país para favorecer a sus accionistas.
La crisis capitalista agrava la clásica anarquía del régimen
En el marco de un mundo fracturado y amenazado por la tendencia hacia una apocalíptica tercera guerra, los Estados pugnan entre sí en un marco de cruce de intereses, incluso los que constituyen un mismo “bloque”. En este contexto, el tema de la energía es vital. En ese mundo de gigantes, la Argentina juega apenas como una hoja seca en el viento.
Es desde este punto de vista que debe analizarse la política energética nacional. La realidad indica que la huelga de inversiones, que ni el Rigi pudo revertir significativamente, y la parálisis o retraso de las obras de infraestructura, colocan al país de Vaca Muerta como importador de gas, no como exportador. Una realidad que no se altera cambiando de nombre a un gasoducto.
En estos días, el Ministerio de Economía ha emitido la Resolución 169/2025, por la cual llama a licitación para la ampliación de la capacidad de transporte del rebautizado ducto, antes Néstor Kirchner y ahora Perito Moreno. Se trata simplemente de aumentar la capacidad de transporte incrementando la presión en los caños.
Una cuestión que en principio implica ciertos riesgos, habida cuenta el caño que se abrió como una lata de sardinas durante las pruebas hidráulicas en la reversión del gasoducto norte.
TSG y la Resolución 169/2025
Hay que tener en cuenta que el gasoducto, ahora Perito Moreno, es apenas la mitad del proyecto original que preveía llegar desde Vaca Muerta hasta San Jerónimo en la provincia de Santa Fe. Como el segundo tramo nunca se construyó, y tal vez no se construya nunca, la llegada a grandes centros de consumo (AMBA, litoral, etc.) se hace por una conexión con el gasoducto Neuba II (con más de 30 años de uso intensivo) en la zona de Salliqueló hasta donde llega el primer tramo construido del Perito Moreno.
No se construyen nuevos gasoductos, sino que se amplia la capacidad de transporte de gas a través del recurso de aumentar la presión interna del ducto, con la construcción de nuevas plantas compresoras.
El proyecto de TSG, que ahora se licita por la Resolución 169/2025, no es otra cosa que construir tres nuevas plantas compresoras en Casa de Piedra (sobre la zona del Río Colorado en la provincia de Río Negro), Chacharramendi y Doblas (estas dos últimas en la provincia de La Pampa).
La potencia que se pretende inyectar a este primer tramo desde Vaca Muerta (Tratayen) hasta Salliqueló, a través de las tres nuevas plantas compresoras, es de 90.000 HP (caballos de fuerza). Y se deberá construir otra planta compresora en el tramo del Neuba II que va de Salliqueló a AMBA, de 15.000 HP.
De esta forma, se duplicaría el volumen de gas transportado por el ducto Perito Moreno (ahora de alrededor de 20 millones de metros cúbicos día). Y se aumentaría el volumen transportado por el Neuba II para llegar al AMBA. El volumen transportado por el ducto Neuba II ya ha sido ampliado a fuerza de mayor compresión desde hace años.
El tema es que la presión máxima para el gasoducto Perito Moreno es de 97Kg/cm², en tanto que la del Neuba II, al cual debe transferir el mayor volumen de gas transportado, es de 70 kg/cm².
Los expertos de los organismos que controlan estos aspectos fueron despedidos. O directamente esos organismos fueron desmantelados. Es significativo que la Resolución en su artículo 3º inciso c) establezca que TGS debe asumir “la responsabilidad de los eventuales daños y perjuicios que pudieran derivarse del incumplimiento de la ejecución de las obras en los tramos finales”, es decir, el trayecto del Neuba II desde Salliqueló al AMBA. El proyecto que motiva la Resolución es presentado por la propia TGS como iniciativa privada. El párrafo citado echa un cono de sombra sobre qué razones tendría TGS para no cumplir un proyecto propio en un tramo que está bajo su concesión.
Las obras de conjunto implican una inversión de U$S 700 millones bajo el paraguas del Rigi, de los cuales U$S 200 están destinados al tramo del Neuba II.
Pero seguimos importando gas
Según fuentes oficiales del sector energético, la Argentina importará este año para la temporada invernal unos 25 buques de GNL y además algunos millones de metros cúbicos diarios desde Chile para el NOA. Es una paradoja, o no, pero el país al cual el país le vendió más energía el año pasado fue… ¡Chile! Así lo dice el sitio Argentina.gob.ar en un comunicado del 21/1/2025, que se jacta de que “el superávit de la balanza comercial energética acumuló USD 5.668 millones” en el año 2024.
Como el mismo comunicado lo afirma, esto se logró sobre la base de que el año pasado las importaciones energéticas “se redujeron un 49,4% interanual”.
¿Se mantendrá esta tendencia para el presente año? Muy difícil. Todo indica que se terminó el viento de cola en el precio del BTU importado por los buques de GNL. El país pasó de pagar en promedio cerca de U$S 30 por MMBTU en el año 2022 a un promedio de U$S 10 en el año 2024.
Pero el precio del BTU de GNL que llegue por los buques durante 2025 rondaría los 15 U$S por MMBTU, un precio cinco veces superior al del GN que se extrae de Vaca Muerta. Con lo cual el superávit de la balanza comercial energética, en gas al menos, quedará comprometido en el presente año. A esto se suma lo que se compre al “intermediario” país vecino.
El marcado atraso de las obras de infraestructura, paralizadas durante más de un año, y la huelga de inversiones en este terreno, colocan al país otra vez al borde del desabastecimiento en los picos de demanda de gas durante el invierno.
Una contradicción con los anuncios del gobierno nacional y el de Neuquén en particular, que salen a vender a los cuatro vientos la potencialidad exportadora inmediata de gas del país. El proyecto de YPF S.A. Argentina GLN, asociada con Shell desde diciembre pasado, se encuentra en una zona gris, ya que la petrolera “nacional” se acaba de sumar al proyecto de GNL que encabezó PAE con Golar a través del buque Hilli Episeyo y que comenzaría a producir en el año 2027.
El proyecto original de YPF, que era su gran apuesta con Petronas, y ahora lo es con Shell, se presenta “con un impacto proyectado de US$ 140.000 millones en 20 años”, según el “acuerdo histórico de exportación” que suscribieron. Pero no termina de asegurar contratos de provisión, a pesar de lo que diga Shell en el optimista informe “Escenarios de Seguridad Energética 2025”.
Ahora YPF tiene una participación del 15% en un proyecto que encabeza PAE, lo que es presentado a modo de taparrabos como “la primera fase” de su propio proyecto original. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Mientras, por otro invierno más, el país importará gas a precios muy por encima de su propia producción.
La anarquía capitalista es una mochila de piedras para los intereses nacionales y de los sectores populares. Se debe nacionalizar toda la industria energética bajo control obrero.

